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Árboles que cuentan historias: especial La Samaria

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Totumo

Crescentia cujete

¡Soy el papá de las totumas! Sí, de esas vasijas ligeras y resistentes que fabrican ustedes los humanos desde la era precolombina. Pero ahí no termina mi encanto: mi tallo y ramas, de los cuales nacen mis vistosas bayas redondas, me hacen una especie ornamental que embellece plazas, parques y jardines urbanos.

¿Sabías que en México me llaman jícaro? Aún hay más sobre mi especie:

Me gustan los climas húmedos, pero puedo resistir en tierras más secas. No en vano mi especie abunda desde Las Antillas hasta el Amazonas.

TotumoTotumo

Ceiba verde

Pseudobombax septenatum

Soy una gigante originaria de América tropical. Como mi especie alcanza hasta 35 metros de altura, mis hermanas tienen el placer de divisar bosques desde Nicaragua hasta Bolivia. Eso no es todo: ¡puedo vivir más de 60 años!

Quiero compartir contigo mis secretos:

Produzco una fibra, conocida como “majagua colorá", que emplean tradicionalmente para hacer canastos.

Ceiba verdeCeiba verde

Yarumo

Cecropia angustifolia

¿Tienes un socio en quien confíes?  Las mías son las hormigas: yo las hospedo en mi tronco hueco y ellas me defienden de los herbívoros, ¡mutualismo puro!

Soy un guardián de los bosques y no solo porque los contemplo desde lo alto, sino porque tengo la misión de curar el suelo y crecer en espacios descubiertos de vegetación. Una vez que  el suelo se restablece, yo desaparezco.

Quédate y te cuento más: 

Habito a lo largo de los Andes, desde Venezuela y Colombia hasta Bolivia. Vivo en las tres cordilleras, incluida la Sierra Nevada de Santa Marta.

YarumoYarumo

Piñón de oreja

Enterolobium cyclocarpum

Cuando necesites una buena sombra para descansar o leer un libro, ¡a la orden! Mis 30 metros de altura, enormes ramas y follaje son ideales para refrescar a todo tipo de especies. En Centroamérica me conocen como “árbol de guanacaste”, un nombre proveniente del idioma náhuatl: quauh, árbol y nacastl, oreja, porque mis frutos se parecen a tus orejas.

Pero tengo más por contar:

¿Has probado el dulce de orejero? En el Caribe colombiano preparan esa delicia a partir de mis semillas, que son ricas en proteínas y aminoácidos.

Piñón de orejaPiñón de oreja

Guayacán rosado

Tabebuia rosea

Si me quieres ver florecido, espera los tiempos más soleados del año. Cuando transites por la calle, algún hermano mío te sorprenderá. Eso sí, si vas a pie y te encuentras el tapete lavanda o magenta que dejan mis flores al caer, ten cuidado, te puedes resbalar.

Tengo más por contarte:

¿Sabías que soy el árbol nacional de El Salvador? Allí me llaman “maquilishuat”, que en lengua náhuatl significa “cinco hojas”.

Guayacán rosadoGuayacán rosado

¿Quieres conocer los secretos de otras especies maravillosas? Sigue este recorrido por otro de nuestros Parques Comfama y escucha las historias que otros árboles tienen por contar.

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