Dany Gouttière: artista, transactivista y persona no binaria
03 de Junio 2021
“Veintiséis años, edad cuerpo”. ¿Y edad mente? “Unos cincuenta”, responde entre risas Dany Gouttière. Llegó en 2016 a Medellín desde La Ceja, Antioquia. Es artista, transactivista y persona no binaria. Es decir: no se identifica con el género masculino ni con el femenino.

Creció en una familia tradicional y conservadora de la que tuvo que distanciarse para construir su identidad. Nació varón por su genitalidad, pero pronto se dio cuenta de que lo que significa socialmente ser hombre no le permitía explorar otras maneras de construir su identidad.

“Comencé a identificarme con cosas más femeninas”, cuenta Dany. “Pero también tuve, tengo y tendré siempre el conflicto con el papel que juegan las mujeres en la sociedad. Me molesta la carga misógina del género femenino y no quería poner ese odio dentro de mí”, dice.

La masculinidad también representaba una carga. Como hombre homosexual en ese momento, sentía que no se le permitía la feminidad. Un día sintió que era un asunto de vida o muerte. Decidió que su proyecto de vida sería enamorarse de sí mismo antes que cumplir algún estereotipo de género.

Compró maquillaje y empezó a explorarlo. Se sintió, percibió y pensó mujer, por lo que empezó a tomar hormonas para que su cuerpo correspondiera. Ahí llegó la revelación: “me di cuenta de que no, no era una mujer. Tampoco soy lo que la sociedad pide para un varón ni quiero identificarme con eso. Me identifico con un punto neutro donde pueda visualizar opciones y, desde ellas, fluir”.

Dany interrumpió su proceso de hormonación después de seis meses, pues sentía la presión de quedar como una mujer bonita, que cumpliera los estereotipos de belleza. ¿Se quedó a mitad del camino? Quizá. Fue su forma de transicionar, distinta pero colmada de amor propio.

Hoy, Dany hace arte: música, composición, escritura, pintura en acuarela y acrílico y producción de artesanías en micromacramé. También se presenta en teatros de la ciudad como Ácida, su personaje drag y alter ego; dos identidades que conviven en un mismo cuerpo que grita: "yo decido".