Cae la tarde y al lado de la banca en la que se sientan dos adultos mayores a conversar, en medio de las risas de los niños y niñas que corretean y el murmullo de las hojas de los árboles, empiezan a reunirse los jóvenes de la Escuela de formación política. Ese Parque principal de Caldas, ambientado constantemente por la lluvia, ha sido testigo de las preguntas por la situación del país, de los preparativos para la asistencia a una marcha, de las conversaciones difíciles que confrontan la ciudadanía. Allí nació y permanece un convite, una reunión que fue iniciativa de la comunidad misma, donde la palabra es un arma que se carga con valentía.
Mayo fue un mes que trajo consigo múltiples movimientos. Voces inconformes, palabras escritas con fuerza sobre el papel y pasos incansables inundaron las calles de ciudades y municipios del país. Ese coro de preguntas, miradas y reflexiones llegó a las puertas de la Biblioteca Comfama Caldas. Los asientos y los libros se dispusieron para recibir a los jóvenes que, en alianza con la Secretaría de Juventud del municipio, acordaron un encuentro semanal para reunirse a escuchar, a formarse, a inquietarse, a ser cómplices de una transformación que veían posible y necesaria. La Biblioteca, y el Parque cuando la lluvia no obliga a recogerse, han sido los escenarios de esta conversación crítica, educativa y reflexiva.
Con el paso de los meses, este espacio ha servido para tejer causas compartidas, para hacerse nuevas preguntas, para conocer otros puntos de vista, para no sentirse solos. Por esta Escuela de formación han pasado invitados como Isabela Cortés, Geviller Marín, Michael Ospina, Carlos Bueno, Rosalba Ferez Pérez; académicos y líderes que han enriquecido con su experiencia y conocimiento la mirada de los jóvenes. También se han abordado temáticas como las diversidades sexuales, la participación juvenil, la relación entre el lenguaje y la cultura en la comprensión de la realidad, la resolución de los conflictos y los retos frente a la verdad que trae consigo la memoria histórica.

Han sido alrededor de dieciséis encuentros y en cada temporada se fortalecen las conversaciones, se afianzan los lazos de afecto y empatía entre los participantes, se despierta el espíritu inquieto y crítico ante lo que sucede y se debaten saberes y conocimientos diversos desde el respeto y la curiosidad. Los retos tanto de la Biblioteca como de la Secretaría han sido constantes para brindar el acompañamiento necesario y ampliar la convocatoria.
A esta cita semanal, que inicialmente convocó a adolescentes y jóvenes, algunos de ellos estudiantes de colegio o universidad, se han ido sumando adultos y líderes sociales que también sienten dentro de sí la necesidad de moverse, de no dejar que la corriente pase sobre ellos y los deje en el mismo lugar. A todos los une la sensibilidad, la convicción, la participación y el sentimiento por el país que recorren y habitan a diario.
"La Biblioteca como espacio social y lugar público para el municipio y sus habitantes, se fortalece y acompaña estas conversaciones, con su diversidad de participantes, con el objetivo de comprender las formas de movilización desde una palabra que leemos, contamos y compartimos. En uno de los encuentros liderado por los jóvenes del convite vimos, por ejemplo, cómo la literatura, la música y el arte también son formas de movilización social", cuenta Sebastián Bedoya, promotor de lectura de la Biblioteca Comfama Caldas.

Los dos últimos encuentros de este convite bajo la lluvia, los han dedicado a conversar sobre la resolución de conflictos dentro del proceso de paz de 2016. Conocieron en la voz de una de las invitadas su experiencia de trabajo directo con exguerrilleros, se cuestionaron las formas de aportar en la apuesta por la paz y concluyeron que es una necesidad reconocer la importancia de recordar y enfrentar la verdad para reparar. Allí, sentados como si estuvieran en la sala de una casa, imaginaron un futuro diferente y propusieron acciones desde sus familias, la Biblioteca, el barrio, el municipio y el país entero.
La Escuela espera tener más temporadas de escucha y conversación, de mirar al otro para encontrarse a sí mismo, de crear y crecer colectivamente. Si quieres participar acércate a la Biblioteca Comfama Caldas para conocer los días y los horarios. Aquí te dejamos la experiencia narrada en la voz de dos de sus participantes para que te inspires: