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Nuevo álbum Jet, conectado con el capitalismo consciente

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Nuevo álbum Jet, conectado con el capitalismo consciente
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¿Quién no tuvo los dedos pegajosos al mezclar colbón con los rastros de una recién devorada chocolatina Jet? Más de cuatro generaciones de colombianos guardan en sus corazones cientos de anécdotas detrás del emblemático álbum de Historia Natural, en el que un manjar de cacao y leche era seguido por un aprendizaje de fauna y flora, un intercambio entre amigos, una tradición familiar.  

Desde 1961, cuando nació la primera chocolatina Jet, la Compañía Nacional de Chocolates ha tenido claro que, si bien saber y sabor tienen una letra de diferencia, son dos palabras que pueden conjugarse juntas. Tras su primer álbum, inspirado por la conquista del espacio, más de 10.000 millones de láminas han viajado por las manos de coleccionistas aficionados y desprevenidos, las suficientes para darle vuelta y media al mundo por toda la línea del Ecuador. 

Ya han pasado 60 años en los que niños, jóvenes, adultos y plenarios han disfrutado y aprendido de la mano de aquella barrita azul, la misma que hoy sigue vigente gracias a estar conectada no solo con su público, sino con su propósito superior: vincular el conocimiento con el disfrute del chocolate. 

Este mes sorprendió al país con la noticia de un nuevo álbum repleto de cambios significativos que abrazan los deseos y las conductas de nuevas generaciones, sin dejar de lado el anhelo y los recuerdos de quienes aún conservan las páginas arrugadas de las primeras ediciones.  

#ColombiaSorprendente es un recorrido por las regiones del país, una degustación por sus platos más exquisitos, un recordatorio de la diversidad cultural e identitaria que nos hace colombianos, una muestra musical de nuestros ritmos y, por supuesto, un viaje por la exuberancia natural que hoy reclama reconocimiento, cuidado y celebración. 

Pero no es solo eso. También es coherencia. El álbum es impreso y empacado con materiales ecológicos, cuenta con el sello FSC de papel 100% reforestado y su bolsa protectora está elaborada a partir de fécula de maíz. Está a la venta en tiendas, autoservicios y supermercados y los recursos obtenidos serán destinados a apoyar emprendimientos de familias cacaoteras de Santander. 

“Buscamos despertar y avivar el amor por Colombia y, cuando uno ama algo, lo cuida, así que en consecuencia a nuestro propósito queremos proteger al país desde lo medioambiental hasta lo humano”, cuenta Diana González, jefe de marketing de la Compañía Nacional de Chocolates. 

Pero en este proceso surgió un desafío importante: la marca identificó que los niños y los jóvenes de hoy no estaban emocionalmente vinculados con los álbumes y las láminas. Con el reto de trascender la nostalgia y el recuerdo para convertirse en un objeto vigente, divertido y educativo para las nuevas generaciones, Jet optó por el camino de la cocreación.  

Así, invitó a 100 jóvenes entre los 12 y 17 años, 75 artistas y 20 microempresarios a hacer parte del proceso de conceptualización del nuevo álbum. “Nos sentamos a soñar y ellos mismos dijeron que Colombia era más que naturaleza, que también era música, comida, fiestas, lugares patrimonio. Nos dieron la idea de ponerlo a la venta y así hacerlo accesible para todos”, indica Diana.  

Además, los jóvenes propusieron el uso de la tecnología como una herramienta interactiva para ampliar información, jugar, poner a prueba los conocimientos en trivias y darles vida y movimiento a las láminas a través de la realidad aumentada.  

Según Diana, “nos pidieron que fuera una tecnología simple y fácil de usar, que no necesitara aplicaciones, que hiciera el álbum más cercano a ellos como un regalo para continuar el legado intergeneracional”. ¡De hecho, el álbum puede ser completado de forma virtual! 

Diana, que no es colombiana sino costarricense, comenta que se re-enamoró del país en este diálogo con la juventud y el territorio. “El álbum me flechó por toda la gente que conocí gracias a él. Tengo una niña de cinco años y juntas comenzamos a llenarlo como un acto de amor, curiosidad y reconocimiento por Colombia. Celebro y admiro a las personas que desde un inicio crearon esta estrategia porque es de las más antiguas del mundo y nuestra labor es mantenerla vigente desde la consciencia por los retos y los anhelos del presente”. 

Conexión con el territorio 

Los recursos ligados a la venta del álbum, que se estiman en 420 millones de pesos durante tres años, serán destinados a apoyar emprendimientos sociales en beneficio de familias cacaoteras vinculadas a los programas de desarrollo rural promovidos desde la Granja Yariguíes de Jet para el desarrollo de sistemas agroforestales. 

Esto busca, además de proteger los ecosistemas en las granjas cacaoteras, la conservación de árboles nativos de la región de Santander. 

El álbum también recoge un aporte valioso de más de 60 fotógrafos cercanos a la Agenda del Mar, productora del mismo desde hace 24 años. Sus fotografías, convertidas en láminas coleccionables en formato autoadhesivo dentro de los empaques de las chocolatinas, se convertirán en imágenes icónicas para una nueva generación de seguidores del álbum. 

ProColombia, los Ministerios de Cultura y de Comercio, Industria y Turismo, Parques Naturales Nacionales, Grupo Sura, Artesanías de Colombia, Usaid, Xielo, Parque Explora, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, el Ballet Folklórico de Antioquia, el Museo de Antioquia y la Armada Nacional fueron aliados en todo el proceso, que se presentó al país a través de esta canción: 

Cultura, emprendimiento, naturaleza, cuidado del medio ambiente, vinculación con el campo, tecnología, arte y reinvención están presentes en este álbum. ¡Celebramos las iniciativas que sueñan y hacen tangible un capitalismo consciente en Colombia!