El diccionario de la Real Academia Española y el diccionario de americanismos suman un total de 163.000 palabras; cifra que aumenta con todas las que aún no están incluidas en las páginas de estos libros. Las hay largas, cortas, melodiosas, específicas, bonitas, trascendentales, extrañas, frecuentes. Cada una de ellas es una forma diferente para nombrar todo aquellos que pasa por nuestra vida, por nuestra mente, por nuestro cuerpo.
Hay palabras para todo y si no las hay, se inventan cada día, nacen de la imaginación y de la necesidad de los hablantes para expresar los mundos que habitan. ¿Qué haríamos sin las palabras? Ellas configuran nuestra realidad y nos permiten definir con unas cuantas letras las palpitaciones de nuestro corazón cuando nos emocionamos, los hallazgos afortunados pero inesperados que asombran nuestros días, los colores que pintan todo a nuestro alrededor, los sonidos que llegan como caricias a nuestros oídos y hasta eso que experimentamos cuando un sabor se posa en nuestra boca.
Pero con las palabras ocurre un milagro. Su espíritu no se queda solo con nosotros, sino que desde hace miles de años se comparte con otros. Atraviesan los labios, se impregnan en el papel, se ponen sobre las mesas, pasan por los micrófonos, navegan por las pantallas..., para perpetuarse, para estar ahí, atentas a la oportunidad de ser leídas, escuchadas y palpadas por otros.
¿Cuántas palabras usamos en un solo día? Elegir solo una de todas las que componen nuestro idioma parece un trabajo arduo y casi imposible. ¿Cuál es la más bonita? ¿Cuál es la que más nos gusta? ¿Cuál es esa que apareció un día en nuestra vida y nunca más se fue? ¿Cuál es la que nos define? Sin embargo, la FundéuRAE, la Fundación del Español Urgente, se ha propuesto la tarea.
Desde el 2013 elige la palabra del año. Para hacerlo, se basa en dos requisitos. El primero es que esta palabra haya despertado el interés de los hablantes bien sea por su origen o por su uso. El segundo es que haya estado muy presente en los medios de comunicación por su papel esencial dentro del debate social. ¿Cuáles han sido esas palabras? Aquí les dejamos un recuento.
2013: Escrache
2014: Selfi
2015: Refugiado
2016: Populismo
2017: Aporofobia
2018: Microplástico
2019: Los emojis
2020: Confinamiento
Todas estas palabras llegan a nosotros para susurrarnos fenómenos importantes, para contarnos la esencia de un momento. Aunque este año apenas está comenzando aparece como un gran lienzo para escribir en él las palabras que queremos que nos definan. ¿Cuáles serán esas palabras? ¿Seguirán siendo aquellas asociadas a la transformación de nuestras vidas, a la nostalgia de la realidad antes de la pandemia? En el escenario han aparecido algunas que antes no eran tan relevantes como protección, cuidado, esperanza, y que durante este tiempo nos han mantenido de pie.
Desde la Biblioteca digital y para celebrar el #DíaMundialDelIdiomaEspañol, queremos proponerles pensar en las palabras, recordar esas que más nos gustan, que nos cambian el ánimo, que hemos aprendido últimamente, que deseamos compartir con los demás. Así que, ¿Cuál será la palabra del 2021? Leemos sus propuestas.