CREO es el primer BIS (Bono de Impacto Social) implementado en el Valle de Aburrá y el tercero en el país. Comfama fue la primera Caja de compensación familiar en ingresar al ecosistema de los bonos de impacto social.
Las mujeres fueron protagonistas en este bono, representando el 79 % de las personas vinculadas. Por otra parte, el 59 % de los beneficiarios son jóvenes entre 18 y 28 años. De esta historia han hecho parte 604 empresas que han brindado oportunidades laborales formales a los participantes del programa.
Comfama, con la convicción de que el empleo representa uno de los primeros caminos que las familias y personas recorren para consolidar proyectos de vida de cuidado y progreso, se unió hace un par de años con varias instituciones para implementar el primer Bono de Impacto Social del Valle de Aburra.
Este Bono de Impacto Social (BIS) se da gracias al Programa SIBs.CO, creado por la alianza entre el Laboratorio de Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID Lab), el programa de Cooperación Económica y Desarrollo de la Embajada de Suiza en Colombia (SECO), y es ejecutado por la Fundación Corona.
También es posible gracias al Gobierno Nacional, a través de Prosperidad Social como copagador y a las Fundaciones Bancolombia, Fraternidad Medellín y Sofia Pérez de Soto, que se sumaron al bono en calidad de inversionistas; así mismo, de la Fundación JuanFe, operador e inversionista, que aporta su experiencia en la atención de madres jóvenes y, finalmente, de Comfama, como intermediario, inversionista y operador.
CREO Comfama es el tercer Bono de Impacto Social (BIS) en empleo del país y el primero implementado en el Valle de Aburrá. Con este programa, 1.021 personas con categoría A y B del Sisbén consiguieron empleos formales. El 70 % de los vinculados alcanzó una permanencia de tres meses o más en el empleo.
“El programa CREO representó para nosotros una oportunidad para comprender intervenciones exitosas en la transición de la informalidad a la formalidad, especialmente en una población que en su mayoría carecía de experiencia laboral formal. El modelo basado en el mecanismo de pago por resultados nos permitió explorar una ruta efectiva de inserción laboral para esta población, encontrando soluciones viables. El programa ha demostrado que los recursos públicos y privados pueden utilizarse de manera más eficiente. En Antioquia, existe un ecosistema dispuesto a invertir en este tipo de modelos. Para Empleo Comfama, contar con programas como CREO ha permitido ampliar la población atendida, llegando a aquellos sectores que requieren estrategias de vinculación laboral”, expresó María Isabel Palomino Ángel, responsable de Empleo en Comfama.
El Bono de Impacto Social, CREO, en sus dos fases de implementación, permitió un retorno social de la inversión que se ve reflejado en la economía a través de la compensación salarial de más de $14.130 millones de pesos correspondiente a la sumatoria de salarios, más carga prestacional de los meses laborados de las personas vinculadas. Gracias a los resultados positivos de CREO, Comfama recibió el reconocimiento como Motor de cambio local en mecanismos de pago por resultados por parte de SIBs.CO (programa de Bonos de Impacto Social en Colombia liderado Fundación Corona).
“Comfama le ha aportado al ecosistema de pago por resultados aprendizajes y resultados muy positivos. Resaltamos la participación de inversionistas nuevos en el ecosistema, así como métodos innovadores para realizar esta inversión. De la igual manera, los diferentes roles que jugó Comfama fueron decisivos para impulsar este proceso innovador en Antioquia que hoy le da este territorio un efecto demostrativo del éxito y pertinencia para lograr resultados con impacto en la población. Para el Programa SIBs.Co y sus aliados (BID Lab, SECO y Fundación Corona) esta experiencia demuestra inequívocamente la pertinencia de estos esquemas para lograr inversiones con impacto social real. Antioquia tiene gran potencial para continuar replicando y escalando estos procesos, gracias a los actores que se involucraron en este BIS”, agregó María Paulina Gómez, directora del Programa Sibs.Co.
“Hemos participado con convicción y entusiasmo en el programa de impacto social CREO con un balance muy positivo en su gran propósito de vinculación laboral y permanencia para sus beneficiarios; además, hemos generado aprendizajes de un mecanismo innovador de financiamiento que articula recursos y fortalece redes en el ecosistema de impacto para ofrecer soluciones a grandes desafíos sociales”. Angela María Tirado, directora ejecutiva, Fundación Sofía Pérez de Soto.
Cifras que dan cuenta del valor de las alianzas en favor de la empleabilidad
Vinculación laboral: en sus dos fases de implementación, CREO conectó a 1.021 personas con empleos formales, superando las expectativas de vinculación en un 111%.
Permanencia laboral: el 70 % de los vinculados lograron una permanencia laboral de tres meses o más, logrando la meta establecida en un 102 % y garantizado el cumplimiento de los resultados esperados en el proyecto.
Primer empleo formal: para el 25 % de la población vinculada, CREO fue la oportunidad de conseguir su primer empleo formal y para el 17 % fue la oportunidad de obtener su primera experiencia laboral.
Formación para el empleo: 2.838 personas participaron en mentorías de acompañamiento y otras 400 accedieron a cursos cortos para mejorar sus opciones de empleabilidad.
Mujeres y jóvenes: las mujeres fueron protagonistas en este bono, representando el 79 % de las personas vinculadas. Por otra parte, el 59 % de los beneficiarios son jóvenes entre 18 y 28 años.
Enfoque inclusivo: con la intención de superar sesgos de contratación, se impulsó en la contratación de personas mayores de 40 años correspondiente al 11 % y personas con discapacidad al 2 %.
Estabilidad laboral: el programa ha generado un impacto directo en la estabilidad laboral, con el 24 % de los vinculados obtuvieron contratos a término indefinido, mientras que el 35 % tienen un contrato a término fijo.
¿Qué son los Bonos de Impacto Social (BIS)?
Son un mecanismo innovador que ata la financiación de los programas a la obtención de resultados. En este esquema, el Gobierno y cooperantes pagan solo cuando se alcanzan los resultados acordados previamente. Por tanto, es la financiación privada de inversores sociales quienes asumen el riesgo y aportan el capital necesario para que uno o varios operadores presten sus servicios y alcancen los resultados. Los inversionistas involucrados reciben un retorno financiero solo si se cumplen los resultados pactados, evidenciando también un impacto social concreto con esta inversión.