Mientras en una esquina resuenan irreverentes las melodías del punk y el rock, en otra algunos jóvenes pintan sobre una pared los colores, las palabras y los trazos de su resistencia. Pedregal, un barrio ubicado en la comuna 6 de Medellín, además de sonar a bajos y baterías, tiene algo que lo hace muy especial: su gente siempre está inquieta. Caracterizada por ser una de las comunas más pobladas de la ciudad y por un fuerte trabajo y desarrollo comunitario, los habitantes de Pedregal se han ingeniado las maneras para dignificar sus vidas y el sentido social, la música, la poesía, la pintura y el talento han brotado de cada uno de sus poros.
En Pedregal sobresale también la solidaridad. En esta parte del mapa, donde a veces no llega el Estado, se forman convites, una acción colectiva y política en la que un grupo de personas se reúne, desde la autonomía, para tomar decisiones. Un hecho especial fue que en 1961, año de fundación del barrio, las familias que habitaban esos terrenos y las que llegaban desplazadas de otros municipios de Antioquia se unieron para construir casas, iglesias y espacios culturales para todos.
En una de sus calles tiene su sede la Biblioteca Comfama Pedregal, un actor cultural que se suma a ese entramado de vecinos inquietos. Desde 2019 viene proponiendo "Territorio, memoria viva", un proyecto para recorrer el barrio y descubrir las voces de quienes forman la memoria y la cultura en el territorio. La idea es construir un tejido con esas palabras líderes, con esas experiencias que se alzan en medio de las demás para incomodar, proponer y trabajar por el desarrollo comunitario del sector.

Esas voces tienen una cita a las 4:00 p. m., los últimos viernes de cada mes en una franja denominada Entre tanto y tinto. En este espacio las anécdotas, los motivos, los logros y los aprendizajes afloran al calor de un tinto, en medio de una conversación desprevenida y cercana. El propósito es contar los inicios, los sucesos, las travesías, las historias que quedaron en sus recuerdos y los acompañantes de ese camino recorrido, de esa decisión de cada uno de los actores por liderar propuestas de valor para las comunidades.
De esta manera, la Biblioteca Comfama Pedregal ha venido construyendo un directorio de iniciativas, de gente que, en cada esquina, en cada cuadra, en cada parque, se está moviendo de alguna manera en beneficio de los demás. En Entre tanto y tinto hemos conocido a una pareja que viaja en carro llevando ejercicios de promoción de lectura y escritura por todo el país, a un cículo de mujeres que transitan el proceso de sanación de su ser, a dos artistas que plasmaron en un libro su experiencia de pandemia, a un proyecto que busca mejorar la calidad de vida de las mujeres a través de la autonomía productiva y a un colectivo de poesía que promueve la transformación desde el arte y la pedagogía.
Por la pandemia este espacio se ha desarrollado de manera virtual y en cada encuentro no solo llegan los invitados, sino que con ellos asisten diferentes personas que hacen parte de la memoria viva de ese territorio, que comentan, aportan y conversan sus propias experiencias. En esta comunidad que se forma, mediada por las pantallas, se siente la adrenalina, el orgullo, la inspiración y la fortaleza que ha persistido en cada rincón.