Reseña

La voz de las mujeres que estuvieron condenadas a callar y esperar

Portada del cómic Estamos todas bien
La voz de las mujeres que estuvieron condenadas a callar y esperar

En 2017 la dibujante española Ana Penyas ganó el Premio Nacional de cómic de España por su libro Estamos todas bien. Fue el primer Premio Nacional que ganó una mujer y la puerta de entrada a la obra gráfica y narrativa de una dibujante que en muchos de su trabajos gráficos, En transición (2017), Mexique el nombre de un barco (2017), Así lo vivimos (2018), Todo bajo el sol (2021), recupera el pasado para explicar el presente y mirar el futuro.

Si quisiéramos definir en conceptos Estamos todas bien es un libro sobre la memoria, pero también un libro sobre el silencio. Lo que se recuerda y lo que no ha sido escuchado toman un lugar en las páginas horizontales de este álbum de memorias gráficas sobre mujeres que vivieron la posguerra en España. Penyas, tal y como lo anticipa en un breve comentario que escribió sobre el libro, en medio de recortes, borrones, collages, superposiciones de imágenes y varias capas de texturas, narra una reconstrucción de algunos fragmentos de las vidas de sus abuelas: Maruja y Herminia. Fragmentos narrativos alejados de toda ambición monumental, y que escapan, por su carácter íntimo, a la resonancia de los grandes relatos y la épica histórica, para darle lugar, sin mucho ruido y sin mucho alboroto, a las historias mínimas de sus abuelas, que en los espacios dibujados cobran protagonismo, al tiempo que ellas son recordadas y salen del silencio.

Sin la estridencia de los colores cálidos y con la opacidad que se desprende del rosa y rojo oscuro, el amarillo arena y los muchos grises que acompañan las voces de las mujeres, los elementos gráficos actúan con sobriedad en unas páginas que se completan por la combinación de líneas y el relieve de las texturas que le brindan la porosidad necesaria a las composiciones donde el tiempo se arma al ritmo de la memoria.

Estamos todas bien es una narración gráfica, como se ha dicho, sin mucha pirotecnia. Su efecto narrativo se soporta en la posibilidad de contar cómo fue la vida de unas mujeres en un contexto que las limitaba, en ajustar detalles expresivos, redibujar huellas y recuerdos, anclando su pasado y su presente para ver desplegados sus oficios, ambiciones y posibilidades. Un ejemplo de ello ocurre cuando Maruja describe y le cuenta a Ana que lo mejor que le ha pasado en la vida es conducir, manifestado en ello la posibilidad de irse sola a muchos sitios, viendo en el viaje y la movilidad la forma de un nuevo mundo y una nueva vida. Así, con muy pocos gestos y la ubicación precisa de detalles emotivos, vamos recogiendo las historias que son contadas a través de la flexibilidad gráfica, la cual se aleja del realismo convencional por las formas y composiciones usadas, creando al paso de la narración una proximidad testimonial que le da a las conversaciones e historias dibujadas una vínculo con las rutinas de Maruja y Herminia mientras nuestra mirada sigue su cotidianidad, lo que nos permite presenciar, con fluidez y fuera de todo artificio, su pasado y los muchos rastros de lo que vivieron en su presente.

Además de Maruja y Herminia, este también es un libro dedicado a las otras mujeres que como las dos abuelas de la autora vivieron de forma lateral en los años de la posguerra y estuvieron condenadas por muchos años a callar y a esperar. De modo que, lo que se narra y se recuerda, es el espacio central de las mujeres que salen de la espera para contar lo que nunca les fue permitido. Es por eso que seguimos, en relatos sencillos y articulados, sus testimonios y sus silencios que se abren en las conversaciones y preguntas que Ana y sus abuelas tienen. Todo esto, en paralelo a la mirada que la dibujante fija en el mundo de ellas, llevándonos en medio de un ritmo pausado que nos invita más a la observación, a tocar con los ojos cómo ellas sobrellevaron con dignidad su vida, cómo a pesar de la arbitrariedad y las pocas oportunidades siguieron adelante, y cómo lograron, a pesar de esto y mucho más: estar bien.

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