¿Cómo pueden las MIPYMES en Colombia adaptarse eficazmente a la facturación electrónica?
En Colombia, desde el 1 de junio de 2023, la facturación electrónica es obligatoria para ciertos grupos de contribuyentes, lo que representa un avance en la gestión eficiente y transparente de facturas y es crucial para el cumplimiento de las regulaciones fiscales. Para las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), este cambio supone un desafío esencial para su crecimiento y legalización. La adopción de la facturación electrónica marca un cambio importante en el entorno empresarial del país, permitiendo a las PYMES integrarse mejor en la economía digital y mejorar su competitividad, prometiendo beneficios a largo plazo para ellas y la economía colombiana.
Contexto normativo
La Resolución 001092 del 1 de julio de 2022 establece que los pequeños negocios deben expedir factura electrónica para ventas superiores a $212.000. Este requerimiento busca modernizar y aumentar la transparencia en las operaciones comerciales. Las transacciones inferiores a este monto pueden documentarse con tiquetes POS de máquinas registradoras, pero para montos superiores, la factura electrónica es obligatoria.
Alcance del cambio
Este sistema no solo aplica a grandes empresas, sino también a aquellos que no declaran renta. Iniciado en abril de 2023 para algunos contribuyentes, este enfoque gradual facilita la transición hacia un sistema más eficiente y transparente.
Oportunidades y obligaciones
La facturación electrónica no es solo una obligación legal; representa una oportunidad significativa para que las MIPYMES colombianas se integren eficazmente en la economía digital. Para cumplir con estos requisitos, las empresas deben:
Registrarse como facturadores electrónicos:
esto se realiza por medio de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN).
Adquirir software y certificaciones necesarias:
es importante contar con las herramientas y certificaciones adecuadas para la facturación electrónica.
Beneficios de la facturación electrónica
La adopción de la facturación electrónica ofrece múltiples beneficios para las MIPYMES:
Mejora de la transparencia:
facilita un entorno de negocios más transparente y justo.
Eficiencia operativa:
agiliza los procesos administrativos y reduce los costos.
Integración en la economía digital:
permite a las MIPYMES ser más competitivas en el mercado digital.
La facturación electrónica es un paso definitivo en la modernización y transparencia del sector empresarial colombiano. Representa una herramienta valiosa para fortalecer la operación y competitividad de las MIPYMES, preparándolas para el futuro de los negocios en la era digital. Las MIPYMES deben comprender y adaptarse a estas regulaciones para garantizar su crecimiento y cumplimiento legal.