Corcedin y Comfama: un giro inesperado, un ángel en el camino

Un proyecto que nació como la necesidad personal de una madre, es en la actualidad una corporación que apoya los procesos de educación y acompañamiento integral de niños, niñas, adolescentes y sus familias en el Urabá antioqueño. Corcedin es, en otras palabras, la corporación para el desarrollo integral de las inteligencias.

Nació como un gimnasio para bebés con el fin de cubrir la necesidad de Mónica: dedicar tiempo a su hija, apoyarla en su proceso educativo y aportar desde su profesión a la sociedad.

Mónica María Gutiérrez es madre, psicóloga y especialista en el área clínica. Llegó a Urabá hace 20 años y comenzó a forjar su proyecto personal y social para esa comunidad que requiere de atención y procesos diferentes que permitan lograr un desarrollo integral.

Como madre preocupada, Mónica comenzó a desarrollar un proyecto que le permitiera a su hija la estimulación de todas las áreas del conocimiento.

Su experiencia en atención a la población con discapacidad, el amor por su hija y las ganas de apoyar los procesos de niños y adolescentes con discapacidad fueron y son actualmente sus mejores herramientas, las que le permiten llegar cada vez a más personas para comenzar o continuar los procesos de educación integral y que, con el tiempo, los ayudan a llevar una vida mejor.

Gracias a su trabajo y dedicación con los bebés que asistían al gimnasio, fueron cada vez más los padres de familia de la región que comenzaron a llevar a sus hijos, pues era el único lugar que prestaba los servicios de educación y acompañamiento a niños con capacidades diferentes.

Dos años más tarde, sería un preescolar incluyente. Dejaron de llegar solo niños con discapacidad y se dio apertura a un lugar donde prevalece la inclusión: “nunca le hemos cerrado las puertas a la población diversa”, afirma Mónica.

La corporación promueve procesos de inclusión educativa, social y, ahora, se encamina hacia la inclusión laboral para continuar trabajando por la reducción de la pobreza y la violencia, al cerrar cualquier brecha de exclusión que pueda afectar a la sociedad del territorio.

Es por eso por lo que, desde el 2005, iniciamos la unión estratégica entre la Caja y la corporación. Juntos hemos llevado a cabo procesos para la comunidad con necesidades, lo que permitió que Corcedin ampliara su capacidad en atención para atender población de forma subsidiada y particular.

Corcedin en tiempos de pandemia

El 2019 fue un año difícil para la corporación y todas las esperanzas estaban puestas en el 2020. Por eso, la llegada de la pandemia representó un gran reto, pues su capacidad operativa y sus proyectos se vieron obstaculizados.

Sin embargo, gracias a la alianza de Corcedin y Comfama se comenzaron a tomar acciones con el fin de dar continuidad a los procesos que se venían desarrollando.

“Comfama ha sido un ángel en el camino” es la frase que utiliza Mónica, con un sentimiento inmenso y su voz entrecortada para expresar el agradecimiento a la Caja por su acompañamiento y motivación a continuar trabajando por esa población que tanto necesita a la corporación.

Se llevó a cabo el diseño de opciones como: el protocolo de atención virtual, el chat, la visita domiciliaria o presencial. Se buscaron y se crearon diversas alternativas para que los padres y los niños se sientan acompañados en los procesos y continúen su ruta de aprendizaje.

Además, fue posible asistir a los niños sin conexión, con computadores e internet que les permitan continuar sus procesos y tener acercamiento con otro tipo de elementos formativos.

Gracias a Comfama, la llegada de la pandemia tomó un giro completo y se convirtió en una oportunidad de expansión.

Ahora la atención de Corcedin llega a muchas más familias. La educación, el amor y la entrega de las personas que hacen parte de la corporación viajan por todos los rincones del Urabá antioqueño mediante diferentes canales.

Cuando todo se tornó oscuro, una luz de esperanza permitió el renacer de Corcedín para continuar trabajando con amor y entrega con todas las familias que requieren de un ángel en el camino.

Fotos: cortesía Corcedin.