Evocar los libros de la infancia es abrir una puerta por donde llegan risas, asombro y esa extraña maravilla que se siente en muchas de las primeras veces. Quizá los rostros de los personajes se han difuminado, los paisajes se han mezclado como acuarelas corridas, y las aventuras ya no siguen un orden. Pero las emociones que despertaron aquellas páginas y el momento en el que nos leyeron siguen ahí, intactas, esperando a ser recordadas.
Momentos suspendidos en los que quien lee y quien escucha respiran el mismo instante. No hay relojes, ni pendientes, ni ruido que interrumpa: una historia cargada de novedad, un oído atento y la certeza silenciosa de estar compartiendo algo que se quedará para siempre. Como lo dice la escritora y educadora Yolanda Reyes,
El título 167 de Palabras Rodantes: Cuentos con alas de papel: aventuras para leer en familia es una selección de cuentos de once autores y autoras. Once oportunidades para afianzar la relación de niños y niñas con la lectura y los vínculos seguros en familia. Relatos que nos recuerdan la complicidad que teníamos con los lugares, personajes y sus andanzas, que nos contaban de pequeños. Que nos llevan a esas primeras voces de familiares y cercanos mientras nos leían en voz alta.
Que fueron puente de nuestra imaginación con otros pueblos, ciudades, paisajes y mundos hasta entonces no conocidos. Que nos transportan a ese último momento del día en el cuarto oscuro. La cama, la cobija, y la mirada perdida en el techo. Una luz y una voz tenue que llenan todo el cuarto y fijarán en la memoria, una sola imagen que se compone que es la suma de muchos momentos felices. Un ritual que marcará el camino de nuestra experiencia con la lectura. Once cuentos para poner a imaginar a pequeños y grandes, y regalarnos una experiencia de lectura similar o en una versión mejorada a la de los recuerdos de nuestra infancia.
No necesitas ser experto en libros infantiles ni tener voz de actor: solo ganas de leer. En este artículo encontrarás ideas para hacer de la lectura en voz alta un momento tan divertido como un juego, consejos para elegir y organizar los libros en casa, y pistas sobre dónde encontrar buenas historias, cada cuánto leerlas y cómo contarlas en voz alta.

Para empezar con el título 167 de Palabras Rodantes no hay que obedecer el orden. Se vale jugar para elegir: piedra, papel o tijera; cachiporra; Tin marín, de do pingüé…; o simplemente hacer bibliomancia, dejarse llevar por el azar de la página donde abras el libro. Puedes leer como saltamontes, de aquí para allá, y dejar que cada día elija su propio cuento. Aquí te dejamos algunas recomendaciones.
Cuentos con picardía, personajes y sucesos sorprendentes:
1. El pastor Raúl: una historia de ovejas de Eva Muggenthaler
¿No les ha pasado que van caminando tranquilos y, de repente, un olor les pega en la nariz y zas, están otra vez en la cocina de la abuela? ¿O que hay olores que son como timbres de llamada de una persona? Eso pasaba con Raúl, un pastor de ovejas recién llegado a la ciudad, que por donde caminara, la gente empezaba a ver praderas verdes, ovejas con cara de sospecha y cielos amplios. Y seamos exagerados, algunos juran que incluso les crecía pasto en la imaginación.
En El pastor Raúl: una historia de ovejas se encontrarán con un hombre que dejó el campo para irse a la ciudad, pero el campo le hizo trasteo: las ovejas abandonadas le llegaron a la ciudad como turistas perdidas buscando su guía. Entre diálogos sencillos y escenas divertidas y juguetonas, Eva Muggenthaler, ilustradora y escritora de literatura infantil y juvenil alemana, con detalles sutiles y metáforas convierte lo simple en un juego. Además de llevarnos del campo a la ciudad y recrear un personaje que parece oler a pasto, nos pone a pensar en cómo por más semáforos y edificios que se pongan de por medio, hay lugares que se le quedan a uno pegados, como espinas de cadillo en la ropa.

2. El trasto de la señora Adela de Teresa Duran
En El trasto de la señora Adela, un tractor entra en escena con la lealtad y el carácter de un perro viejo que nunca se cansa de seguir a su dueña. No gruñe, pero resopla. No mueve la cola, pero vibra como si la tuviera. La historia es obra de Teresa Duran, escritora española que también ilustra, enseña, investiga y opina con agudeza sobre literatura infantil y juvenil. En sus manos, este tractor no es solo una máquina: es un personaje con alma de compañero inseparable.
3. El otoño del árbol cascarrabias de Jordi Sierra i Fabra
Si de asombrarse con las ocurrencias de niños y niñas se trata, y de descubrir cómo darle vida a lo que parece marchitarse por dentro y por fuera, el cuento ideal es El otoño del árbol cascarrabias, donde los pequeños protagonistas inventan formas insólitas de reconciliarse con ese árbol de mal genio. Su autor, Jordi Sierra i Fabra, primero fue reportero musical antes de entregarse por completo a la escritura. Hoy, además de sus textos, impulsa fundaciones que siembran lectura y escritura espacialmente en niños, niñas y jóvenes.
4. Cuando la nieve llegó (Cuando nevó sobre Medellín) de Juan Carlos Akay
Cuando la nieve llegó (Cuando nevó sobre Medellín) es una mezcla de ternura y detalle en la descripción de escenas y sensaciones del personaje protagonista, sumado a la creación de imágenes poéticas que juegan con nuestra imaginación, llevándonos a fantasear en una Medellín cubierta de nieve. Un cuento en el que el español andaluz Juan Carlos Akay, escritor, conferencista y viajero, juega lanzando comparaciones que huelen a vida diaria y que nos agarran del brazo para meternos en el cuento. Y entre palabras que en Medellín usamos todos los días y otras que suenan raras pero terminan cayendo bien, arma un relato que hace que uno mire por la ventana esperando ver un tranvía pasando entre montañas nevadas.

Historias que nos llevan a otros cuentos
1. La Maravillosa Ciudad Esmeralda de Oz de Lyman Frank Baum
La Maravillosa Ciudad Esmeralda de Oz es el capítulo XI del libro clásico de la literatura infantil “The Wonderful Wizard of Oz” (El Maravilloso Mago de Oz), que nos transporta al país de Oz, un lugar lleno de brujas y criaturas fantásticas, del escritor estadounidense Lyman Frank Baum.
La traducción de este capítulo es obra de Juan Pablo Hernández Carvajal, editor de varios textos del título 167 de Palabras Rodantes y, desde 2004, director de la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra. Maestro, promotor de lectura y gestor cultural.
2. Capítulo 6 de Jairo Buitrago
El Capítulo 6, un abrebocas de Días de rock de garaje, suena como la primera canción de un casete que uno quiere rebobinar para escuchar otra vez. Nos lleva al barrio de la protagonista, ese que podría ser el nuestro, con sonidos y sombras tras la ventana, vecinos que saludan y perros que hacen los coros desde la acera. Al terminarlo, queda el eco y las ganas de escuchar la siguiente pista. Su autor, Jairo Buitrago, escritor e ilustrador colombiano, compone relatos como quien arma una banda: con ritmo, memoria y un toque de rebeldía. En la Biblioteca Digital de Comfama hay más de sus libros listos para subir el volumen.
Cuentos con ilustraciones que dan ganas de traspasar el papel
1. Cartón y papeles de Cecilia Pisos
Hay libros que nos atrapan tanto que uno quisiera mudarse a vivir con sus personajes. Otros que obligan a leer de un tirón, y unos cuantos que, al acabarse, dejan una tusa peor que la de un despecho. A Mayra, protagonista de Cartón y papeles, le pasa algo similar: mientras lee, una princesa sale de las páginas, le estira los bracitos y le ruega que no la abandone. La ilustración transmite lo mismo: provoca ser Mayra, elegir varios títulos y tirarse al piso como quien se lanza a una piscina de letras y nada sin parar. La autora, Cecilia Pisos, argentina, es también poeta, editora y docente, y en estas páginas deja claro que las historias no solo se leen, también nos toman de la mano.

2. La Ciudad de Papel de Celso Román
La ilustración de La Ciudad de Papel invita a trepar por escaleras que parecen flotar y a perderse entre casas frágiles de origami. Su autor, Nel Correa, es también el responsable de la portada y de recrear con imágenes los once cuentos de esta edición de Palabras Rodantes. El relato es de Celso Román, escritor colombiano que reparte sus días entre la escritura, la escultura y la docencia.

Cuentos sobre preocupaciones, cacharros y vicisitudes de ser adultos
1. ¿Y yo qué puedo hacer? de José Campanari
Para enterarse de lo que inquieta al señor Equis hay que abrir ¿Y yo qué puedo hacer?, un cuento que recuerda que a veces lo más importante que podemos hacer por los vecinos cabe en gestos sencillos: saludar, escuchar, tender una mano. Su autor, José Campanari, es argentino y sabe contar historias desde todos los frentes: escribe, actúa, es narradora oral y dirige teatro.
2. Piso 29 de Irene Vasco
Piso 29 es un cuento que desafía la rutina y se mofa del valor que le damos a los objetos materiales. Su autora, Irene Vasco, escritora colombiana, ha pasado la vida entre libros, formando lectores y escritores, atendiendo librerías y habitando bibliotecas, como si en cada espacio buscara nuevas formas de contar que el verdadero valor no se mide en cosas, sino en historias.
3. Alguien de Hans Christian Andersen
Alguien es un cuento que nos lleva a reflexionar sobre el propósito del oficio que escogemos, las ambiciones, el propósito como ciudadanos y eso de ser “alguien” en la vida, a través de la historia de cinco hermanos. El autor es Hans Christian Andersen de Dinamarca, conocido por ser uno de los clásicos de la literatura infantil, cuya obra ha sido traducida a más de ciento veinticinco idiomas.