Flores Isabelita: un sitio donde habita, convive y florece la diversidad

Una buena dosis de luz solar, abundante tierra fértil, agua para regar, semillas, fertilizantes y, sobre todo, mucho amor y paciencia. Estos son los ingredientes que llenan de vida y color al Oriente antioqueño, un territorio donde la floricultura es tradición que enmarca un paisaje de exportación. 

Entre esas manos poderosas, capaces de germinar vida de la tierra, se encuentran las de los colaboradores de Flores Isabelita, una compañía dedicada a la elaboración de bouquets y flores ornamentales con 18 años de trayectoria en el mercado. Las hermosas combinaciones de flores y colores deleitan a su público en el exterior, pues su producto es 100 % de exportación, principalmente hacia Estados Unidos. 

La variedad de flores no son las únicas que nutren de diversidad a la compañía, a lo largo de los años han abierto las puertas a personas con discapacidad mediante una estrategia de inclusión sostenible. 

Anny Martínez, directora de la compañía, nos cuenta que el equipo actualmente está conformado por 150 personas, teniendo en cuenta que están en temporada baja; sin embargo, cuando están en temporada alta, pueden alcanzar los 800 trabajadores vinculados directamente. Durante ese proceso de selección, en la compañía han explorado la incorporación de personas con discapacidad dentro del equipo. 

Además, durante los últimos cuatro años han explorado y abierto las puertas a otras poblaciones bajo distintas líneas de inclusión, como la equidad de género, nuevas masculinidades, mujeres y hombres cabeza de hogar, población LGBTIQ+, pospenados y población migrante. 

Según Anny, la inclusión la abordan desde el proceso de selección y en la preparación de los puestos de trabajo para recibir a las personas, es decir, una vez la persona es vinculada laboralmente, encontrará en Flores Isabelita un espacio que se adapta a su identidad y línea de inclusión en la que se encuentra. 

Ximena abraza su futuro desde Flores Isabelita 

Dicen que las mejores cosas de la vida llegan cuando menos las esperas, eso fue justamente lo que le pasó a Ximena, quien, por cosas de la vida, encontró en Flores Isabelita un sitio donde florecer y crecer. ¡Conoce su historia! 

La inclusión como apuesta y estrategia corporativa 

Más allá de vincular a una población diversa, el negocio busca brindar a sus colaboradores nuevas posibilidades y oportunidades que los lleven a conectarse con sus propósitos y a mejorar su calidad de vida.  

Diseñan horarios flexibles para que puedan estudiar y/o atender las necesidades del hogar, cuentan con un programa para financiar la finalización del bachillerato, tienen convenios para adelantar estudios técnicos, brindan bonificaciones por buen desempeño, fomentan el ahorro y otorgan créditos con bajo interés, implementan programas de bienestar físico y mental y capacitan constantemente al personal. Además, a través del programa Siembra Valor premian la permanencia, buena disposición y desempeño con puntos que pueden ser canjeados por productos y/o beneficios. 

Actualmente, en Flores Isabelita existe una red de apoyo comunitario para madres y padres cabeza de hogar, la cual consiste en la unión de los aliados estratégicos de la organización en el marco de responsabilidad social y la construcción de una mejor sociedad. La red se articula con los entes municipales que brindan acompañamiento a las familias de acuerdo a las necesidades de la población. Además, desde su caja de compensación Comfama, acceden a los servicios y programas de fortalecimiento de familias. 

Por otro lado, desde Flores Isabelita encuentran en la población joven un potencial inmenso para apoyar los ciclos de producción. Con el fin de aprovechar el talento de los jóvenes que buscan su primer empleo y no gozan de experiencia laboral, nació el centro de entrenamiento y selección por destrezas, mediante el cual los capacitan para incorporarse al negocio. 

Para Anny, abordar el tema de inclusión dentro de la organización genera beneficios en doble vía. Para ellos, sirve como herramienta para ser más creativos, abiertos al cambio y, por ende, con mayor capacidad de entrenamiento para nuevos talentos. 

El sueño de Flores Isabelita es no tener que hablar de ‘procesos de inclusión’, sino que se tenga una población tan diversa como su producto sin tener que agruparlos, donde la diversidad sea natural tanto dentro como fuera del negocio.  

Anny asegura que las empresas que le apuestan a la inclusión son negocios que, además de transformar territorios, pueden transformar su esquema organizacional, afirmando que, gracias a la inclusión y procesos de mejoramiento continuo, Flores Isabelita es una empresa que está preparada para afrontar los retos del futuro.