Mary Luz nació, creció y vive en Santa Fe de Antioquia, el pueblo donde quiere pasar el resto de su vida. Sus amigos y conocidos le dicen «la Pola», pues la consideran una mujer revolucionaria. Y gracias a esa energía rebelde ha logrado ser protagonista en la historia de la fruta emblemática de la región: el tamarindo.
Desde que tenía siete años, Mary Luz comenzó a trabajar con su madre, que era cabeza de hogar. Ambas trabajaban vendiendo frutas en la terminal de transporte y en el parque principal. Al principio, le daba vergüenza vender, pero poco a poco ese sentimiento fue desapareciendo por la insistencia de su madre cuando le repetía:
De su madre heredó los secretos del tamarindo, y son pocas las personas que aún hoy tienen la receta tradicional que no usa azúcar sino panela. El camino de Mary Luz ha sido largo, lleno de aprendizajes, de involucrarse cada vez más en las preparaciones del tamarindo hasta entender que es su vida y la labor que le heredará a su hija.
Con esfuerzo ha salido adelante. Cada dificultad le ha permitido entender, comprender y valorar sus logros. Gracias a su pasión y amor por Santa Fe de Antioquia y por el tamarindo, en 2011 la eligieron como representante de la Asociación de Fruteros. Con su liderazgo ha logrado grandes cambios en las condiciones de trabajo de sus compañeros, aunque su lucha no termina y ella trabaja a diario por ello y por mantener viva la tradición del tamarindo.
