Creo que nuestro paso por el mundo traza en los recuerdos de los demás un dibujo. Un garabato que en muy pocas líneas dice todo de nosotros. Mi trayectoria, por ejemplo, ha perfilado un rastro ondulante que se debate entre el vértigo y el equilibrio; la política y la arquitectura; la vanguardia y las culturas ancestrales; el dibujo y la palabra. Pero mis contornos no tienen la forma de las contradicciones, sino del efusivo trémulo de la modernidad.