En Centroamérica existe un país que, respirando entre el pasado y el futuro, es un retrato vivo de los colores que nacen cuando legado, naturaleza y movimiento se encuentran. En él, la visión cosmopolita, la cultura maya y la herencia colonial forman una mezcla única y vibrante que hace que cualquier viajero se enamore desde el momento de su llegada.
Guatemala es hogar de volcanes, lagos, selvas, relatos, idiomas, herencias culturales, sabores y tiempos. Visitarla es regresar a lo esencial, imaginar la vida que nos antecede cada vez que la punta de una pirámide se asoma entre la selva y disfrutar de la diversidad que nos hace humanos en el sabor de un kak ik, unas tortillas de maíz negro o unas jugosas enchiladas.
Si tu corazón anhela una travesía extraordinaria llena de aventura, historia, conexión natural e inmersión cultural, no lo pienses más: ¡este es tu destino!
Cinco sitios turísticos para visitar en Guatemala
La República de Guatemala es el país más poblado y con la economía más sólida de América Central. Limita al oeste y al norte con México, al este con Belice y el golfo de Honduras, al sureste con Honduras y El Salvador, y al sur con el océano Pacífico.
La palabra "Quauhtlemallan", de la que nace Guatemala, significa en náhuatl —macrolengua yutoazteca—, "tierra entre árboles". ¡Pero este país es mucho más! A continuación, compartimos contigo una lista de lugares y experiencias imperdibles para que, cuando decidas visitar este territorio extraordinario, te conectes realmente sus latidos.
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Parque Nacional Tikal
La cultura maya se desarrolló en Guatemala, México, Belice, Honduras y El Salvador, abarcando más de 300 000 km². ¿Sabías que la numeración, astronomía, arquitectura y mitología de esta civilización mesoamericana son todavía estudiadas alrededor del mundo? La vigencia de su legado aún sorprende a antropólogos y científicos.
Guatemala conserva gran parte de estas herencias, como la lengua y diversos complejos arqueológicos, siendo el Parque Nacional Tikal el más representativo. Allí, envuelto en una vasta y húmeda jungla, se yergue un templo de más de 44 metros de altura cuyo apogeo tuvo lugar entre los años 200 y el 900 después de Cristo.
Más allá de las fotografías y los saberes que cientos de turistas logran adquirir en este lugar sagrado, te recomendamos, como viajero o viajera, hacer sin prisas una meditación que te conecte con otras miradas y otras visiones del mundo que hoy, como aquellas ruinas, resisten el tiempo.
Foto: Luis Alveart
Antigua Guatemala
A 25 kilómetros de Ciudad de Guatemala existe una ciudad que es poesía. Cada calle es un verso en el que el tiempo, más que avanzar, danza. Los edificios coloniales, el eco de las marimbas de artistas callejeros, el olor a café recién molido, la vida nocturna y los picos volcánicos abrazando el cielo hacen parte de la vida actual de lo que en otrora fue la capital guatemalteca.
Antigua es antónimo de la prisa, porque, si un poema se lee con afán, no se disfruta. Por eso, en honor al universo vasto de posibilidades que se esconden en cada rincón de esta ciudad colonial, preparamos para ti una propuesta de recorrido para caminar, sorprenderse y guardar en el corazón. Conócela aquí.
Foto: Carlos Julio Álvarez
El lago Atitlán
Sus aguas son fuente de vida y alimento para diversas comunidades descendientes de la cultura maya, conformando gota a gota el lago más profundo de Centroamérica. Dicen las leyendas viajeras que:
Sí, se trata del inmenso Atitlán. La llegada a esta región se da casi siempre a través de Panajachel, municipio en el que puedes explorar diversos museos, mercados de artesanías y experiencias de aventura y naturaleza como canopy, baños termales y ciclo montañismo. Allí también es posible visitar la Casa Cakchiquel, uno de los primeros hoteles del lago en el que se hospedaron personajes como Ingrid Bergman, Aldous Huxley y el Che Guevara.
Las localidades que rodean Atitlán representan una oportunidad para descubrir la Guatemala que palpita más allá de su capital. Te recomendamos probar nuevos platos, iniciar conversaciones honestas con los locales y, por supuesto, ir más allá y explorar otras orillas, como los pueblos Santiago, San Pedro La Laguna, San Juan, Santa Catarina de Palopí o San Marcos. Los volcanes Atitlán, Tolimán y San Pedro serán los guardianes de tu inmersión cultural.
Foto: Edgar de León
Lívingston
Le dicen “el Caribe guatemalteco” porque es habitado por los garifunas, descendientes de los caribes, arahuacos y africanos. Esta etnia tiene su propia religión, gastronomía, danza y estilo de vida, por lo cual es considerada uno de las más singulares de los 23 grupos ancestrales que habitan Guatemala en el presente.
Esta ciudad no tiene acceso por tierra, así que debes tomar un barco para hacerte parte de esta atmósfera encantadora en la que el ritmo y el sabor son dos constantes. Te recomendamos ir desde el Río Dulce, aunque tome un tiempo extra, y hacer del desplazamiento una travesía en sí misma: allí podrás contemplar acantilados, selvas, manglares y, si estás de suerte, uno que otro manatí.
Lívingston es distinta a las demás poblaciones guatemaltecas. Las casas están llenas de arte urbano, las bandas garifunas tienen particulares percusiones y su lengua es un idioma con influencias del arahuaco, el francés y otros idiomas de África occidental. Por estas razones es un destino imperdible: para no olvidar que la riqueza está en lo que nos hace distintos.
Ciudad de Guatemala
Y, en este recorrido por colores e historias, ¡que no falte el presente! Guate, como la llaman los guatemaltecos, esconde historias en las que se encuentran el legado precolombino de la ciudad Kaminaljuyú y las tendencias más cosmopolitas. Museos históricos, platos tradicionales, espectáculos musicales, iglesias, palacios y cinco imponentes volcanes hacen parte de su magia.
El Palacio Nacional de la Cultura, la Avenida del Reformador, la Plaza de la Constitución, la Catedral Metropolitana, el Portal de Comercio, el Mapa en Relieve al Aire Libre, el Parque de Pelotas Enrique “Trapo” Torrebiarte, la Casa de Cervantes, la Zona Viva y los museos Nacional de Arqueológica y Etnografía, Nacional de Arte Moderno y Popol Vuh son algunos de los lugares más visitados.
Foto: Rene Hernandez
