A finales del 2018, Marleny Obando vivía uno de los momentos más emocionantes de su vida: el nacimiento de Valentina, su cuarta nieta. Era la hija de su hija menor y todos en la familia estaban ansiosos por su llegada.
El embarazo transcurría sin problemas y en una de las visitas al médico este les recomendó a los familiares más cercanos aplicar diferentes vacunas para protegerse y proteger a la bebé. Siguiendo las recomendaciones, hicieron caso y al momento de la llegada de Valentina todos estaban vacunados.
Pasó el primer año sin ninguna eventualidad. Luego llegó la pandemia y el tiempo para compartir era más limitado. Levantaron las restricciones y en agosto del 2020, a través de Sura, Marleny optó por vacunarse contra la influenza.

Tenía mucha incertidumbre por todo lo que estaba pasando y por ende quería adoptar todas las medidas posibles para cuidarse y cuidar así a su familia. Además, al sufrir de una enfermedad autoinmune, sabe que las vacunas son un medio eficaz para protegerse.
Este 2021 recibió las dos dosis de la vacuna contra el COVID-19 y aunque a los dos meses contrajo el virus, pudo recuperarse en su casa sin ninguna eventualidad.
¿Por qué son importantes las vacunas en los adultos?
Hay un imaginario y es que, a excepción de la vacuna contra el COVID-19, las demás vacunas son de uso exclusivo para niños y niñas y por ende los adultos no deben preocuparse por estas. Sin embargo, esto no es así puesto que, sin importar la edad, estos procesos de inmunización son importantes en todas las etapas de la vida. Según la Clínica Mayo, los adultos deben vacunarse en “función de su edad, vacunas anteriores, salud, estilo de vida, ocupación, destinos de viaje y actividad sexual”. Por ejemplo, algunas vacunas que se recibieron en la niñez, con el paso del tiempo pueden perder su inmunidad y por ende necesitar un refuerzo.

También los tiempos son cambiantes y cada vez hay más avances en la salud y en la tecnología por lo que en la actualidad existen vacunas que no existían tiempo atrás. Además Passport Health, empresa proveedora en servicios de medicina para viajeros, asegura que por ejemplo en el caso de la influenza “los virus de la gripe cambian constantemente” por lo que es necesario vacunarse cada año para prevenir esta enfermedad.
Por su parte Laura Betancur Vásquez, médica internista de la Universidad CES, asegura que los adultos son más propensos a enfermedades infecciosas.
“Por un lado, porque su sistema inmune no enfrenta igual de bien la infección y por otro porque tienen más enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes o las enfermedades pulmonares, que los hacen más susceptibles no solo al contagio, sino también a presentar complicaciones y desenlaces adversos incluyendo la hospitalización e inclusive la muerte. Las vacunas previenen precisamente esta cadena de eventos desafortunados, son seguras y en una población vulnerable como los adultos, una estrategia que salva vidas”, afirma.