Nací en Medellín en 1994, casualmente el mismo año en el que el equipo de fútbol, que luego iba a seguir, sería campeón del torneo local. La década del noventa es además el momento histórico más agitado y violento de la ciudad; y el punto de partida para su transformación.
Toda mi vida transcurrió en el barrio Popular #2 de la Comuna 1, donde comenzó mi participación juvenil con el grupo Construyendo un Futuro. Luego este trasegar me llevo a espacios de convocatorias m ás amplias como la Articulación Juvenil de la zona nororiental y el Consejo Popular de Juventud. Allí, en la zona nororiental comenzaron mis acercamientos con la objeción de conciencia y el antimilitarismo como apuesta política de vida con procesos de resistencia al servicio militar obligatorio y la promoción de la erradicación de las batidas llevadas a cabo irregularmente por el Ejército Nacional. Esta experiencia me unió a otras agendas de ciudad y movimientos sociales como el Antimili Sonoro y la campaña Sin discreción, contra la militarización de la vida.
En esta ruta fui encontrando experiencias cercanas para fundar la Alternativa Antimilitarista Medellín, donde acompañamos a jóvenes para declararse objetores de conciencia al servicio militar y adelantar acciones pedagógicas que permitan el reconocimiento del derecho fundamental a la libertad de conciencia. Desde esta estrategia he participado también en la planeación y dinamización de la conferencia Antimilitarismos en movimiento: narrativas de resistencias a la guerra, en articulación con el movimiento antimilitarista colombiano y la Internacional de Resistentes a la Guerra (WRI) en el año 2018.
La ciudad y sus lógicas territoriales, así como las relaciones que se entretejen entre los jóvenes que la habitan, han sido siempre un eje de mi trabajo profesional y comunitario; con la secretaria de la Juventud nació #ObjetarEsUnDerecho para el acompañamiento a objetores de conciencia al servicio militar y la generación de alertas sobre vulneraciones a la libertad de conciencia. Mis posturas personales políticas son hoy el equipaje para este camino, un viaje por las utopías y anhelos, de la libertad a decidir y ser. Un camino vertiginoso de cara a las estructuras del poder y en conversación con los derechos.









