La conexión de Lina Escobar con el mundo siempre fue a través de los animales porque, desde que tiene memoria, estaba en la finca de sus abuelos (ubicada en San Félix, corregimiento de Bello) ordeñando vacas, vigilando a los cerdos, corriendo con los pollos y con las gallinas.
Por eso, es consecuente que su carrera profesional sea la de veterinaria y que la pasión sea trabajar en los terrenos que siempre ha tenido su familia. Así fue como, después de la pandemia y en un proyecto al lado de su papá, le dieron una vuelta al negocio ganadero: Toledales.
“En Toledales nos dedicamos a la producción de productos lácteos sin conservantes ni aditivos, con esto queremos enseñarle a la gente que la leche no es la perjudicial para la salud sino el procesamiento excesivo que muchas veces se hace en ella”, cuenta Lina.
Un empresario hace de todo
Lina se acuerda de una visita del Invima en la que, relata, pasó lo siguiente:
“-Invima (I): ¿Quién hace las proyecciones financieras de la empresa?
-Lina (L): Yo.
-I: ¿Y quién se encarga de los protocolos ambientales de la finca?
-L: Yo.
-I: ¿Y quién se encarga de las actividades comerciales de la empresa?
-L: Yo”.
Con esta conversación, ella nos quiso mostrar cómo es el inicio (o la actualidad) de muchas de las MiPymes que hay en el país. Por esos días, el propósito de la empresa parecía difícil de abarcar para ella y su padre, por lo que entendió la importancia de una formación constante.
Fue así como Lina empezó a asistir a ofertas de aprendizaje con Interactuar, Fundación Bancolombia, Cámara de Comercio, iniciativas de la Gobernación y se acercó a Comfama. “Es el capital inteligente, estas empresas invierten en asesores y eso se devuelve en aprendizajes, es decir, si vas a contratar un asesor financiero independiente, vale mucho, pero estos programas me fueron dando la posibilidad de acceder a ellos”.
Adicional, estos cursos le permitieron a Lina incorporar nuevos conocimientos en campos que nunca pensó y entender en qué debería invertir con el crecimiento de su planta de empleados.
Precisamente, en la Caja ha hecho parte de muchos procesos que tienen que ver con el mundo de los lácteos, además de la participación en eventos del sector como Expoagrofuturo o AgStar. “Gracias a la plataforma de Agrocomfama he podido conocer nuevos socios, aprender y pensar en internacionalizarme”.
Ganadería regenerativa y procesos sostenibles
Otra de las apuestas de Toledales es ser sostenible, en todo el sentido de la palabra. Desde el inicio, Lina y su padre siempre han implementado prácticas amigables con el medio ambiente. La misma gerente nos cuenta en qué consisten sus acciones:
“Sembrar árboles, apostarle a la ganadería regenerativa, reducir huella de carbono a través del cuidado de las cuencas de los ríos y quebradas, hacemos rotación intensiva de los potreros para cambiar el proceso del carbono y el oxígeno, el estiércol va a un tanque con melaza y se genera biofertilizante, los residuos orgánicos van a un compostaje que devolvemos a una huerta para sostener a las familias que viven acá, todo el tema del reciclaje va para el reciclador de la zona, y los empaques de snacks van a Botellitas con Amor (una fundación)”.
Con todo esto, Toledales quiere ser halonador en la zona y el campo colombiano con el lema de que “si se lo proponen, es posible ser sostenibles”. Incluso, instalaron paneles solares para obtener la energía.
Esta apuesta se complemente como lo social y en esta empresa apuestan por ello: pagos y remuneraciones justas e inclusión de género, es decir, reduciendo la brecha entre trabajadores y trabajadoras. Adicional, se invierte en su formación y Lina “se los lleva” a cuanto curso puede.