Las necesarias preguntas de la cultura en tiempos de crisis
28 de Enero 2021
El arte es ese lugar que, visitado de forma individual o colectiva, puede convertirse en refugio y encuentro, resistencia e inspiración, pregunta y respiro a la vez. Por eso, en tiempos de crisis, es también un agente transformador, un hervidero de ideas, abrazos y expresiones cuyas posibilidades nos sostienen como humanidad cuando las dificultades e incertidumbres nublan el horizonte.
Sobre este tema conversaron David Escobar, nuestro director, Adriana Guillén, presidente ejecutiva de Asocajas, y los artistas, gestores culturales y actores Alejandra Borrero y Fabio Rubiano. Este espacio lleno de anécdotas reafirmó el poder del arte y la cultura para poner sobre la mesa las conversaciones vitales del presente que habitamos y los caminos posibles para imaginar y construir juntos creativamente el futuro: uno plural, crítico, abierto, libre y democrático.

“Todos los seres humanos somos creativos y ese es un insumo que forma parte de nosotros para salvarnos, tener empatía, darnos una visión del mundo y ser un espejo de lo que somos como sociedad. El arte nos libera y su sutileza es capaz de romper densidades para transitar y transmutar los dolores”.
Con esta frase, Alejandra Borrero resumió la facultad de la cultura, que no solo nos acompaña a procesar y atravesar las crisis, sino que también se manifiesta como síntoma de cambio, como escenario de preguntas, esfuerzos por narrarnos, confrontarnos y mirarnos complejos, posibles, activos.
Quizá por eso en su tiempo Federico García Lorca dijo que “no solo del pan vive el hombre, es necesario alimentar su mente y espíritu”, idea que retomó Rubiano. “Cuando lo que necesitamos es la supervivencia, seguramente la prioridad estará en cazar, pero alrededor de la comida vamos a cantar. La cultura, aparentemente, no es un valor fundamental, pero su capacidad de transmitir y convocar nos encuentra como humanos”.

¿Cómo potenciar el poder transformador del arte y la cultura desde las Cajas de Compensación Familiar?
Y es precisamente esa necesidad de reunión de voluntades para darle voz a aquellas preguntas del alma que solo salen a flote a través de las artes, la música, el teatro, la escritura y las diferentes expresiones creativas la que, concluyeron David Escobar y Adriana Guillén, le compete a las Cajas de Compensación Familiar. Por eso, juntos desde su rol y liderazgo se comprometieron a, hoy, más que nunca:
Reconocer y preservar la diversidad de las tradiciones y saberes ancestrales que heredamos y que se constituyen como parte de nuestra identidad.
Trabajar por asegurar el acceso a los bienes y servicios culturales en condiciones de equidad.
Exaltar la necesidad de la cultura y su capacidad de generar industria, ser un eje de desarrollo y fuente de empleo.
Buscar constantemente más formas de acercar las artes y el mundo de las ideas a las clases trabajadoras de Colombia.
Destinar recursos e infraestructura para tener mayores inversiones en entornos y espacios que potencien la emancipación de personas más incluyentes, empáticas, participativas y abiertas.
Jugar un papel activo y propositivo en el proceso de circulación del arte nacional.
Mantenerse en constante diálogo con movilizaciones y expresiones artísticas, culturales e intelectuales.
Como lo declaramos en este manifiesto, creemos en que es urgente plantearnos preguntas sobre cómo consolidar una sociedad que estimule la posibilidad de pensar con libertad, expresarse sin restricciones y conmoverse ante las desigualdades. Por eso, de la misma forma en la que hemos reactivado los lugares de producción, comercio y transporte, queremos reactivar y habitar los lugares del alma teniendo conversaciones amplias para reimaginar la sociedad desde el poder transformador de la cultura.
Si quieres conocer en detalle lo que fue este profundo e íntimo espacio te invitamos a escucharlo completo: