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Resistencia pacífica y represión: ¿es posible un desacuerdo social no violento?

Conversaciones posibles
Resistencia pacífica y represión: ¿es posible un desacuerdo social no violento?

La coyuntura nacional que llevamos viviendo hace poco más de un mes nos ha invitado a hacernos nuevos cuestionamientos sobre cómo manifestar nuestros desacuerdos políticos, cómo gestionar los disensos que tenemos como sociedad y, algo que es innegable, qué lugar tiene la violencia en este escenario. 

En esta nueva charla del ciclo #ConversacionesPosibles, en alianza con la Universidad Eafit, discutimos sobre el papel que tiene la violencia en momentos tan convulsos como el actual, pero también la violencia que se vive en la cotidianidad. María Maya, antropóloga, investigadora, cofundadora de El armadillo y moderadora de la conversación, plantea el interrogante sobre si es justificable el uso de la violencia en alguna situación, independiente del sector del que provenga. 

"Considero que lo que se está presentando en las calles es generado por el mismo Estado y esa violencia no es justificable; pero la reacción tiene una justificación, es ese inicio puntual por parte de ese gobierno que lidera y no escucha", opina Daniel Suarez, activista de diferentes causas de ciudad, quien ha hecho parte de movimientos importantes como No copio y Concervezatorio. 

Por su parte, Federico Hoyos, exembajador de Colombia en Canadá y exconsejero presidencial, cuestiona todos los actos de violencia por igual: la ejercida contra manifestantes, contra la fuerza pública y contra los CAI. Hoyos cree en las manifestaciones pacíficas y simbólicas como el himno nacional deconstruido, y manifiesta que se pueden "gestionar diferencias desde la no violencia, entonces, cuando empieza a haber violencia, nos tenemos que hacer preguntas: ¿qué está pasando?, ¿están fallando las instituciones? O ¿está fallando el sistema?". 

De igual manera, hace un llamado a la escucha y a la conversación: "escuchémonos sin prevenciones, tratemos de llegar a puntos de encuentro sin llegar a la violencia (...) la violencia es un fracaso institucional, un fracaso de la democracia y un fracaso en los liderazgos". 

En el mismo sentido, es válido preguntarse de qué manera discernir entre tantas acciones violentas, ¿son equiparables las ejercidas desde la fuerza pública y las ejercidas desde las protestas? Melissa Toro, por ejemplo, se para desde su rol como directora de Putamente Poderosas, movimiento dedicado a reivindicar y denunciar esas problemáticas alrededor del trabajo sexual, y plantea que "todo lo que se ha mostrado en este mes, más o menos largo, es lo que las trabajadoras sexuales viven diariamente, o sea ese abuso policial, ese abuso por parte del estado, ese abuso por parte la sociedad es el pan de cada día de las trabajadoras sexuales". 

Continúa Melissa al afirmar que desde Putamente Poderosas están "en contra de todos estos actos violentos, pero también se tiene que parar. Lo que pasa es que este país lo ha atravesado la guerra y el conflicto y hemos estado formados con violencia para responder con violencia y es momento de empezar a generar cambios transformadores y estructurales". 

Daniel, por su parte, piensa que estas movilizaciones que se están presentando, por encima de la violencia "nos están guiando a la escucha desde la postura de donde viene Melissa, desde la postura política diferente que quizá podamos tener los cuatro y de lo que está sucediendo en las calles". 

También es importante preguntarse por el futuro cercano, ¿es probable encontrar una salida a través de diálogos y acuerdos? "Yo creo que por lo menos estamos pausando para tener conversaciones y para escuchar al otro, creo que es la importancia de lo que ha venido pasando todos estos días, entonces siempre he tenido mucha esperanza de todo, quizá también por eso hago lo que hago", comenta Melissa. 

Otras problemáticas sociales en la mira 

Conversaciones posibles

Otro punto importante que Daniel Suarez puso sobre la mesa fue que si bien el tema de las movilizaciones, el descontento nacional, los bloqueos y la violencia ejercida en este contexto ocupa las agendas mediáticas diariamente, "estoy seguro de que las personas de una parte de la comuna ocho, que perdieron sus hogares por culpa de las lluvias, lo que menos les interesa en este momento es lo que está pasando en las calles", porque tienen necesidades esenciales como reconstruir sus hogares. 

De la misma manera y respecto a la nueva Secretaría de la No-Violencia en Medellín, Melissa, como defensora de los derechos humanos de las trabajadoras sexuales, opina que "tienen que caber las putas, tienen que estar presentes, tienen que hablar (...) en estos momentos una puta no tiene tiempo para reflexionar, protestar o denunciar. Una puta en estos momentos tiene tiempo es de sobrevivir". Es indispensable cuestionarse cómo, desde la administración, planean incluirlas en estos escenarios. 

Además, añade que conoce de cerca algunos procesos que llevan a cabo desde la Secretaría de la No-Violencia, sin embargo "nada responde a las dinámicas sociales, ni a las putas, ni a los migrantes, ni a los habitantes de calle, ellos no son prioridad para el Estado, ni para la administración". Resalta, también, la importancia de tener procesos continuos, pues, a su juicio, son los que verdaderamente pueden generar una transformación y ellos no los tienen. 

A pesar de los múltiples hechos violentos, que deberían ser rechazados desde todos los sectores, una de las cosas positivas que resalta Melissa es que “algo poderoso que ha hecho la pandemia es que ellas (las putas), ya no tienen miedo de denunciar, antes tenían mucho miedo de contar qué cosas estaban pasando. Creo que la pandemia y la angustia de no tener qué comer, dónde dormir las está haciendo hablar y poniéndose en otro papel, pero es necesario que estén en mesas de diálogo y sean escuchadas". 

De hecho, uno de los puntos en los que todos estuvieron de acuerdo en la conversación fue en la necesidad de dialogar, de escuchar al otro que piensa distinto, de cuestionarse temas como la reforma a la policía, los actos de protesta, las marchas, los bloqueos, el abuso de autoridad de la fuerza pública, no solo en escenarios mediáticos como estas movilizaciones, sino también en la cotidianidad de las trabajadoras sexuales, por ejemplo. 

Nuestra invitación desde Comfama es también al diálogo. Creemos que todas las voces deben ser escuchadas con respeto y que es necesario abordar temas difíciles e incómodos. Creemos en las manifestaciones pacíficas, creemos en las conversaciones como punto de partida para solucionar conflictos y abrimos estos espacios para que ustedes también puedan cuestionarse y escuchar otros puntos de vista. 

¡Revive esta charla!