Barranquilla 2132: la posibilidad de imaginar ciudades en el futuro

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Barranquilla 2132: la posibilidad de imaginar ciudades en el futuro

Pensar en cómo seremos en el futuro es un pretexto para hablar con inteligencia del presente. ¿Alguna vez has soñado con que despiertas y han pasado 200 años en la historia de la humanidad? ¿Te has preguntado cómo será tu ciudad, tu pueblo, tu barrio en 200 años? ¿Te gustaría estar presente en ese futuro tan lejano para comprobar si los edificios son como te los imaginaste? ¿Las costumbres serán las mismas, los hábitos cotidianos cambiarán o las condiciones de igualdad entre seres vivos se habrán modificado?

Sin duda alguna estas son preguntas que todos, en algún momento de nuestra existencia nos hemos planteado. Algunos han encontrado respuestas esperanzadoras, otros han vislumbrado panoramas complejos para la humanidad, sin embargo, cada uno de nosotros, al preguntarnos por el futuro estamos tanteando lo desconocido, un terreno en donde se ponen en evidencia nuestros caracteres éticos, morales e incluso económicos.

Libros como Un mundo feliz, 1984, Fahrenheit 451, El Eternauta o los clásicos de Julio Verne han planteado este tipo de interrogantes, pues, en definitiva, preguntarse por el futuro y por los objetos que utilizaremos en él, implica también preguntarse por nuestros nuevos valores éticos y morales, y así mismo por cómo nos comportamos de acuerdo con los sistemas imperantes en el momento.

¿Alguna vez te has cuestionado si los actuales sistemas económicos han sido los mismos de siempre o tal vez en el pasado existieron otras formas de comercio que determinaban la existencia y los comportamientos de las personas?

Las narrativas de ciencia ficción abordan este tipo de preguntas. No solo indagan por los edificios y autos del futuro y cómo la ciencia y la tecnología modifican el status quo de la sociedad, o si viviremos debajo del agua o por encima de las nubes… La ciencia ficción tiene en cuenta la arquitectura porque los edificios y lugares que habitamos definen parte de nuestra forma de ser. Hablan de las prioridades que tenemos como civilización, de las estructuras sociales y los niveles de conciencia que tenemos para regirnos a nosotros mismos y de cómo afrontamos, como sociedad, problemas como la educación, la desigualdad, la pobreza y la infraestructura.

Al hablar de esta última, definitivamente se hace necesario hablar de vehículos y medios de transporte. ¿Por qué? ¿Acaso tendrá que ver con el hecho de que cada vez más, las ciudades superpobladas deben encontrar soluciones efectivas a los problemas cotidianos de movilidad y desplazamiento? Visto de este modo, las narrativas de ciencia ficción se vuelven más cercanas a nuestra cotidianidad, pues también se preguntan por problemas específicos de la vida cotidiana del presente.

Entonces, ¿alguna vez te has preguntado cómo será tu ciudad en 200 años? José Antonio Osorio Lizarazo fue un bogotano que durante un tiempo vivió en Barranquilla. En 1932, como cualquier otra persona pudo haberlo hecho y aún hoy lo hacemos, se preguntó: ¿Cómo será la vida en el futuro? Barranquilla 2132 plantea una posible perspectiva de vida en esa ciudad costera y en un futuro lejano.

¿Es posible que el acto de comer se convierta en algo desagradable y que se deba realizar en privado y de manera individual, como si fuese una actividad similar a la de ir al baño? ¿También crees posible que los protocolos de higiene en sociedad se vuelvan más estrictos y severos? O que tal vez las vestimentas e indumentarias cumplan un objetivo netamente utilitario y eliminen por completo la diferenciación entre géneros, ¿crees que es viable?

Además, hablando del tema de la individualidad: ¿Es factible que los sistemas sociales tiendan cada vez más a asemejar a las personas entre sí y simplemente sean diferenciadas por sus castas o actividades laborales productivas? ¿O por el contrario existirá la posibilidad de que cada vez nos individualicen más y más hasta el punto de que el sistema conozca cada uno de nuestros íntimos secretos y recovecos de nuestra mente?

¿Crees que el sistema investigará toda nuestra intimidad, o más bien, la eliminará? ¿Qué es el sistema? Tal vez haya otras formas… uno de los aspectos positivos que tiene la ciencia ficción es que a las paradojas y contradicciones humanas y civilizatorias les encuentra otros rumbos y destinos, o, dicho en lenguaje cotidiano, le encuentra la quinta pata al gato… y la sexta, la séptima…

Osorio Lizarazo en Barranquilla 2132 le encontró varias: hábitos de higiene social, terrorismo globalizado, pérdida de la identidad individual a medida que aumenta el egoísmo como norma de comportamiento social, controles restrictivos de la natalidad, viajes extraterrestres en vehículos particulares que usan el vacío como fuente de propulsión, ondas magnéticas como propiciadores para la transmisión de información, y además, medios de comunicación invasivos, reiterativos, omnipresentes en la vida cotidiana y con una capacidad de producción y reproducción de la realidad casi que inmediata.

Imagen tomada de https://www.popularlibros.com

Esta premura informativa, que se ve representada en la velocidad con que las cadenas de información publican sus ejemplares, tiene una profunda relación con los principios de producción en masa del capitalismo moderno. “[…] no era raro que los mismos periódicos de Barranquilla, más modestos que las vastas publicaciones de otros países, hubieran lanzado hasta veinticuatro ediciones en un solo día […]”.

Esto lo podemos leer en las primeras páginas del libro y habla acerca de la capacidad de producción de objetos en grandes cantidades. Esta es la esencia de la revolución industrial, para nada futurista, sino un hito concreto en la historia de la humanidad que inició aproximadamente a mediados del siglo XVIII y se extendió en el XIX y XX. Aun hoy tenemos huellas de esta revolución, pues hablamos de cómo las tecnologías inteligentes o las amigables con el medio ambiente pueden fortalecer los procesos productivos sin que haya un detrimento de la producción y la economía.

En conclusión, así como Osorio Lizarazo nos muestra una vasta producción de material informativo, también podemos ver una desproporcionada construcción de androides. ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? ¿O una infinita producción del fármaco soma que mantiene en un alto nivel el estado de ánimo de la sociedad en Un Mundo Feliz, o una repartición omnipresente de pantallas que vigilan y dictaminan el comportamiento en 1984, o seres con muchísimos dedos en las manos que les permiten manejar y oprimir muchos botones al mismo tiempo en El Eternauta? En estas historias persiste la esencia de la industrialización, la producción de cosas idénticas a gran escala y mucho mejor si es a bajo costo.

Pintura de José Antonio Osorio Lizarazo por Guillermo Jaramillo, 1945. Custodiada por la Biblioteca Nacional de Colombia. Tomada de: https://bibliotecanacional.gov.co

Así las cosas ¿por qué no pensar en la oveja Dolly? A mediados de la década de los noventa del siglo pasado, esta fue uno de los primeros mamíferos clonados. ¿Te imaginas un futuro en el que los seres humanos convivamos con réplicas de nosotros mismos, u obtengamos nuestras fuentes alimenticias de seres obtenidos a partir de la clonación genética? ¿Cuántos de los alimentos que consumimos hoy en día son producto de estas prácticas genéticas?

¿Has visto las películas Blade Runner (inspiradas en el ya mencionado libro de Philip K. Dick), El quinto elemento o la trilogía The Matrix? En definitiva, preguntarse por el futuro es un acto de conciencia del pasado y del presente.

Estos interrogantes y muchos otros los abordaremos el próximo sábado 19 de febrero a la 1:00 p. m. en la Biblioteca Comfama Bello Centro. Conversaremos sobre la literatura y el cine de ciencia ficción y su pertinencia en nuestro contexto ciudadano.

Ficha técnica

Barranquilla 2132

Título del libro: Barranquilla 2132

Editorial: Laguna

Autor: José Antonio Osorio Lizarazo

Por: Alejandro Vega Carvajal

  • Facilitador de Biblioteca