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Así nos puedes ayudar a decir #MeProtejo del fraude

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Así nos puedes ayudar a decir #MeProtejo del fraude

Creemos en nuestros proveedores conscientes como aliados fundamentales para lograr nuestro propósito superior. Todo ello gracias a actuar bajo nuestros principios de transparencia e integridad, los cuales sabemos que compartes y promueves en tu organización.

Hoy queremos proponerte algunos consejos para que, juntos, nos cuidemos del fraude y demás riesgos a los que puede estar expuesta tu organización. Tener identificadas posibles materializaciones de casos de fraude contribuye a una cultura de cuidado y responsabilidad empresarial.

Consolida una cultura alrededor del fraude. Te proponemos los siguientes pasos para hacerlo posible:

¿Qué tal si comienzas a contarle a tus empleados cuáles son los tipos de fraude más comunes y cómo protegerse de ellos? Aquí te damos algunas ideas de situaciones y circunstancias en donde es necesario prestar mucha atención.

  • Al realizar compras en línea: evitar brindar más datos personales de los necesarios y verificar que el sitio web sea seguro.

  • Al usar el correo electrónico: evitar abrir enlaces o descargar archivos de remitentes desconocidos, que tengan mala ortografía o que prometan un premio.

  • Al pagar con tarjeta en establecimientos físicos: no perder nunca de vista la tarjeta, pedir una copia de la factura y verificar la transacción en la aplicación del banco.

  • Al publicar en redes sociales: evitar publicar fotos de menores de edad, desactivar la ubicación de las publicaciones y procurar mantener privados los perfiles personales.

Conversa con los equipos de trabajo que, por la naturaleza de sus roles, manejen información sensible de tu organización. Equipos relacionados con redes sociales, con bases de datos de clientes o seguridad de la información son algunos cruciales para consolidar una cultura antifraude. Puedes conversar con ellos alrededor de estrategias de protección de datos personales, revisar lineamientos de información que pueda ser divulgada o que deba permanecer confidencial y demás estrategias para cuidar tu organización.

  • Promueve espacios de formación, capacitación y aprendizaje alrededor del fraude. Puedes hacerlo, incluso, con personas de tu organización que ya trabajen o sepan del tema. ¿Qué tal una charla de empleado a empleado? Así incentivarás a la persona que se encarga de estos temas en tu empresa y el resto de personas podrán aprender de sus compañeros.

Confiamos en ti para proteger a Comfama

Como aliado de nuestro propósito superior, estamos en constante intercambio de información, espacios y actividades. Te proponemos estos consejos para cuidarnos juntos.

  • Mantente alerta a las señales que puedan indicar un fraude.

  • Recuerda que nuestra comunicación con proveedores sale del correo gestionproveedorescomfama@comfama.com.co. Evita responder otros correos que aseguren provenir de la Caja.

  • Cuando te postules a un proceso de contratación con Comfama, bríndanos información honesta y transparente. Confiamos en ti para construir relaciones de confianza.

Si quieres conocer más sobre cómo decir #MeProtejo del fraude, te invitamos a visitar los siguientes artículos:

Hoy resulta complejo cuidar a cabalidad nuestros datos personales. Muchas veces, sin medir las implicaciones, compartimos información sensible sobre nosotros de manera voluntaria: el lugar en el que vivimos, nuestra fecha de cumpleaños y las personas que conforman nuestro grupo familiar, por ejemplo, se pueden conocer con facilidad al dar un pasón rápido por nuestras redes sociales.

Por eso es tan importante tener en cuenta el valor de la información que les damos a otros, no solo desde nuestros perfiles, sino también a través de llamadas telefónicas, formularios de Internet, simuladores de créditos o pruebas gratis de aplicativos.

Nuestros datos sensibles en las manos equivocadas se pueden convertir en una puerta abierta a riesgos como suplantaciones de identidad, estafas, chantajes, robos y fraudes o a su venta desautorizada.

Si bien es cierto que no hay una fórmula definitiva para impedir estas situaciones, sí está en nuestras manos ser especialmente cautelosos con nuestra información y así evitar, desde lo que es posible, este tipo de delitos.

Te compartimos cinco hábitos que puedes aplicar en tu día a día para cuidar tus datos:

  1. Cambia tus contraseñas periódicamente, pues estas son la entrada a tu información más sensible: claves de tarjetas de crédito, mensajes, fotografías y ubicaciones frecuentes. Te recomendamos no usar la misma contraseña en distintas plataformas e incluir en cada una mayúsculas, números y caracteres especiales (puntos, asteriscos, rayas, paréntesis, etc.).

  2. Sospecha de los enlaces llamativos antes de hacer clic. A veces los encontramos en cadenas de WhatsApp o correos electrónicos, pero también están como anuncios en páginas web que frecuentamos. Estos enlaces casi siempre llaman tu atención constatando que eres el ganador de un premio o que recibirás un regalo. Verifica su veracidad acudiendo directamente a la fuente de la que, supuestamente, sale dicha recompensa. Tip: desconfía aún más si tienen errores de ortografía y redacción.

  3. Cuenta con un software antivirus tanto en tu smartphone como en tu ordenador para proteger de intrusos la información que almacenan los dispositivos.

  4. No pagues nada por adelantado a cambio de una promesa, especialmente si se trata de ofertas laborales. Existen grupos de personas que suplantan compañías de renombre y le exigen a sus “futuros empleados” que hagan una consignación para realizarse sus exámenes médicos. Recuerda que ninguna empresa debe cobrar dinero por participar en procesos de selección.

  5. Cuando recibas llamadas de un número desconocido que se haga pasar por instituciones o personas con credibilidad, como una entidad financiera, una fundación, un familiar o un funcionario del gobierno, haz preguntas para rectificar su identidad. “¿Cuál es su identificación y licencia de contratista? ¿A qué referencias puedo contactar para conocer más de este producto o servicio? ¿De dónde obtuvo mi número telefónico?” pueden ser algunas de ellas.

Plus: ¡Nunca tomes decisiones bajo presión! Ya sea que se trate de una estafa o no, medita tus elecciones de compra, descarga o distribución de datos.

Y recuerda: en caso de haber sido víctima de un acto fraudulento o una estafa, acércate cuanto antes al defensor del consumidor de la entidad cuyo nombre fue usado para engañarte. En caso de no existir dicha empresa o no encontrar una respuesta satisfactoria, ingresa al CAI virtual para radicar la denuncia.