Reseña

Intercambio de retratos por recuerdos

Cabecera El sabor de la tierra
Intercambio de retratos por recuerdos
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En 2010 Edmond Baudoin y Jean-Marc Troubet (Troubs) viajaron a la frontera entre México y los Estados Unidos, a orillas del río bravo dibujaron y escucharon los sueños de los habitantes de la zona en uno de los periodos más violentos que ha vivido Ciudad de Juárez cuando miles de mujeres fueron asesinadas y se dieron todo tipo de violencias derivadas de la guerra por las drogas. De ese viaje de conversaciones y miradas nació Viva la vida: Los sueños de Ciudad Juárez y también se abrió la posibilidad de un viaje futuro al sur de Colombia, concretamente al Caquetá. El sabor de la tierra es el título que recibe la recreación de dicho viaje en forma de historieta documental.

Publicado en un momento donde los Diálogos de paz entre el Estado colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) estaban en una fase inicial, El sabor de la tierra es un libro que cuenta un paisaje y un territorio en conflicto, saltándose el uso fácil y panorámico de frases hechas y exóticas, lo cual logra gracias a un trabajo de inmersión virtuosamente recreado en una narrativa gráfica que sigue la voz de los ciudadanos para exponer las contradicciones y la complejidad de la guerra y la violencia.

Antes de 2013 no era habitual encontrar narraciones gráficas que fueran más allá del relato bélico y hegemónico del conflicto armado colombiano, relato, por lo general, soportado en la construcción del enemigo absoluto. De ahí que lo hecho por los dibujantes franceses, además de que se desprende de todo encargo y agenda comunicativa, abrió un camino poco explorado, no solo en lo gráfico sino en el cómo se narraría el conflicto luego de la firma del acuerdo de paz entre las dos partes mencionadas. Lo que hace de este trabajo una referencia narrativa tanto en lo gráfico como en lo documental.

Esta narración gráfica, espontánea, sin agendas delimitadas, inicia con una primera parada en Bogotá y un paseo más que panorámico por la Universidad Nacional; luego, los dibujantes atraviesan en carro varios caminos hasta llegar a Florencia, Caquetá, la ubicación central de gran parte de la historieta. Una vez allí, conservando el margen y la distancia, los dibujantes, sin asomo de estereotipos, van representando el paisaje y a sus habitantes, intercambian retratos por recuerdos, tal y como lo habían hecho en Viva la vida. Articulando dibujos y palabras construyen una historia poliédrica en sus texturas y formas, logran combinar la atmósfera de las esquinas y parques, lo que escuchan en la intimidad de algunas casas que visitan y los resultados de sus experiencias en los talleres de dibujo realizados en los recorridos a pueblos veredas cercanas.

En el cruce de representaciones que hacen Troubs y Baduoin, le suman a la solvencia y la integración de elementos naturales y arquitectónicos, un diálogo ornamental entre lo que ven y la forma cómo van representando lo visto bajo su mirada particular. Su método es sencillo: dibujar retratos de los habitantes y escuchar sus testimonios y sueños, en últimas, observar un territorio ajeno para tratarlo de comprender. Por lo tanto, la mirada conjunta se superpone a la información, a los estilos gráficos, a las páginas que en su conjunto forman un tejido en el que se puede ver de muchas formas gracias al estilo rústico y vibrante del pincel de Baudoin y las composiciones y puntos de vista de Troubs.

Baudoin y Troubs no apelan al artificio que usan muchos comunicadores y periodistas: una supuesta imparcialidad en la información o la disculpa de la comunicación objetiva. Al contrario, ellos, observadores extranjeros, alejados del rol de turistas, no se cargan de matices profilácticos. Lo que cuentan está lejos de aquello; su punto de vista, siempre reflexivo más que narrativo, se mueve con proximidad y cercanía. Este diario gráfico sirve para plantearse preguntas por el sabor de la tierra y por las fronteras en disputa, pero sobretodo es un tributo a la tierra misma y a su futuro.

Eje cómic El sabor de la tierra

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