Les presento a Mae, aunque en realidad no hace falta, pues tarde o temprano ella terminará siendo la persona más famosa del mundo. Día tras día, millones de personas se conectan a través de internet para ver, en alta calidad, la cotidianidad de Mae: cómo se prepara por la mañana después de despertar, cómo se desplaza a su trabajo, qué hace, a quién visita, con quién habla, incluso cómo duerme. Esta joven mujer aceptó ser pionera en un proyecto que promete eliminar la corrupción y, con ello, los principales problemas de la humanidad. El proyecto se llama SeeChange, nombre que adaptado a nuestro idioma traduciría algo así como “ve el cambio”. Es un proyecto de transparencia total que consiste en ubicar cámaras minúsculas en los lugares más insospechados del espacio público y del espacio íntimo. Quienes instalan estas cámaras no son compañías de vigilancia, ni servicios de inteligencia militar, son los mismos usuarios de internet, ciudadanos que las compran, las ponen donde les plazca y luego la sincronizan con su perfil en la única red social que existe para que cualquier persona pueda ver los contenidos percibidos por tales cámaras desde la comodidad de sus dispositivos en cualquier lugar del planeta.
Una cámara similar es la que sigue los movimientos de Mae a lo largo del día, pero, a diferencia de las anteriores, la de la joven no está ubicada en un lugar fijo, ella la lleva en su cuello, gracias a un collar que se adaptó con ese propósito. De modo que la cámara no ve tanto su imagen, observa cuanto ella mira. Mae solo tiene permitido apagar el audio durante cuatro minutos, tiempo que le debe resultar suficiente para hacer sus “necesidades fisiológicas” y cuya información auditiva no es apetecible para los espectadores.
Mae ingresó hace un par de meses a trabajar en El Círculo, la compañía que ha logrado hacerse con el dominio de internet y que se ha posicionado como una de las principales productoras de tecnología a nivel global. Su gran invención es el TruYou, una cuenta que unifica todas las demás que antes tenían los usuarios de internet. Es una herramienta que permite tener “una sola identidad, una sola contraseña y un solo sistema de pago por persona”, es una tecnología que permitió acabar con los troles, las identidades falsas o múltiples en internet; en últimas, permitió unificar el “yo” digital. Ah, por cierto, El Círculo es la misma empresa impulsora de SeeChange.
Estar allí es el trabajo soñado para cualquier persona. Los beneficios son innumerables: el mejor salario posible, una atención médica de alta calidad para ti y tu familia, alimentación preparada por los mejores chefs del mundo, entretenimiento sin tener que salir de las instalaciones de la compañía, entre otras cosas por el estilo. Si bien Mae desempeña un oficio, entre comillas, menor —atención al cliente— es igual de valorada que cualquier otro miembro del equipo. Es más, se dice que todos empezaron por ahí.
El convertir al mundo en un lugar “transparente” es una iniciativa de Stenton y Bailey, dos de los tres líderes de la compañía. Su principal objetivo es lograr que las personas que ocupan cargos públicos se acojan a esta dinámica, es decir, que acepten llevar cámaras en el cuello como las de Mae. De esta manera, dicen ellos, la democracia mejorará significativamente. La idea es que cualquier ciudadano pueda observar en tiempo real “con quiénes se reúnen. Con quiénes hablan. Lo que están haciendo con el dinero del contribuyente”.
Stenton y Bailey afirman que la transparencia a lo largo de la historia de la humanidad ha sido voluntaria, cuando el ideal sería, por lo menos en el sector público y para alcanzar la democracia “real”, que fuera de alguna manera obligatoria. Afirman además que, si bien algunas personas e instituciones han optado por la transparencia, nunca antes habíamos contado con las condiciones ni los recursos para lograrla de forma “total”. El desarrollo tecnológico alcanzado por El Círculo hace posible que cuenten con los instrumentos y la infraestructura necesaria para que la transparencia suceda. Esto me hace pensar, entonces, como ocurre con cualquier innovación, cuál es la mejor forma de administrar ese nuevo poder que podríamos tener en las manos.
No puedo dejar de mencionar que este libro lo leí digitalmente en esta biblioteca digital, a la cual cualquier persona puede acceder con su cuenta si ya la tiene o creando una nueva. Seguro la cuenta de esta Biblioteca es una más de las cientos que ustedes ya tienen, piensen cómo sería de fácil acceder si tuvieran una sola cuenta para todo.