Reseña

El tiempo largo de los editores

Reseña de Para Roberto Calasso, de Jorge Herralde.

Portada Para Roberto Calasso
El tiempo largo de los editores

El editor y escritor italiano Roberto Calasso murió el 28 de julio del 2021, tenía 80 años. Su muerte remeció, entre muchas razones, porque era sabido que conocía como pocos las proezas con que muchos de los autores más importantes del siglo XX habían logrado ser publicados. La relación de los escritores con sus editores es el telón de fondo de la vida reciente de la literatura, y parte de sus secretos ayudan a amarrar la historia que sí conocemos. Calasso dejó sus memorias, pero en vida era una fuerza provocadora que alertaba a los editores acerca de las debilidades de este tiempo. Luego de su muerte, Jorge Herralde, fundador de Anagrama, preparó el libro Para Roberto Calasso (Anagrama, 2022) con la intención de compilar algunos testimonios sobre la obra de su amigo y autor. Incluyó textos que ayudan a entender la importancia de un intelectual como Calasso de cara a las derivas contemporáneas: el discurso que este leyó al recibir el premio Formentor en 2016, recuerdos que el mismo Herralde atesora, palabras del traductor al español de su obra y, entre otros textos, un ensayo de Gustavo Guerrero, colaborador de la editorial francesa Gallimard, que hace que el libro valga aún más la pena si se quiere entender cómo es posible mantener una editorial de pie durante más de 60 años.

Guerrero sabe identificar del recorrido de Calasso al frente de Adelphi —la gran casa editorial a la que llegó con solo 21 años—, las decisiones trascendentales que definieron su estilo. Adelphi se precia de tener en su haber a los escritores más importantes del siglo XX europeo, y Calasso, de ser el puente que les ayudó a cruzar a esa orilla. Según Guerrero, Calasso y Herralde compartían una lista de verdades, implícitas en su hacer, pues los catálogos que ambos compusieron dan fe de las mismas convicciones,

(...) del combate que ambos libraron por hacer de la edición un arte no menos exigente que la propia escritura.

Los puntos que señala Guerrero son fundamentales para entender qué diferencia a una buena editorial del resto y cómo saber leer un fondo compuesto por cientos o miles de libros, pues Calasso defendía que cada título publicado por una editorial debía poder leerse como un capítulo más dentro del gran libro que es el catálogo en pleno.

Para empezar, está el compromiso de Adelphi con la publicación de obras completas, lo que da cuenta de una apuesta total por la voz de un autor, incluso en contravía de sus esperanzas en el mercado. Se trata de una fascinación por conocer un mundo de la manera más integral posible, que se fija tanto en creadores del pasado, clásicos más o menos olvidados, o contemporáneos que escriben su obra mientras los editores hacen su apuesta. De ese empeño se desliga la segunda característica compartida por ambos editores: la capacidad de crear lazos entre tradiciones de diferentes épocas, de trazar cierta continuidad entre ideas que reaparecen como síntomas, quizá, de las mismas preguntas. Las respuestas de un buen editor estarían en esos libros especialmente escogidos, en los que cada detalle recibió atención —cubierta, texto de contratapa, papel, todo—, tal como se esforzaba en hacer Calasso. Ese trabajo es un reflejo de su creencia en que, si al editar se manipula la materialidad del acto de leer, lo que se pone en juego es nada más ni nada menos que la posibilidad de darle sentido a una obra.

Editar así implica tiempo: un tiempo largo que emparenta el pasado con el futuro y además se apropia de conservar partes del presente que vale la pena defender. El editor necesita del tiempo para entender lo importante, enfocar la mirada en lo que según él merece durar y pulir hasta la certeza. Calasso es un buen testimonio de un pensador formado por esa conversación que él mismo defendía entre ideas antiguas y modernas, y este libro una introducción somera a sus facetas como editor y escritor, que se ramifican en muchos otros títulos, unidos por su preocupación esencial acerca de ese soliloquio histórico y sagrado que termina por convertirse en literatura.