Las librerías son la certeza de encontrar refugios

Érika Quintero
Las librerías son la certeza de encontrar refugios

Las librerías son el refugio de la vida misma y, aunque ambas están provistas de oportunidades, encuentros y desencuentros, representan una escapatoria, la certeza de encontrar amores y pasiones irremplazables

Todo el tiempo vibramos con cosas que nos gustan, de eso se trata la vida, de una constante exploración en mundos nuevos y territorios desconocidos. Distinguir diferentes panoramas puede propiciar un cambio que nos permita reconocer e identificar nuevas habilidades propias, las cuales, terminan por transformar nuestros proyectos y, por ende, nuestros propósitos.   

Esto fue lo que le sucedió a Érika Quintero, una ingeniera de sistemas de Rionegro y a El Licenciado, un café ubicado en el centro comercial Complex en Llanogrande. Ambos, por causalidades de la vida, se encontraron en el camino, en el nacimiento y reestructuración de sus proyectos. Se acompañaron y se dieron la mano. Érika, ahora es librera en la librería El Licenciado.   

El Licenciado inició en 2016. Principalmente, su intención era ser un punto de encuentro para amigos. Inició toda una exploración por tener un buen café, por brindar un buen servicio y por ser un espacio muy especial. Sin embargo, después de varias conversaciones, se llegó al tema de los libros. Se pensó a El Licenciado como un espacio un poco más cultural, en el que, a través de la lectura, se pudiese llegar a muchas otras historias.  

Quienes lo visualizaron en su momento no tenían idea de cómo se manejaba una librería o cómo se pedía un libro. Es por ello que, desde ahí inició un ejercicio de exploración y asesorías para poder ejecutar el proyecto y la nueva razón de ser de El Licenciado. Yuly Giraldo, su dueña, no es librera, sin embargo, siempre ha tenido una conexión muy especial con el libro como ese espacio para encontrar respuestas. “Doña Yuly decidió abrir este nuevo espacio para los libros y aprender de este bonito oficio. Ella no conocía, pero tocó muchas puertas”, dijo Érika. 

El Licenciado estableció relaciones con personas y estudiantes que pudieran asesorar su proceso. Así fue como comenzaron las relaciones comerciales con editoriales como Penguin Random House y Planeta. Asistieron a ferias del libro en Bogotá y tuvieron un proceso muy enriquecedor como librería.  

El 2016 fue un año de mucha exploración y aprendizaje, pero entre 2017 y 2019, fue todo un ejercicio por formarse bien, por aprender y entender qué foco quería tener la librería. Son muy fuertes en una selección de literatura universal, latinoamericana, colombiana y literatura infantil. También en áreas como la filosofía y las ciencias religiosas. Además, van acompañando otros géneros como las ciencias sociales, el ensayo y otras áreas afines.  

Érika llegó en los comienzos de El Licenciado como librería. Fue contratada para ser el reemplazo de una persona que estaba incapacitada, le explicaron cómo hacer el café y arrancó. En 2017 se retiró porque quería ejercer su profesión como ingeniera de sistemas, sin embargo, regresó en 2018, “estuve por fuera un año y medio. El software sí es lo mío y es lo que me apasiona, pero yo quiero estar en medio de libros. A partir de ese año, empecé con todo ese foco de ser librera, pero también me enfoco en la parte administrativa. En las mañanas soy administradora y en la tarde vendo libros y bajo a aprender con la gente porque esto es un oficio de trabajo constante”.   

Cuando llegó a la librería, tenía un camino inexplorado por recorrer y sus expectativas eran altas debido a que estaba totalmente dispuesta a aprender de un área que no era su afín. Érika era toda una apasionada por los números, pero la librería trastocó muchos de sus planes. Para ella, esa naturalidad y espontaneidad como librera ha sido un proceso de evolución y crecimiento.   

Este proceso le ha permitido identificar sus gustos y su foco en los libros. Le gusta la ciencia, la literatura universal, las novelas y la literatura infantil. El Licenciado reúne a personas apasionadas por las historias que se encuentran en los libros. Sus integrantes son dos filósofos, una administradora y una ingeniera de sistemas; todos están en el ejercicio por encontrarse y en esa apertura por aprender. “El espacio de los libros es lo mío, ahí voy a estar y desde ahí, voy a aplicar lo que conozco. Si estuviera en este momento en el 2016, volvería a hacer lo mismo, volvería a Licenciado, me enamoraría de los libros, del café, disfrutaría mucho del estar ahí y de aprender”.  

El Licenciado y Érika se encontraron en momentos perfectos. Se ayudaron a crecer mutuamente y son el resultado de la compañía, el trabajo y la influencia del otro. Sin buscarlo, los propósitos y los planes de ambos cambiaron redireccionando sus pasiones. Las librerías son la certeza de encontrar refugios. 

Test de Proust para libreros y libreras

¿De las virtudes de los libros cuál es tu favorita? 

La cercanía y la empatía, porque los libros son esa herramienta para encontrar respuestas de acuerdo a la situación que tenga cada persona. 

¿Qué cualidades deseas aprender de los libros? 

Yo creo que en ocasiones la sensatez, la claridad y esa capacidad para narrar y contar cada hecho.     

¿Cuáles libros recomiendas siempre a tus amigos? 

Quien me conoce sabe que de mis recomendados el primer libro es Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar. Es una obra bellísima en la que uno encuentra inspiración. Y, así mismo, Los hermanos Karamazov, de Fiódor Dostoyevski, porque soy una apasionada por la literatura clásica.  

Estas dos obras en especial porque muestran mucho de los sentimientos, el crecimiento y las preguntas que se hace cada personaje todo el tiempo, y que nos hacemos todos en algún momento.  

¿Qué sería imperdonable hacer con un libro? 

Que lo dañen, que lo boten o que no lo cuiden. En un libro hay mucho poder y mucha potencia. Creo que es una herramienta muy poderosa que siempre deja algo, entonces lastimarlo o no cuidarlo de la mejor manera, es atentar contra ellos. 

¿Por qué la ocupación de librera es la mejor del mundo? 

Por muchas razones. Porque permite aventurarse siempre a historias nuevas con cada libro que tocas. Porque te permite conocer a personas y poder establecer una conversación en donde la excusa puede ser una historia, pero siempre tienes contacto con alguien.  

Siendo librera siempre aprendes algo nuevo y te estás respondiendo tus propias preguntas y, a la vez, puedes compartir tus respuestas con muchos otros; además, porque es un espacio constante de formación. 

¿Como lectora cuál es su sueño de felicidad? 

Poder leer mucho más y  llegar a esas obras que en algún momento fueron tan mencionadas. En momentos hay obras maravillosas, en las que uno no está tan dispuesto y tan abierto, pero quisiera sentir esa misma sensibilidad para llegar a esa felicidad, a ese éxtasis. 

¿Cuál sería su mayor infortunio? 

Tener que alejarme de los libros.  

¿Cuál personaje de un libro le gustaría ser? 

Quisiera ser Siddhartha en alguna ocasión, el de Hermann Hesse. Ese hombre que es narrado en esa búsqueda espiritual y en esa exploración de toda su vida. Puede ser algo muy ostentoso, pero humildemente digo que quisiera ser él. 

¿Cómo fue el primer encuentro con un libro que la atrapó para siempre como lectora? 

Mi familia no es lectora. A la que más le gustan los libros y la que siempre lleva un libro a cualquier lugar soy yo. Pero mi encuentro con los libros fue en el colegio en una clase de matemáticas. La profesora me obsequió un textico precioso que aún conservo que es Momo. Desde ese entonces entendí que los libros eran para mí, entre comillas, un salvavidas o una compañía. Desde allí empecé a leer, no leer por leer, sino para encontrar respuestas, entender historias o para entender las situaciones que le pasan al mundo y se narran a través de los libros.  

¿Su descubrimiento literario más reciente? 

El más reciente es Hermann Hesse, estoy leyendo ahora Narciso y Goldmundo, pero estoy enamorada de este escritor. Me pasó igual con Stefan Zweig. Estos dos escritores me han generado una conexión bastante especial porque narran de una forma muy simple y muy cotidiana las situaciones que nos pasan a todos. Entonces es sentir el dolor, pero ¿cómo se siente el dolor? es hablar de la pasión, pero ¿cómo se siente la pasión? es hablar de esa búsqueda espiritual.   

Entonces, de los más gratos, no te mencionaría uno sino dos, han sido Narciso y Goldmundo de Hermann Hesse y Carta de una desconocida de Stefan Zweig. 

El descubrimiento que no la deja de sorprender 

Stoner de John Edward Williams. Cada vez que vuelvo a ese libro es la misma sensación todo el tiempo. Se podría decir que es un hombre al que no le pasa nada, cuya vida ha sido muy plana, pero con unas reflexiones espléndidas. Cada vez que quiero una respuesta vuelvo ahí y lo encuentro de la misma manera, con el mismo cuidado y las mismas palabras. 

¿Qué libro le regalaría a alguien que va a recibir su primer libro? 

Regalaría Momo, nuevamente. Con toda la apertura y el amor del mundo. No es un libro para grandes ni chicos, es como si fuera otro Principito. Momo es una inspiración. 

¿Con qué autor o autora le gustaría sentarse a tomar un café y qué sería lo primero que le preguntaría? 

Con Marguerite Yourcenar. Yo la invitaría a muchos cafés y le diría que es espléndida, es una mujer muy representativa que con su pluma logró plasmar muchas situaciones y, además, en el tiempo en el que estuvo fue un poco difícil dar a conocer la voz de la mujer como escritora.  

Lo primero que le preguntaría sería ¿Qué la inspiró a ser rebelde para poder tomar la pluma y escribir sus obras? 

¿Cuál es la biblioteca o librería que la dejó descrestada y a la que siempre le gustaría volver? 

La Baldomero Sanín Cano que es la biblioteca de Rionegro. En ese espacio creo que tuve el primer acercamiento para prestar libros cuando no podía comprarlos. Es un espacio que aprecio mucho y que quiero mucho, y que creo que los rionegreros deberíamos darle un poco más de valor y de fuerza.  

Yo no conocía tantas librerías, pero dentro de las que he explorado creo que la librería 9 3/4, es un espacio especial, bien cuidado. Sin embargo, no cambiaría a Licenciado. Lo más especial de las librerías es el vínculo que se establece en el espacio en el que uno está. El hecho de que te acojan con amor y te hagan sentir bienvenido es mucho más poderoso que cualquier cosa. No es solamente la venta, va más allá, es la conexión con cada persona, esos mundos únicos que intentamos conocer.