Hay libros que son como espejos, nos devuelven una imagen inesperada de nosotros mismos, nos revelan preguntas que no sabíamos que teníamos. “Los libros nos encuentran también a nosotros”, dice la escritora española Laura Ferrero, quien fue Bibliotecaria por un día en la biblioteca Comfama Caldas. En su paso, recorrió estanterías, compartió con lectores y conversó sobre el papel de los libros y las bibliotecas en su vida.
Laura Ferrero es escritora, periodista y editora, formada en la Universidad de Navarra. Tiene un blog «Los nombres de las cosas» y sus artículos y reseñas han aparecido en ABC Cultura, La Vanguardia y FronteraD. Es autora de Piscinas vacías (2016), Qué vas a hacer con el resto de tu vida (2017), La gente no existe (2021) y Los astronautas (2023).
En su estadía por “Cielo roto”, como le dicen al municipio de Caldas, las lluvias y los nubarrones la llevaron de regreso a la biblioteca de la Universidad de Navarra. En ella pasó días enteros trabajando en su tesis y sintiendo el resguardo de los libros durante esas tardes grises y melancólicas de Pamplona. A lo largo de la conversación, Ferrero insistió en la importancia de encontrar las lecturas adecuadas para cada edad. Recordó su propia infancia, cuando la obligaban a leer libros que no comprendía: “Si a una niña de 10 años le das a leer El Quijote, puede que no sea el momento. Hay que darles historias que puedan entender y con las que puedan identificarse”, reflexionó.
La autora española compartió con los usuarios de la biblioteca de Caldas sus escritores latinoamericanos preferidos: Leila Guerriero es una periodista que la impresiona por su tono de escritura, el cual es capaz de reconocer en cada una de sus crónicas; La cabeza de mi padre, de la escritora mexicana Alma Delia Murillo, es una lectura que siempre recomienda; y tiene claro que El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince, es uno de sus libros de cabecera.
Al hablar de su oficio como escritora, confesó que nunca imaginó que sería un trabajo tan solitario ni que la promoción de un libro sería un proceso tan opuesto a la intimidad de la escritura. “Es una locura pasar de estar encerrada en un cuarto escribiendo a hablar todo el tiempo de lo que has escrito. Es ir de lo más privado a lo más público”, explicó.
El amor, la soledad y la búsqueda de conexión en un mundo cada vez más distante son temas recurrentes en su obra. “Escribimos sobre el amor porque seguimos sin saber qué es”, comenta. Para Ferrero, la literatura es un camino que nos acerca a entender aquello que nos atraviesa sin que podamos nombrarlo del todo.
Así pasó Laura Ferrero su día como bibliotecaria, entre conversaciones, recuerdos y libros que, como espejos, nos devuelven la imagen de quienes somos.

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