Edición limitada

Editar en primera persona

«Gris Tormenta es un taller editorial que imagina, edita y publica colecciones particulares de libros sobre la intersección contemporánea entre escritura, lectura y edición. A través de ensayo literario y memoria, explora la idea del libro mismo, sus posibilidades, componentes y estructuras.» (Tomado de gristormenta.com).

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Gris Tormenta es el resultado de una búsqueda activa por encontrar una falla. Sus fundadores, Mauricio Sánchez y Jacobo Zanella, querían participar del mundo editorial, confusamente saturado pero al que siempre le hace falta algo: un libro más, uno distinto. Analizaron el panorama para entender sus flujos: qué se publicaba, qué leía la gente, qué parecía querer leer más. La conclusión llevó hacia el ensayo. La adopción de esta palabra impactó no solo la elección de los textos sino la práctica misma: cada libro iba a ser un experimento de combinaciones inusuales que indujera nuevas conductas de escritura y de lectura.

Para la primera colección, Disertaciones, se propusieron elegir a varios autores para comisionarles la escritura de un ensayo alrededor de un tema. El punto de llegada de cada libro, después de meses de trabajo, es una reflexión colectiva armada de tal manera que entre todas las voces se construye un rodeo novedoso y plural. Antes de eso, está la suerte de dar con los escritores correctos y en el momento justo para lograr de ellos un texto que atine al blanco. La colección echó a andar con dos ediciones alrededor de la pregunta Por qué escribo —una cuestión que muchos autores han abordado, entre ellos George Perec, figura tutelar de todo este ejercicio editorial, en Why I write— y salió de su cerco autorreflexivo con un homenaje directo a Perec en Lo infraordinario.

Luego siguieron títulos como La lengua es un lugar, dedicado a escritores que viven su oficio en intersección con un idioma extranjero, ya sea porque migraron, escriben en varios idiomas o renunciaron a su lengua madre para ser adoptados por otro pueblo, por otra sintaxis. De esta compilación hacen parte autores como la escritora mexicana Cristina Rivera Garza, la escritora indobritánica estadounidense Jhumpa Lahiri y el escritor francorrumano Eugène Ionesco, muerto en 1994. Si ni la lengua ni la nacionalidad son impedimento para cruzarse en una antología de la editorial, tampoco lo es el tiempo.

Después de Disertaciones, llegó Editor, una colección para dar paso a las reflexiones de los editores, por supuesto, o de personas con intensas experiencias editoriales dentro del mundo de la traducción y la escritura. Fue recibida con sed: hay cierto afán reciente por conocer las costuras de la creación de libros. Como ocurre siempre para Gris Tormenta, esta colección se forma con los hallazgos de la lectura, no por manuscritos pedidos. La mirada que tiene la editorial de sí misma como taller se parece a un trabajo de minería: ir a lo que ya está hecho, quizá olvidado, sin traducir, como parte de otra publicación, y darle vida mediante un nuevo marco. Los libros de Editor son sobrios, pequeños, tenues, pero su impacto fue mayúsculo. De la colección hacen parte los ires y venires de Thomas Bernhard con la precariedad de su oficio, la obsesión luminosa de Mario Muchnik con la traducción de un clásico como Guerra y paz y el extrañamiento atento de Lahiri con las diferentes portadas de sus libros según la traducción.

Por último, y como consecuencia casi natural de la profundización en los asuntos del libro, nació Paisaje interior, dedicada a las poéticas sobre la escritura hechas de manera intencionada o no por diferentes autores. La colección echó a andar con el libro Última carta a un lector de Gerald Murnane —había que empezar por el final—, resultado del propósito de Murnane de releer toda su obra en un año y escribir informes para completar “los restos textuales” de su vida. De ese acercamiento surgió una especie de consciencia paisajística sobre la escritura en relación a la vida, plasmada en forma de ensayos y que recuerda las nociones de Aby Warburg sobre la memoria y el pensamiento.

Un criterio semejante gobierna el fondo editorial de Gris Tormenta, en su conjunto: crear un paisaje de argumentos y entrecruzamientos que ayude a pensar las cuestiones más urgentes de la contemporaneidad. Los libros de cada colección son buenos vecinos entre ellos: invitan al lector a tocar en la puerta siguiente. Los autores de cada antología sí que están obligados a plantar ideas que prometan un jardín complejo, una sombra futura para las contradicciones del presente.

Revive la conversación con Jacobo Zanella, editor de Gris Tormenta