Carlos Palacio, la poesía que se hace canción

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Carlos Palacio, la poesía que se hace canción

En la ceremonia de entrega del Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández, el pasado 5 de junio de 2021 en Orihuela, Alicante (España), por su libro Abajo había nubes (2020), Carlos Alberto Palacio Lopera, más conocido como Pala, dijo lo siguiente: “En 1997, en entrevista para un periódico de Madrid, el poeta mexicano Jaime Sabines afirmaba que la poesía no era otra cosa que un puente que se tiende entre dos soledades: la del lector y la del escritor. Sin ánimo de tomar partido en la inacabada e inútil batalla para intentar definir lo indefinible, debo decir que solo me aparto de las palabras de Sabines en la plena convicción de que ese puente conecta mucho más que las soledades individuales”. 

Hernán, su padre, solo con el bachillerato y con una mente ávida por la lectura, le mostró el universo de la literatura que lo ha venido abrazando desde su infancia. En el solar de su casa en Yarumal, Antioquia, el pueblo en el que nació, le recitaba los poemas que lo conectaron con los pensamientos, las vivencias y los sentimientos del mundo, con realidades aparentemente distantes a la suya pero que tenían mucho que decirle sobre sí mismo y sobre su región; en su voz conoció a Miguel Hernández, a Antonio Machado, a los autores del Siglo de Oro español, y descubrió la musicalidad poética, esa que hace que la forma se vuelva contenido y que honra el territorio oral que ha habitado la poesía desde siempre.

A sus nueve años leía los libros de los autores clásicos que estaban en la biblioteca de su casa, muy grande y diversa, y los libros que cada quince días le regalaba su padre, que lo llevaba a escoger el que quisiera como si de un juguete se tratara. Tiempo después, descubrió por él mismo, en la biblioteca del pueblo, El club de los siete secretos de Enid Blyton, una serie de libros que se devoró y de cuyo mundo cargado de misterios y detectives casi no pudo salir. La inducción amorosa y el ejemplo de su padre había dado sus frutos, Pala hizo de la lectura una gran cómplice que lo acompañaría a lo largo de su vida. 

Al igual que los libros que viajan de lugar en lugar, de lector en lector, Pala siempre ha sido muy inquieto. Estudió Medicina en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, pero pocos años después decidió dedicarse por completo a la escritura y composición de canciones y adelantó estudios de Música en el Instituto Superior de Artes de La Habana en Cuba. En 2001 sacó su primer álbum llamado Amnesialand y luego vino Colombianito en 2004, Palabras en 2007, Socios ociosos en 2008, Yo y ya en 2010, El origen de las especias en 2012, Maleviaje en 2013, Alamar el 2016 y El siglo del loro en 2020. Además, por su trabajo sinfónico con la Red de Escuelas de Música de Medellín fue galardonado con el Premio Nacional de Música del Ministerio de Cultura de Colombia. 

En el intento por mejorar la escritura de sus canciones, llegó a la escritura poética. Interesado por las formas clásicas, empezó a construir sonetos que terminaron en su primer poemario: Pasacintas, publicado en 2014. En 2017 publicó Así se besa un cactus y en 2020 Abajo había nubes, la obra que fue seleccionada entre 383 poemarios para ser la ganadora del premio que lleva el nombre de uno de esos poetas fundamentales en su vida y en su carrera como artista. En ella recorre los lugares de la infancia en ese punto blanco, que representa su pueblo de origen, ubicado a lo alto del verde de las montañas, desde donde las nubes parecen habitar la tierra.

En la actualidad, sigue escribiendo canciones, poemas y ensayos. En 2021 se graduó como Filólogo hispanista de la Universidad de Antioquia, una carrera que lo sedujo y que le permitió volver a las aulas después de varios años. Sus días los alterna entre múltiples compromisos y las voces cercanas, íntimas y necesarias de los autores y las autoras que le ayudan a sopesar la vida en un mundo como el nuestro

Aquí te presentamos un listado con las lecturas que han marcado su trayectoria, que disfruta como lector y que le han servido de inspiración para sus composiciones poéticas y musicales. 

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