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Postales de Antioquia

"La riqueza en metales preciosos"

Postales de Antioquia Nordeste
"La riqueza en metales preciosos"
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La subregión Nordeste está ubicada en la vertiente oriental de la cordillera Central, entre la serranía de San Lucas y los ríos Porce, Nechí, Nus y Alicante. Está conformada por diez municipios en una extensión de 8.500 km2 que se dividen en Bajo y Alto Nordeste —desde los 650 m. s. n. m. hasta los 1.975 m.s.n.m. —. El Bajo está conformado por los municipios de Remedios y Segovia. En el Alto se ubican los municipios de Amalfi, Cisneros, Santo Domingo, San Roque, Vegachí, Yolombó, Anorí y Yalí.

El nordeste es habitado por, aproximadamente, 164.000 personas, entre mestizos, embera katíos —resguardo La Po— y negros —Machuca, El Cenizo, El Cristo—. En épocas precolombinas, este territorio estaba poblado por indígenas emberá, pero hacia el siglo XVI, durante la colonia, los españoles se dieron cuenta de la riqueza aurífera de la zona e iniciaron el llamado «primer ciclo del oro de la Nueva Granada», que dio como resultado la expulsión o la eliminación de los grupos indígenas que habitaban la región y el repoblamiento con negros y mestizos para la extracción minera. Siglos después, la principal actividad económica de esta región sigue siendo la minería aurífera, ubicándose como la segunda subregión, después de Bajo Cauca, en extracción de este mineral. Su segunda actividad económica es la agricultura, especialmente la producción de caña panelera y café. La tercera es la explotación ganadera.

La riqueza en metales preciosos ha acarreado para el nordeste todo tipo de conflictos. Pobladores, empresas mineras y grupos armados ilegales —principalmente paramilitares y el ELN— se han disputado, por décadas, el control territorial. Desde los años ochenta, 48.000 personas, aproximadamente, se han registrado como víctimas de la violencia. Casi 30 % de su población actual.

Pero en medio de todo esto, en las casas de la cultura de los municipios del nordeste se cultivan artistas y gestores. Andan en bicicleta, ven cine a campo abierto, escuchan bambucos entremezclados con chirimías y gaitas, conservan el recuerdo del ferrocarril y habitan pueblos como retratos vivientes de la época costumbrista donde de noche se celebran conciertos de rock y punk y de día conversan sobre feminismo. El nordeste da hogar a quienes migran a las grandes ciudades, pero está siempre receptivo para quienes vuelven con ánimos de independizar a la cultura de los presupuestos públicos.

En esta expedición recorrimos cinco de sus diez municipios: Cisneros, Vegachí, Santo Domingo, Amalfi y Segovia. Nos preguntamos por sus mitos fundacionales y las formas cotidianas como se deconstruyen. Montamos en moto lomas abajo y lomas arriba. Reconocimos los colores de los cementerios. Tratamos de entender los puntos en los que se encuentran los amores efímeros, las economías extractivas, las poblaciones flotantes y el arte de los hijos sin padre; o la iglesia y el aquelarre.