Relatos que inspiran

Despertar la musa de las máquinas

Uso creativo de la inteligencia artificial.

Uso creativo de la inteligencia artificial
Despertar la musa de las máquinas
Te demoras 0 minutos leyendo esta noticia

En el equipo de Cultura digital de Comfama, desde hace más de dos años, venimos experimentando con el uso creativo de la inteligencia artificial (IA). Una de las preguntas que anima nuestro interés por la IA es cómo esta tecnología puede potenciar nuestra creatividad. De ahí que propongamos el uso de estas aplicaciones de tal manera que no suplanten el oficio creativo sino que lo complementen y lo lleven aún más lejos.

Por ejemplo, jugamos a ilustrar los sueños de la noche anterior usando Midjourney y Leonardo.ai, escribimos cuentos mezclando géneros y estilos literarios en Chat GPT, grabamos pódcast en cuestión de un par de horas con la ayuda de Podcastle, incluso creamos breves cortos animados de manera colaborativa gracias a Runway.

Estos talleres los hemos realizado en el marco de los Eventos del Libro de Medellín, es decir, Los Días del libro en las inmediaciones de la Biblioteca Pública Piloto, La Parada Juvenil que siempre se toma un lugar distinto de la ciudad y la Fiesta del Libro y la Cultura que habita el Jardín Botánico y las zonas cercanas; también los hemos hecho en los parques principales de Jericó y El Retiro, durante el Hay Festival y el Festival de Animación, eventos que suceden respectivamente en estos dos municipios; además, nos hemos reunido con equipos internos de Comfama para experimentar y compartir experiencias.

En otras palabras, son espacios formativos que habitan la calle, que salen al encuentro de la curiosidad de personas que algo o nada han escuchado hablar de la revolución tecnológica que está en curso o que ya han explorado por su cuenta o hacen un uso cotidiano de las herramientas de IA y quieren compartir sus búsquedas con las nuestras.

De modo que con frecuencia vemos aparecer rostros llenos de asombro cuando ven por primera vez un larguísimo texto o una detallada imagen desplegarse antes sus ojos en tan solo unos segundos. Ese asombro, siempre, viene cargado de preguntas que van desde aspectos técnicos sobre cómo es posible que una máquina haga algo así, hasta cuestiones más filosóficas relacionadas con qué nos hace humanos y cómo será el futuro.

Gracias a jugar y experimentar en compañía de muchas personas, además de aprender lo específico sobre el uso de cada herramienta, hemos descubierto que la capacidad expresiva del lenguaje está en la base del proceso creativo. Poder poner en palabras lo que imaginamos es crucial en el proceso de hacerlo tangible.

Ya sea una herramienta de generación de texto, imagen o video, para poner en marcha a una IA, casi siempre debemos ingresar unos promts, es decir, unas instrucciones o unos comandos que nos permiten interactuar con las IA y que están escritos en lenguaje natural, no hace falta seguir complejos pasos o aprender determinados códigos para poner en marcha a las IA, basta con utilizar términos que usamos para comunicarnos en nuestra cotidianidad. Según lo que le escribamos a la máquina será el resultado que nos arrojará. Sin embargo, nunca tendremos el control total sobre lo que obtendremos. Esto se debe a que buena parte de la inteligencia artificial funciona bajo el modelo de "caja negra", lo cual quiere decir que simulan el comportamiento de redes neuronales complejas para interpretar enormes cantidades de datos, redes en las que no es posible detectar con exactitud cuáles son las partes que intervienen ni cómo hacen para tomar las decisiones que toman.

Para ilustrar lo anterior, basta recordar uno de los talleres de creaciones de imágenes con IA que realizamos en el marco del Hay festival en Jericó en enero de 2024. Con la ayuda de unos visores de cartón que les dimos, los niños y las niñas salieron a recolectar figuras que llamaran su atención. Tan pronto encontraran la que más les gustara, debían dibujarla en la parte frontal del visor, debían dibujar con una mano mientras sostenían el visor en la otra, una especie de dibujo espejo. Luego, tenían que reproducir el dibujo en una hoja en blanco y agregarle todos los detalles que quisieran. Finalmente, el dibujo realizado por ellos junto a un promt fueron ingresados a Leonardo.ai. Los y las participantes vieron ante sus ojos surgir versiones exageradas y estilizadas de sus dibujos, lo cual les hacía reír a carcajadas por las ocurrencias de la máquina en el ejercicio de interpretarles.

También hemos usado la IA para llevar a cabo procesos de creación colectiva. En el marco del primer Festival de Animación del Retiro nos propusimos crear un cortometraje en el que participaron más de 15 personas. Entre todos y todas definimos el argumento del corto a partir de varios ejercicios de escritura creativa. Después, definimos las escenas que serían necesarias para desarrollar el argumento y construimos un storyboard. Por grupos nos encargamos de hacer un pequeño boceto de cada cuadro y de escribir el promt que nos llevaría a darle forma al fotograma principal de cada escena. Una vez los tuvimos, animamos todos los fotogramas principales usando Runway. Para cerrar el proceso, bastó unir todos los pequeños videos y agregarle efectos de sonido usando CapCut, aunque esto último hizo parte de la posproducción después de terminado el taller. Mira el resultado:

En los talleres, a medida que vamos viendo cómo va respondiendo la maquina, vamos modificando nuestras maneras de redactar las instrucciones para acercarnos cada vez más a lo que estamos buscando, vamos viendo qué palabras hacen falta o cuáles sobran, qué se debería decir de otra manera, qué elementos de contexto son indispensables, en qué orden es mejor expresar la petición. Incluso descubrimos que la puntuación puede afectar el resultado. En últimas, nos damos cuenta del esfuerzo que debemos hacer para que la máquina nos entienda: ¿acaso el hacernos entender no es la razón de ser del lenguaje?

De otro lado, vamos identificando qué hace que una obra sea realmente original: ¿Qué hace que un texto se aleje de las maneras agotadas de nombrar el mundo? ¿Qué hace que una imagen nos deslumbre con sus colores y sus formas? ¿Qué hace que un corto animado nos conmueva: su destreza técnica o la historia que nos cuenta? A medida que vamos jugando con estas herramientas experimentamos el deleite de crear cosas y vamos sintiendo la necesidad de tener cada vez más control sobre los resultados, es decir, que el texto diga lo que yo quiero que diga, que la imagen muestre las figuras como yo quiero que las muestre, que en el cortometraje se mueva lo que yo quiero que se mueva. En últimas: caemos en el hechizo del arte.

Por más que adecuemos las palabras, ninguna herramienta impulsada por IA, por sí misma, puede ayudarnos a materializar la imagen mental de la obra que queremos crear, tampoco puede hacerla memorable y sorprendente. Para lograr ese efecto, hace falta que nosotros forcemos los límites de las herramientas y eso solo se logra experimentando. Seguiremos en ello.

Por: Santiago Velásquez Yepes