Desigualdad de género en el mercado laboral, una problemática vigente

Votar, manejar sus propios bienes, acceder a la educación, obtener su diploma de grado e igualdad de derechos y obligaciones que las del hombre, son solo algunas de las luchas que las mujeres han liderado para vivir en un país más justo y equitativo. 

En pleno siglo XXI, la brecha entre hombres y mujeres sigue siendo un problema de carácter social, económico y laboral. A pesar de ser iguales, a las mujeres se le han cuestionado sus capacidades de forma reiterativa, sobre todo, en el entorno laboral. 

Brecha de género en cifras 

De acuerdo con un estudio realizado por KPMG Colombia, del 100 % de las mujeres colombianas activas laboralmente solo el 7 % ocupa cargos directivos. Si bien en la base piramidal laboral existen más mujeres que hombres, al ir escalando hacia cargos más altos la presencia femenina disminuye de forma considerable, al ser pocas las mujeres líderes dentro de las compañías. 

En el informe Participación de las Mujeres Colombianas en el Mercado Laboral del 2019, realizado por el DANE, las mujeres representaban el 51.1 % de la población en edad de trabajar. Sin embargo, la tasa de ocupación fue de 41.4%, es decir, del total de mujeres que se encuentran en edad de trabajar, menos de la mitad lo hace. 

La mayoría de las mujeres inactivas se dedica como actividad principal a tareas del hogar (59 %) y a estudiar (28 %). Mientras la actividad principal de los hombres inactivos es estudiar (57 %) y una pequeña cantidad se dedica al cuidado del hogar (8.1 %). 

La posición ocupacional por género revela que del 100 % de los empleadores o patrones, el 72.87 % son hombres y el 27.13 % son mujeres.  

A pesar de que existe una mayor concentración de mujeres ocupadas en los niveles de educación más altos (11 % educación superior y 5 % postgrado), en comparación con los hombres (educación superior 7 % y postgrado 3.2 %), la brecha de la tasa de ocupación de la última década fue, en promedio, de 22.6 puntos porcentuales. 

La menor brecha de género en ocupación se encuentra en la población con postgrado (4 %). Y la mayor brecha se encuentra en la población ocupada que no cuenta con ningún nivel de estudio (33.7 %). 

Brecha salarial de género 

De acuerdo con la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), la brecha salarial general en el país entre hombres y mujeres fue de 12.9 % en 2019. Esto quiere decir que por cada $100.000  que recibe un hombre por concepto de salario, la mujer recibe $87.100. 

Es importante aclarar que, al calcular la brecha salarial promedio por hora de trabajo, las mujeres ganan un 2,3 % más que los hombres. Sin embargo, el ingreso laboral total de las mujeres es menor, debido a que trabajan menos horas al mes en comparación con los hombres. Se estima que las mujeres invierten 41 horas semanales al trabajo remunerado, mientras los hombres invierten 49 horas.  

A nivel general, los hombres ganan más que las mujeres. Las poblaciones femeninas más afectadas por la brecha salarial son las mujeres rurales, mayores de edad, con menores niveles educativos, en unión libre y casadas, con hijos y las indígenas. 

Covid-19: un nuevo reto para las mujeres en el mercado laboral 

Según el Informe sobre Cifras de Empleo y Brechas de Género del DANE, debido a la pandemia, la pérdida de empleos ha sido  mayor para mujeres que para hombres.  

Durante el segundo trimestre de 2019, las mujeres representaron el 39 % de las personas ocupadas en el país. En este sentido, las mujeres ocupadas pasaron de ser 9.2 millones en el segundo trimestre de 2019 a 6.7 en el mismo trimestre de 2020, es decir, más de 2.5 millones de mujeres perdieron su empleo durante el trimestre. Por otro lado, los hombres ocupados pasaron de ser 13 millones a 10.6 millones durante el mismo periodo. 

El sector económico con mayor pérdida de empleos fue el comercio y reparación de vehículos, con 830 mil empleos perdidos. Si bien en esta rama había menos mujeres que hombres, se perdieron más empleos femeninos que masculinos. 

De acuerdo al estudio Tiempos de cuidado: las cifras de la desigualdad, impulsado por el DANE y ONU Mujeres, las mujeres invierten en trabajo no remunerado 7.1 horas diarias, mientras los hombres dedican 3.2 horas. Además del impacto negativo que la pandemia trajo consigo al mundo laboral, el aislamiento ha incrementado el tiempo que se invierte en las tareas y cuidado del hogar, sobre todo para las mujeres, lo que restringe considerablemente la posibilidad de buscar opciones de trabajo. 

Si bien se espera que con la gradual recuperación económica el mercado laboral mejore, el panorama para la mujer sigue pareciendo poco favorecedor e incierto.