La historia del manzanillo, el árbol tóxico que crece al lado de su cura
21 de Agosto 2022
¿Tendremos la agudeza para ver al lado del dolor, la cura? ¿Qué sucede cuando la enfermedad y la sanación eligen el mismo lugar para convivir? ¿Cuántas veces estamos atentos a descubrir la fortaleza, vecina del miedo?
El manzanillo o árbol "Pedro Hernández"
Una venia. Un suspiro. Una frase: “con su permiso, compadre Pedro Hernández”. Así saludan a un tipo de árbol los habitantes del corregimiento de Santa Elena, en Medellín, cada vez que pasan cerca de él. Dicen los saberes campesinos que nunca se debe ser descortés con el manzanillo, si es que no se quiere conocer el menos sutil de los picores.
Es parecido al mango. Sus hojas son lisas y terminan en punta, su tronco es gris y alcanza los cinco metros de altura, sus flores son blancas y sus semillas son crema. La diferencia es que en su interior guarda un líquido alérgico, a veces transparente, a veces amarillento, que lo hace expeler emanaciones gaseosas que causan las mismas quemaduras y ampollas que un chorro de agua hirviendo.
“Mi abuela cuenta que tuvo un hijo que sufrió mucho con el manzanillo porque era jardinero, pero afortunadamente hay muchos remedios en el campo que conocemos. Uno de ellos es bañarse en agua del espadero florecido, que casi siempre crece al lado”, comenta Clara Guiral, guía del Parque Comfama Arví.
Clara, que creció rodeada por la naturaleza y los relatos familiares, dice que “los silleteros de la región conocen muy bien la toxicidad del Pedro Hernández. Todos son muy cuidadosos y se manejan de forma muy cortés cuando pasan a su lado, porque saben que la piel puede sufrir severas lesiones y quedar con cicatrices nada fáciles de eliminar”.
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Siete luchas, caspe, caspi: otras formas de llamar al árbol
Gracias a las historias de los visitantes del Parque, se ha dado cuenta de que Santa Elena no es el único lugar de Colombia que aloja esta especie arbórea. Ha aprendido que al manzanillo le dicen caspe en el Valle del Cauca, chiraco en Cundinamarca, caspi en Nariño e hinchador, siete luchas o Pedro Hernández en el resto de Colombia.
Sobre el manzanillo
Su nombre científico es Toxicodendron striatum y crece en las pendientes del bosque tropical húmedo, presente en las tres cordilleras andinas que pasan por Colombia y en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Síntomas del árbol de manzanillo
Según una publicación médica de la biblioteca científica SciELO, un cuadro clínico causado por el manzanillo se vive así:
Las lesiones son evidentes entre 6 y 24 horas después del contacto.
El síntoma principal que es el prurito, puede comenzar más tempranamente.
El cuadro se inicia con eritema, edema, vesiculación y pápulas, llegando en ocasiones a formar ampollas que pueden ser muy extensas.
No se limitan al sitio del contacto sino que se generalizan al resto de la piel con mayor compromiso de los pliegues.
Evolucionan a la desaparición en una o dos semanas dejando máculas levemente hipercrómicas.
¿Qué sirve para curar el manzanillo?
Y, a pesar de todas estas reacciones, el espadero, su árbol hermano con el que comparte el borde de los caminos cafeteros y las riberas de las quebradas, contiene la cura en sus hojas, el remedio para la alergia y las lesiones que causa el "caspi". Esto, además de ser una solución práctica para todo el afectado por el Pedro Hernández, es también una suerte de poesía natural.