¿Por qué el juego y la imaginación son necesarios para cuidar nuestra salud mental?

Mente y cuerpo sano son la clave para gozar de una salud integral. En esa búsqueda de bienestar, el juego y la imaginación funcionan como herramientas terapéuticas, tanto en niños como en adultos. 

Según la psicóloga Verónica Grisafi, el juego y la imaginación son sumamente importantes en el desarrollo humano pues estimulan la creatividad, la cual está asociada a nuestra capacidad para resolver problemas o enfrentar retos. También nos ayuda a aprender normas y límites, manejar la frustración, gestionar emociones, reconocernos dentro de un grupo y desarrollar una identidad. 

El juego y la imaginación promueven una buena salud mental, generan escenarios donde podemos evadir aquello que nos agobia, nos permiten bajar el nivel de estrés, recuperar la vitalidad y entender la importancia de los espacios para el ocio.  

Verónica afirma que ambos son usados a nivel terapéutico. El juego es una herramienta de uso frecuente con niños para crear un puente de comunicación con ellos, de esta forma podemos entender y conocer situaciones que ellos no expresan de manera directa.  Incluso, si es necesario, de acuerdo con la información obtenida, se puede generar un diagnóstico. 

La imaginación se utiliza en procesos de relajación. Por ejemplo, a través de una técnica de imaginación podemos lograr que el paciente viaje a través de su cuerpo y transportar la mente a otros sitios usando los sentidos. Esto sirve para desconectarnos de todo lo que sucede a nuestro alrededor, generando sensaciones y emociones positivas. 

En cuanto a la salud física, Verónica asegura que “también nos permite un fortalecimiento de la motricidad fina, motricidad gruesa, coordinación visomotora. Es tan importante que hace parte del desarrollo psicoevolutivo en el fortalecimiento de todos los procesos inherentes a este.” 

Juan Camilo Restrepo, licenciado en educación física de la Universidad de Antioquia, explica que el juego es un mecanismo de aprendizaje que genera placer y espacios de conversación. Durante varios meses, Juan Camilo ha apoyado la Red de amor y salud mental en el componente: disfrutando, jugando y viajando. En llamadas que duran aproximadamente 20 minutos, Juan Camilo invita a las personas a realizar junto a él diversos retos y actividades, para promover una mente sana en medio de las circunstancias actuales. 

A través de la red, Juan Camilo se ha dado cuenta cómo las personas se han refugiado en el juego en esta época difícil. Según él, a través de diversas actividades, liberamos endorfinas, evitando pensamientos negativos y produciendo sensación de bienestar. 

¿Cómo los adultos pueden recuperar la imaginación? 

Verónica dice que la mejor forma de recuperar esa anhelada imaginación en la adultez es relajándonos, ya que no siempre es posible forzar la mente a generar ideas imaginativas. Por eso, es importante que dejemos que algunas situaciones se den de forma espontánea. Por ejemplo, aprovechar espacios y actividades tranquilas de desconexión como la ducha, meditación o caminatas al aire libre, para permitir que los pensamientos e ideas se produzcan naturalmente. 

Escuchar música, pintar, leer y escribir también son excelentes ejercicios para incentivar la imaginación. Es importante no tener miedo a las críticas, salir de la zona de confort y borrar limitaciones para encontrar nuevos caminos. Una buena idea, es rodearnos de personas creativas y encontrar ambientes que nos inspiren y nos relajen. 

En esa búsqueda imaginativa, lo aconsejable es encontrar algo que nos haga felices, para realizar algunas pausas en el día o en la semana y dedicar tiempo a nuestro bienestar. Esos espacios sirven, además de introspección, para conocernos mejor y analizar a profundidad nuestros pensamientos y gustos. 

Finalmente, la salud es un factor determinante a la hora de recuperar o encender nuevamente la imaginación. Hacer ejercicio, alimentarnos bien y descansar son acciones que nos ayudan a fortalecer nuestra creatividad.  

Otros beneficios 

Además de las ventajas y beneficios ya mencionados, el juego y la imaginación nos impactan de forma positiva en distintos ámbitos: 

• Capacidades y habilidades sociales: promueven una comunicación asertiva, nos expresamos con mayor facilidad y trabajamos mejor en equipo. 

• Bienestar emocional: nos hace más resilientes, permite que trabajemos en resolver las adversidades y favorece nuestras habilidades adaptativas. 

• Funciones mentales: ayuda a conservar la memoria y a retrasar la aparición de enfermedades como el alzheimer. 

• Trastornos: alivia el estrés, la ansiedad y la depresión. 

• Talentos: a través del juego y la imaginación podemos descubrir y/o potenciar nuestros talentos.