Rondaban casi las 7:30 de la mañana, un día hábil para laborar, pero con una particularidad que significaba solo una cosa: esperanza. No era una jornada cualquiera, era el inicio de un hito que devolvería la ilusión a casi 95 mil empleados del departamento. Así iniciaba la jornada de vacunación para privados.
María Isabel Pérez trabaja en la Fundación EPM y en su paso por la organización nunca se imaginó que sería la primera persona en recibir la vacuna contra el COVID-19 a través de la alianza Empresas por la Vacunación de la ANDI, Comfama y diferentes cajas de compensación. Pero así fue, recibió su primera dosis en el edificio EPM y con una sonrisa que se notaba a través de sus ojos dijo "gracias".
También en el Centro de Medellín, específicamente en la sede San Ignacio de Comfama, comenzaba paralelamente este proceso con la aplicación de 320 dosis de las 6.400 vacunas que adquirió Comfama para inmunizar a sus empleados. Gladys, Clara y Martín fueron de los primeros en recibirlas con palabras de alivio y agradecimiento.
Este proceso, liderado por la ANDI y varias Cajas de Compensación Familiar, ha permitido que, a través del programa “Empresas por la vacunación”, se adquieran 2.500.000 dosis de vacunas del laboratorio Sinovac Biotech, lo que permite inmunizar a 1.250.000 personas, de las cuales Comfama aplicará cerca de 190.000 dosis en Antioquia, bajo todas las premisas técnicas y de seguridad del Ministerio de Salud.
Maria José Gómez tiene 27 años, trabaja en Comfama hace más de dos años y su cita de vacunación fue asignada para el primer día de la jornada. Asegura que eso la llena de "gratitud y esperanza" y que además se siente muy agradecida por poderse vacunar en su país con el esfuerzo de privados y empresas que quieren cuidar a sus empleados.
"En mi grupo familiar yo era la única persona que faltaba por estar vacunada y acceder a esta oportunidad me da demasiada tranquilidad porque es un privilegio decir que todo mi núcleo familiar está inmunizado. Esto no significa que nos vamos a dejar de cuidar, pero sí es muy esperanzador y da mucha tranquilidad saber que los riesgos disminuyen y que las probabilidades de hospitalización y de muerte bajan".
Así como María Isabel, Gladys, Clara, Martín y Maria José, hoy son muchos los trabajadores que ven en esta oportunidad un camino de aliento e ilusión.
