Ser de Otraparte

Las aves son seres de Otraparte

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Las aves son seres de Otraparte

* Fotografía: Pigua (Milvago chimachima) por Juan Pablo Franco.

De cómo una pigua nos invita a hacer una pausa

Una tarde, cerca de las cinco, estaba trabajando en la Biblioteca Otraparte; escuché un sonido fuerte y estridente muy cerca. Salí a buscar de dónde provenía. Después de un momento enfoqué a la hermosa pigua en el gran cedro del maestro Fernando González. Desde la terraza me quedé observando en detalle el comportamiento de aquella ave. Ella miraba atenta un lugar que a mi corta vista se escapaba. Después, solo unos pocos segundos, se fue a una palma que está pasando la Avenida El Poblado. Desde mi terraza solo podía ver que ingresó a ella. De nuevo salió de allí y volvió al cedro. ¡Había cazado! comenzó a comerse un ave. En esos segundos de observación concentrada estaba buscando presa. De inmediato fui por la cámara y pude registrar el momento.

Quedé muy emocionado con mi pequeño descubrimiento, de ahí en adelante pensaba que haría una corta pausa diaria en medio de mis labores para buscar a la pigua y contemplarla, sería nuestro secreto. Sin embargo, no me guardé las ganas de compartir este avistamiento; quise contarles a mis compañeras lo hermosa que era la pigua y más o menos a qué hora cantaba y estaba en el cedro. Quería que todas la vieran y la contemplaran.

Esta palabra, contemplar, me parece de una fuerza y hermosura sin igual. En nuestro idioma, desde el año 1729 se define esta palabra. En esa época tenía, entre otros, dos significados: “Examinar y considerar con atención y aplicación alguna cosa (…)”. Además, “En phrase de la Theología Mystica significa fijar intensamente el alma en la vista de Dios”. Me quedo con la segunda definición. Hay quienes dicen que Dios está en los detalles; yo creo que Dios está en el alma de cada ave, en el alma de la pigua.

Una pausa para lo natural

Después de este pequeño suceso, con los amigos del semillero de investigación de la Biblioteca, comenzamos a mirar con detalle las aves del territorio Otraparte: gavilanes, garzas, coquitos, periquitos, carpinteros, tórtolas, guacharacas, pechirrojos, entre otros. Una diversidad de vida alada increíble que, si se hace una pausa, se pueden ver en todo su esplendor. Estoy seguro que estas hermosas aves cantaban acompasadas de la pluma del maestro Fernando González, siendo testigos de sus textos, de sus borrones y manuscritos.

*Fotografía: Gavilán caminero (Rupornis magnirostris) otro vecino de Otraparte por Juan Pablo Franco.

En algunas conversaciones con mis compañeras de Biblioteca, creamos Una pausa para lo natural. El objetivo ha sido proponer un pequeño paréntesis diario y conocer una especie de ave que esté en Otraparte o en otro lugar de Colombia. Una pausa que nos permita contemplar, escuchar y maravillarnos. Como hemos escuchado, nuestro país es el territorio con más aves del mundo. Muchas veces los afanes diarios nos impiden observar esa riqueza.

*Fotografía: Guacamaya bandera (Ara macao) por Juan Pablo Franco.

"Arriba, cantan la mirla y el sinsonte, y en las revueltas lóbregas del difícil camino de la montaña sorprende al viajero el silbo burlón, casi humano, del pájaro solitario. Estas aves son de plumaje oscuro, y las de la orilla del río de plumas verdes y rojas, como si hubiesen absorbido toda la luz. Desde la cima se perciben los nevados; son de curvas graciosísimas, semejantes a los senos de la amada en el Cantar de los Cantares", Fernando González en Viaje a pie.

Las aves son seres de Otraparte, ellas nos dan alegría, nos enseñan y motivan. En todos los tiempos, todas las culturas hemos estado vinculados con las aves. Ellas han sido inspiración de poetas y poetisas.

¿Pájaros? ¿el pájaro? ¿los pájaros? ¿hay sólo un solo pájaro en el mundo que vuela con mil alas, y que canta con incontables trinos, siempre solo? ¿son tierra y cielo espejos? ¿es el aire espejeo del aire, y el gran pájaro único multiplica su soledad en apariencias miles? (¿y por eso le llamamos los pájaros?) ¿o quizá no hay un pájaro? ¿y son ellos, fatal plural inmenso, como el mar, bandada innúmera, oleaje de alas, donde la vista busca y quiere el alma distinguir la verdad del solo pájaro, de su esencia sin fin, del uno hermoso? Pedro Salinas (1891-1951).

Luego comencé a reunir las imágenes que tomé de diferentes aves y construimos un formato en el que uníamos el canto -extraído de la plataforma xenocanto- con las imágenes. De este formato se pueden encontrar pequeños videos con los cantos de estas hermosas compañeras emplumadas. Allí podemos hacer un viaje por diversas especies, desde el raro y prehistórico hoacín, hasta el imponente Chavarrí. La invitación queda abierta a pausar nuestro día a día, a contemplar las aves y conocerlas.

Por: Juan Pablo Franco Herrera