Aquí habitan múltiples tonalidades, como las voces, nosotros también somos diversos, tenemos distintas cualidades, ritmos y sentidos. Entendemos las voces como huellas, como improntas personales que forman parte de un sonido particular que nos diferencia pero que no nos separa, por el contrario, la unión de todas las voces conforma la base sólida para la arquitectura de las bibliotecas Claustro y San Ignacio: un lugar en el que todos y todas podemos encontrar un refugio, un espacio para ser.
Libros infantiles sobre las emociones