Relatos que inspiran

El alivio de la lectura

Un año del Punto de lectura Comfama del Hospital San Vicente Fundación Medellín.

Punto de lectura San Vicente 3
El alivio de la lectura
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El Punto de lectura Comfama del Hospital San Vicente Fundación Medellín fue inaugurado en abril de 2022. A la fecha ha tenido un alcance aproximado de 39.247 asistentes, 36.609 consultas y 6.543 préstamos. Ahora hace parte indisoluble del paisaje del Hospital.

La lectura en voz alta: ungüento para sanar los males del cuerpo

Cada viernes, desde hace un año, Leonardo, promotor de lectura de las bibliotecas Comfama, ingresa a una de las salas de espera del Hospital San Vicente Fundación Medellín con el fin de ofrecer lecturas en voz alta a quien quiera escucharlo. Suelen estar allí personas adultas, en muchas ocasiones con rostros fatigados, mirando atentamente la pantalla que anuncia los turnos. “He de confesar que al principio siento timidez, ya que en el ambiente se respira un aire de solemnidad intensificado cada tanto por la voz metálica que llama al siguiente en ser atendido”, comenta Leonardo.

Su método de aproximación es siempre el mismo: se presenta a la vez que muestra un libro y luego dice: “Mi propósito es hacerles más ameno su paso por aquí, ¿aceptan que les lea un cuento mientras esperan el llamado del médico?”. Algunos aceptan efusivos, otros asienten con un leve movimiento de cabeza. Sin más preámbulo, Leonardo abre el libro y empieza a leer. En general, él selecciona los materiales de lectura pensando en que le permitan conversar sobre la esperanza, pero también otros temas como la memoria o el amor. Prefiere la poesía y los libros álbum. Dadas las condiciones, busca que sean textos breves. Por ejemplo, ha leído Selma de Jutta Bauer, poemas de Mary Olliver y cuentos de Medellín en 100 palabras.

Recuerda que una vez ingresó a una habitación del Hospital en la que se encontraba una pareja. Ambos se conmovieron mucho con el libro que les leyó, Es así, de Paloma Valdivia, de tal modo que terminaron contándole la historia de su gato Rocco, a quien ellos le decían El proveedor porque constantemente les llevaba grillos, lagartijas y otros animales, hasta que un día les llevó el pájaro “fino” y “costoso” de la vecina. Ellos mantuvieron en secreto la desaparición del ave hasta el día en que decidieron compartir la historia con Leonardo. Él considera que esta anécdota refleja el grado de intimidad que se crea en estos pequeños encuentros.

“Desde hace tiempo venía pensando que leer en voz alta para otro era semejante a aplicarle un bálsamo en el alma. Pero, desde que leo en voz alta para los pacientes que se encuentran en las salas de espera o en las habitaciones del Hospital, siento que les estoy proporcionando un delicado ungüento para sanar los males que aquejan sus cuerpos”.

El corazón del Hospital

Junto a Leonardo, Sara y Luisa Fernanda también leen en voz alta y realizan otros actividades en el Hospital; todos ellos hacen parte del equipo del Punto de lectura que se inauguró en abril de 2022 gracias a una alianza entre el Hospital San Vicente Fundación Medellín y Comfama. El punto está ubicado en la Plazoleta central del Hospital, cerca de la majestuosa escultura de bronce La Pileta. Esta zona se caracteriza por la variedad de plantas ornamentales, árboles y flores que mantienen el aire fresco y por la gran cantidad de pájaros que revolotean en la zona dotando al espacio de un constante fondo musical. En palabras de una usuaria, el Punto de lectura está ubicado en el "corazón del Hospital" y ahora se encuentra plenamente integrado al paisaje sanador que lo rodea.

Además del préstamo de libros, desde el Punto de lectura se realizan actividades como horas del cuento en el Pabellón infantil, lecturas en voz alta, tertulias literarias, lecturas itinerantes, encuentros, talleres y hasta conciertos. Estas acciones pretenden que los libros, la conversación y el arte sean compañía, alivio y fuente de conocimiento para pacientes, acompañantes, visitantes, empleados, estudiantes y usuarios externos.

“Hemos buscado que las actividades que realizamos alimenten el propósito fundamental del Hospital de amar y proteger la vida”, plantean Sara y Luisa. “Hemos tenido la posibilidad de aprender de este espacio —inmerso inevitablemente en emociones y circunstancias marcadas por el dolor, la muerte y la enfermedad— que la ternura, el reconocimiento, la esperanza y la valentía de los pacientes y acompañantes nos escudan, nos mueven y nos dan valor para seguir contribuyendo desde nuestra labor como mediadoras de las bibliotecas a la exaltación del cuidado de la vida como premisa fundamental para la sociedad”, afirman a modo de cierre.