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Recomendaciones para que los niños y las niñas amen la lectura

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Recomendaciones para que los niños y las niñas amen la lectura
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La Fundación Ratón de biblioteca, institución que forma lectores en Medellín desde hace más de cuarenta años, lanzó la plataforma “Portal de literatura Ratón”, una caja de herramientas literarias que busca ser “el mejor aliado” para quienes quieran convertirse en promotores de lectura, en especial las mamás y los papás que quieran acercar a sus hijos a esta práctica. En la plataforma se encuentran montones de reseñas de libros de literatura infantil y juvenil (LIJ) y estrategias para trabajar con ellos. Y puedes acceder al texto completo de la mayoría de estos libros a través de la Biblioteca Digital de Comfama.

A propósito del lanzamiento de esta nueva herramienta, te dejamos doce recomendaciones para hacer de la lectura una práctica cercana para los niños y las niñas.

1. Conoce un poco sobre cómo aprenden a leer los niños y las niñas

Para formar niños y niñas lectoras es necesario comenzar conociendo un poco sobre la forma cómo lo niños adquieren el lenguaje. Incluso antes de salir del vientre, los bebés captan algunos estímulos del mundo exterior, principalmente los sonidos. Por eso, cuando salen, pueden reconocer las voces que escucharon con mayor frecuencia durante su proceso de gestación. A medida que crecen, sus sentidos se agudizan y comienzan a leer todo lo que les rodea: aprenden las formas, las texturas y las distancias, distinguen entre las luces y las sombras, descubren los sabores y los colores, perciben los cambios de ánimo de las personas y hacen incontables operaciones complejas así por el estilo.

Luego viene la lengua oral, las palabras se les empiezan a pegar provenientes de las conversaciones cotidianas, las voces de la radio, la televisión, los videos en internet y una larga lista de fuentes. Por eso tenía razón el reconocido pedagogo Pablo Freire cuando afirmó que “la lectura del mundo precede a la lectura de la palabra”. Es decir, cuando los niños y las niñas inician su proceso de alfabetización ya tienen un bagaje leyendo el mundo. Entonces, para que sea ameno su tránsito de la lengua oral a la lengua escrita deben encontrar conexiones entre su lectura del mundo y el nuevo aprendizaje de las convenciones gramaticales. Suele ser en este punto donde se crean los traumas relacionados con la lectura, como aquel que a muchos les quedó producto de la pedagogía de “la letra con sangre entra”, de la lectura como castigo o actividad obligatoria.

2. Aprende a leer en voz alta

Leer en voz alta es una acción que está al alcance de cualquier persona que sepa leer. De hecho, es frecuente que leer en voz alta haya hecho parte del proceso de aprender a leer en sí mismo. Sin embargo, si se quiere usar como estrategia para formar niños y niñas lectoras, es recomendable perfeccionar esta técnica. Aprender a respirar debidamente, proyectar la voz, subir o bajar la entonación según las derivas de la historia, acelerar o frenar el ritmo para manejar la tensión, son solo algunos de los trucos que te ayudarán a hacer de la lectura un momento emocionante.

3. Comienza lo más temprano que puedas

Es beneficioso comenzar a leer a los niños y a las niñas desde una edad muy temprana, incluso mientras se desarrolla el proceso de gestación. La exposición temprana a libros y palabras ayuda a desarrollar habilidades lingüísticas y cognitivas que favorecerán que el hábito de la lectura se incorpore con mayor naturalidad. Estas habilidades, además, serán muy útiles para todas las actividades que vayan a desarrollar los y las pequeñas posteriormente, sea un deporte o una acción creativa. Pero si no empiezas desde temprano, no hay problema, puedes ir introduciendo a los niños y a las niñas de a poco en la lectura, solo basta que el proceso que inicies sea constante y progresivo.

4. Inicia por hacerte a ti mismo(a) lector(a)

Es común ver a adultos que no leen pidiéndole —a veces exigiéndole— a los niños y a las niñas que lean más. A esos mismos adultos se les escucha quejándose porque las nuevas generaciones ya no leen tanto como las anteriores. No seas uno de esos adultos. Si vas a pedirle a los niños y a las niñas que lean es porque tú mismo estás atrapado por la lectura y es una actividad que practicas con regularidad. Las niñas y los niños son muy buenos detectando las arbitrariedades.

5. Ofrece la lectura como una opción tan divertida como las demás

Empieza a abrirle un espacio a la lectura en tu cotidianidad. No tiene que ser un horario fijo ni mucho tiempo. Simplemente ofrécele a los niños y a las niñas la lectura como una actividad posible que pueden elegir y que es importante que la hagan por lo menos una vez al día en el momento de su preferencia. Evita plantear la lectura como un preámbulo para otra actividad o una “prueba” que deben superar para poder hacer lo que en realidad quieren; por ejemplo, no es conveniente decirles cosas como: “Si lees un libro luego puedes jugar video juegos”. En lugar de eso, hazles notar que la lectura es una actividad que les permite pasar tiempo juntos o tiempo a solas, que les permite conversar entre ustedes o aprender cosas por su cuenta. Pero no la cargues de una utilidad, deja que los niños y las niñas la descubran.

6. Procura que los libros estén al alcance de los niños y las niñas

Si tienes la posibilidad, empieza a ubicar libros en los sitios más llamativos de la casa. Dispón estanterías, mesas, canastas y todo lo que se te ocurra para dejar libros por ahí, que sea inevitable toparse con ellos. No le tengas miedo a que se dañen, los libros son para usarse. Uno de los pasos cruciales en la formación de lectores y lectoras es que estos se familiaricen con los objetos de lectura, que aprendan a manipularlos y, con el tiempo, a cuidarlos. Que los niños usen los libros para hacer columnas o casas hace parte del proceso. Tampoco es necesario que compres libros, los puedes prestar en una biblioteca. Con los libros prestados sí es necesario tener todas las precauciones necesarias, ya que estos libros cumplen una función pública y deben servir para tantos usos como sea posible.

Cuatro niños y dos adultos se reúnen alrededor de una mesa que tiene libros. Están en una biblioteca.

7. Aprende a elegir los mejores libros

Muchos de los libros para niños y niñas que se publican cada año tienen un claro interés comercial. Se preocupan, casi siempre, por ser atractivos visualmente o moralizantes sin ofrecer una historia narrativamente profunda y bien estructurada. Que los niños y las niñas accedan a historias elaboradas es fundamental para enriquecer su capacidad de interpretación y recreación de la realidad. De ahí que sea tan importante saber seleccionar. Existen varios libros y blogs especializados que te ayudarán a ir formando un criterio para escoger los mejores libros para dar de leer. Uno de ellos es Make Make y otro el Portal de literatura Ratón.

8. Permite que los niños y las niñas elijan los libros que quieren leer

Este gesto ayuda a reforzar la idea de que la lectura es una de las actividades que pueden elegir hacer con su tiempo y evita que introyecten la idea de que es una actividad obligatoria, un deber, un castigo o algo que les impide hacer lo que en realidad quieren hacer. Además, permitirles elegir sus propios libros estimula la sensación de autonomía y libertad.

9. Fomenta la interacción y la creatividad

Mientras esté leyendo con los niños y las niñas, anime la interacción haciendo preguntas sobre la historia, señalando imágenes y animando la conversación. La lectura no solo se trata de decodificar palabras, es una actividad creativa, requiere la participación activa del lector para poder construir el sentido del texto. Anime a los niños y a las niñas a interpretar las historias o a crear sus propias historias a partir de la que acaban de leer.

10. Visita todas bibliotecas que puedas

En las bibliotecas ocurren cosas fascinantes todo el tiempo. Usualmente sus programas son abiertos y tienen cosas para todos los públicos. Identifica las bibliotecas ubicadas en tu zona, explora sus programaciones y regístrate para prestar libros. Allí encontrarás grupos de lectura para ti y para los niños y las niñas y también personas con conocimiento para recomendar libros y estrategias de lectura.

11. Sé consistente y paciente

Algunos niños pueden mostrar más interés por la lectura que otros o algunos lo pueden hacer más rápido que otros. Lo importante es ser consistente y paciente, crear con regularidad un espacio y momento para la lectura. En otras palabras, hacer que la lectura siempre esté disponible. Tu función es mantener abierta la puerta de la lectura, no hace falta forzar a nadie para que la cruce.

12. No pares de formarte

Formar lectores y lectoras es un oficio que se transforma con el paso del tiempo. El desarrollo de la tecnología afecta la manera cómo leemos. De hecho, cada vez más rápido cambia la manera en que los niños y las niñas acceden a contenidos. Por todo esto conviene mantenerse en constante actualización. Una buena manera de hacerlo es a través del Portal de literatura Ratón. A continuación guía de uso.

¿Qué se necesita para hacer parte del Portal de literatura Ratón?

Este portal es una herramienta abierta y gratuita. Lo único que debes hacer es seguir estos pasos:

1. Ingresar al sitio web www.ratondebiblioteca.org. Luego has clic en el botón "Portal digital" ubicado en el menú principal.

2. Para poder acceder a los contenidos primero debes registrarte. Busca el botón "Regístrate" y sigue los pasos.

3. Actualiza la página y empieza a disfrutar los contenidos.

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Para hacerlo ingresa a este link https://checkout.wompi.co/l/iqMEs9 y dona el monto que desees.

Por: Santiago Velásquez Yepes