Bibliotecaria por un día

Ponerse en situación: Lorena Salazar Masso, Bibliotecaria por un día

Lorena Salazar Masso fue Bibliotecaria por un día en la Biblioteca Comfama Bello Centro.

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Ponerse en situación: Lorena Salazar Masso, Bibliotecaria por un día
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Lorena Salazar Masso nació en Medellín, pero buena parte de su infancia y adolescencia la pasó en Chocó. Luego, regresó a su lugar natal para estudiar publicidad. Un par de años después, viajó a España para darle curso a su vocación literaria en la Escuela de Escritores de Madrid. Allí le dio forma a su primera novela, Esta herida llena de peces (2021), la cual cuenta la historia del recorrido de una madre y su hijo por encontrarse a sí mismos en medio de un contexto violento. La obra fue publicada a la vez por Angosta Editores (Colombia) y la Editorial Tránsito (España). Su segunda novela, Maldeniña (2023), publicada nuevamemente por Tránsito y también por Random House, relata la historia de unos personajes desamparados conectados por la vecindad y una niña a la que le duele la tripa.

Lorena fue Bibliotecaria por un día en la biblioteca Comfama Bello Centro. Así nos cuenta la experiencia.

Marosa di Giorgio tenía una forma de «ponerse en situación» para la escritura: «Si fijo la atención en esa zona que yo sé, empiezan a aparecer cosas y cosas. Si quiero estaría continuamente en la escritura. No te puedo explicar qué mecanismo es. Pero sé que hay una manera de ponerme en situación. Ahí empieza a manar, y cesa cuando yo quiero. Es una habitación a la que tengo acceso».

Ponerse en situación es una figura retórica sutil y entrañable para explicar el camino largo que deben recorrer las palabras. No he leído una explicación literal de Marosa di Giorgio con respecto a la escritura, pues, fiel a sus formas, siempre utilizó las palabras que brotaron del jardín de la chacra de sus padres en Salto, Uruguay. Y esto lo encuentro tan acertado, tan bello, pues las palabras, después de ese camino, llegan —y se quedan— cuando encuentran un lugar para ellas.

De mi visita a la biblioteca Comfama Bello Centro, ese lugar, casa de las palabras, traigo algunos fragmentos:

Uno

“Encuentro”, no busqué la etimología de la palabra “encuentro”, pero sí la inventé para este texto. Encuentro: palabra con raíces latinas, que significa: “llegar al final de una pequeña búsqueda”. Así, sin grandilocuencias, pues para eso está la novela histórica, la prensa. Pasar todo el día en la biblioteca fue el final de una pequeña búsqueda de libros y conversaciones.

Dos

De nueve a diez de la mañana es La hora chocolate. En realidad, la llaman: “La hora feliz”. Pero “La hora chocolate” me parece un nombre más acertado, pues la felicidad es diferente para todos y, el chocolate, sabemos muy bien, es más feliz que la palabra “feliz”.

Tres

«No creas que te haces más sabio leyendo que atisbando», decía Fernándo González. Las personas que trabajan en la biblioteca, me pareció al espiarlos durante un día, leen y atisban al mismo tiempo.

Cuatro

Los adultos se acuestan en La madriguera, los niños se meten a los libros y, los animales, bien pintaditos, se asoman por las ventanas.

Cinco

El libro Alicia en el país de las maravillas desapareció. En su lugar: una almohada azul.

Seís

Conocer la biblioteca, abrir cajas de libros, encontrar tesoros en las estanterías, hablar con las mamás de los niños, con los niños. Mirar, leer en voz alta a Gabriela Mistral, buscar a Alicia, conversar con las personas que hacen parte de la biblioteca Comfama Bello Centro ha sido una forma bellísima de ponerme en situación. ¡Muchas gracias!