Memoria viva, aprendizaje y naturaleza: conoce el Parque Cultural y Ambiental Otraparte
La sede
Un oasis para atisbar el mundo
Viaja por la historia
Entrevista: el Parque y su espíritu heredado
Trivia
Luz Gladys Rave y Emilia Aurora López son vecinas de Envigado. Van todos los jueves al teatro del Parque Cultural y Ambiental Otraparte a un taller de tejidos llamado La Carreta. “Venimos a compartir un rato de lectura y al tiempo vamos aprendiendo a tejer. También reflexionamos sobre el rol de la mujer en la sociedad”, cuenta Emilia Aurora. “Este lugar, en sí, es poema”.
Poesía. Eso es El Parque Cultural y Ambiental Otraparte, pensado para el encuentro y la cultura, donde las posibilidades para vivir el arte son infinitas, se evoca el legado del maestro Fernando González y se disfrutan conversaciones cargadas de naturaleza, paz y memoria, mientras se comparte un buen café.
“Aquí uno alimenta el cuerpo y el alma. Por donde uno lo mire, Otraparte es saludable: tomando un café, haciendo una tertulia, tejiendo. Así uno venga solo, se siente acompañado”, Luz Gladys Rave, habitante de Otraparte.
Detrás de habitar un espacio con mobiliario y libros, de cuidar sus jardines, espacios y preservarlo en el tiempo, existe un trabajo profundo y articulado por verlo florecer. Hoy en Comfama somos guardianes encargados de compartir y preservar la filosofía de Fernando González a través del Parque Cultural y Ambiental Otraparte.
Mediante un convenio de asociación con la Alcaldía de Envigado y con la intención de consolidar un espacio vivo para la naturaleza y la cultura, desde 2019 asumimos la responsabilidad de hacer de ese espacio un sitio que propicie las artes escénicas, con una programación continua y espacios ideados para el disfrute y contemplación de la comunidad.
El parque es parte de un todo, de un espacio que respira conversaciones, integrado por la Casa Museo de Fernando González y con el Café de Otraparte, dando vida a un ecosistema que nutre, enriquece y facilita la propuesta cultural para el municipio de Envigado y sus alrededores, además de promover la conservación de la memoria, vida y obra de Fernando González.
En el Parque Cultural y Ambiental Otraparte encontrarás una biblioteca, un café, una galería y un teatro, donde podrás disfrutar de funciones de música, danza, teatro y cine.
Un sitio para vivir el arte
Un oasis para atisbar el mundo
Natalia García creció en Santa Rosa de Cabal, Risaralda. Conoció Viaje a pie en un momento de búsqueda de sentido. Entre sus páginas encontró un refugio que le ayudó a emprender un camino de belleza, contemplación y libertad.
Meses después, por motivos de trabajo, llegó a Medellín, ciudad que no conocía. Como lo fue Viaje a pie en su momento, el Parque Cultural y Ambiental Otraparte se convirtió en su refugio físico: conoció la biblioteca, sus talleres de plantas, el cine, las clases de meditación, las personas que comparten la vida en sus jardines: “A pesar de que le gustaba tanto Europa, Fernando González eligió quedarse en Otraparte por eso tan único que encontró en este lugar. Eso mismo sentí cuando llegué”.
57 años después de su partida, la memoria de Fernando González se teje hoy como una construcción colectiva desde distintas miradas y experiencias de niños, niñas, plenarios, adultos y jóvenes, con distintos oficios y relatos de vida, pero que conciben el aprendizaje como una plántula que crece entre los libros y jardines de Otraparte.
Conversamos con 5 personas que habitan el Parque Cultural o que trabajan para que la memoria del maestro permanezca y prevalezca. Nos respondieron la pregunta ¿Cómo se vive hoy el legado de Fernando González? Sus voces nos cuentan cuál es la magia que alberga ese espacio de todos.
Pasar la aduana de Otraparte
“El viaje se define así: Medellín, El Retiro, La Ceja, Abejorral, Aguadas, Pácora, Salamina, Aranzazu, Neira, Manizales, Cali, Buenaventura, Armenia, Los Nevados, a pie y con morrales y bordones”, Luis Fernando Saénz, fiel usuario de Otraparte desde hace 15 años y hoy enamorado del Parque Cultural y Ambiental, lee en voz alta un fragmento de Viaje a pie, la obra más conocida del filósofo envigadeño.
Luis Fernando segura que una de las formas en que se mantiene la memoria del maestro es a través de los caminantes, aquel grupo de personas que realiza cada año una travesía literaria similar a la que hizo Fernando con don Benjamín desde Medellín hasta Manizales.
Asegura que es un visitante asiduo del Parque porque en la casa del maestro habita una energía que lo atrapa. “Yo siento una tranquilidad y un sosiego, como cuando uno va a una capilla y se sienta en una banca, esa misma energía la siento yo cuando vengo a sentarme a leer o a conversar. Este es un oasis dentro de la ciudad”.
Esa misma magia que describe Luis Fernando, atrajo a Daniel Jaime Suárez, ingeniero mecánico y educador ambiental, al territorio de Otraparte, que ha sido su vecino desde hace 20 años.
Una calle angosta de Envigado, donde nunca faltan carros aparcados a los lados, despertó su curiosidad. No sabía quién era Fernando González, mucho menos conocía su obra, sin embargo, aquel sitio tan frecuentado lo llevó a adentrarse cada vez más en la vida del maestro.
Viaje a pie fue ese primer acercamiento que logró seducir a Daniel y llevarlo a viajar a través de sus obras literarias. Por eso, cuando se enteró de la apertura del Parque Cultural, esperó con ansias, convencido de que sería un espacio para disfrutar y aprender de las vivencias de González.
Daniel es parte del semillero Atisbando mundos, un espacio para ver más allá de lo que observamos en el ecosistema para descubrir las plantas, sus historias y sus secretos. “Nos preguntamos con quién más vivimos en el Parque, nos vemos como parte del entorno de los árboles, que llevan aquí más tiempo que nosotros. Aprendemos cómo se llaman, cuál es su origen, qué frutos dan”.
El comunicador de la Corporación Fernando González también se llama Daniel Suárez. Es activista por el medio ambiente, la educación y la cultura. Fue a través de su interés por el filósofo y escritor Gonzalo Arango y el movimiento nadaísta que llegó a Otraparte. “Este es un lugar donde encontré una identidad y un propósito que hoy mantengo”, declara.
Este es un territorio donde hay un teatro, una biblioteca, una casa museo, un café y un espacio público verde. Aquí todo tiene que ver con Fernando González. Podemos hablar de él desde una planta, un perro, el amor, el machismo, la mirada de un país. Él decía que agradece y recibe con amor a todas las personas que pasan las aduanas de Otraparte, y hoy sigue siendo de esa misma manera.
Una obra que traspasa la experiencia
Gustavo Restrepo Villa es director ejecutivo de la Corporación Otraparte hace 19 años. Antes de eso, en 1999, había creado un sitio web para difundir la vida y obra de Fernando González y, por invitación de Simón, el hijo del maestro envigadeño, concibió la comunidad de la cual hoy es principal gestor. Aquel sitio web que publicó por motivos personales terminó convirtiéndose en la página web oficial de Otraparte.
Para Gustavo, la memoria de Fernando se mantiene viva a través de sus “lectores lejanos”, a los investigadores de su vida y obra, a la iniciativa de sus herederos, a la Corporación y al Parque Cultural y Ambiental Otraparte.
“Otraparte es una casa viva porque allí, en palabras del periodista Ernesto Ochoa Moreno, cofundador de la Corporación, «late y habita, y no se apaga ni extingue, el corazón del caminante envigadeño»”, afirma Gustavo, y cita a Pilar González, hija del maestro:
Cuando su salud se lo permitía, solía visitarnos su hija Pilar, que un día nos escribió la siguiente dedicatoria: «Qué bueno ver la casa de mi papá tal como era». Es decir, habitada por niños, jóvenes y viejos en busca de la «calogaitía» griega: lo bello, lo bueno y lo inteligente”.
Valentina Bustamante, quien fue responsable del Parque Cultural y Ambiental Otraparte hasta 2020, afirma que el legado de Fernando habita hoy en sus obras, palabras, textos, libros e imagen. Un acercamiento inicial, la difusión de su obra y la conexión de su filosofía con la vida diaria y la condición humana preserva su memoria con el paso del tiempo.
“El legado se vive a través del Parque Cultural, porque su obra traspasa la experiencia de sus visitantes. Caminar por los jardines, encontrar en la carta del Café referencias a su obra, hallar en el Edificio parte de su modo de ver el mundo y su filosofía y descubrir en cada lugar frases del maestro”.
En eso coincide Natalia García: “En cada taller de la biblioteca se hace una mención a Fernando González. Él siempre está en este lugar”.
Viaja por la historia del Parque Cultural y Ambiental Otraparte
El Parque Cultural se erige sobre una historia de afectos, trabajo arduo y mucha paciencia para concebir este espacio como lo que es hoy: un homenaje a la vida y obra de Fernando González.
Información y fotografías tomadas de Otraparte.org y Comfama*
1790
1920
1930
1950
1970
1980
2000
2010
Año 1798Año 1920Año 1937Año 1959Año 1979Año 1984Año 2000Año 2019
Año 1798
Lucas de Ochoa, tatarabuelo materno del escritor Fernando González compra unos terrenos a Francisco de Isaza y Atuesta en Envigado.
Año 1920
Sobre aquel terreno ya se erigía una pequeña casa con tejas de zinc y paredes de bahareque junto a una huerta, donde vivía un alemán llamado Walterio Niederheiser. Según se cuenta, era un refugiado de la Primera Guerra Mundial, quien murió en un accidente de tránsito entre Envigado y Medellín.
Año 1937
Después de viajar por Europa, Fernando González regresa a su tierra natal, donde adquirió los terrenos del agricultor alemán en un remate judicial. Allí comenzó a construir su nuevo hogar, al que llamó «Managrú».
En la planeación y construcción de la vivienda trabajaron tres amigos suyos: el arquitecto Carlos Obregón, el ingeniero Félix Mejía Arango y el pintor y arquitecto Pedro Nel Gómez, quien además se encargó de diseñar el hermoso jardín. Una vez culminó la construcción de la casa finca, Fernando la bautizó “La Huerta del Alemán”, en honor a su anterior dueño.
Año 1959
Fernando rebautiza su hogar con el nombre Otraparte, coloca en el pórtico una verja de hierro con el título y con una inscripción que dice: Cave canem seu domus dominum, que significa “Cuidado con el perro, o sea, con el dueño de la casa”.
Año 1979
Tras la muerte de Fernando González en 1964, la Asamblea de Antioquia declara Monumento Departamental a Otraparte, a través de la ordenanza 76 de 1979.
Año 1984
La casa finca pasa a ser propiedad del municipio de Envigado. Meses después nació una Junta Asesora de la alcaldía municipal de Envigado que se encargaría de restaurar la casa y adecuarla como museo biográfico y filosófico.
Año 1987
La Casa Museo Fernando González abre oficialmente sus puertas como un escenario para estudiar su obra.
Año 2000
Después de llevarse a cabo distintas obras de mejoramiento, Otraparte es reinaugurada el 16 de febrero y, poco después, se convirtió en la sede del proyecto “Ciudad Educadora”.
Año 2002
Simón González crea la Corporación Fernando González Otraparte, con la intención de difundir y preservar el legado de su padre, convertir la Casa Museo Otraparte en un centro cultural y preservar el parque y jardín para disfrute y encuentro de la comunidad protegiendo el medio ambiente. Es así como la Corporación se hace cargo de manera integral de la administración de la Casa Museo.
Después de realizar un viaje a Chile y visitar el Centro Cultural Gabriela Mistral, la familia de Fernando González decide crear un espacio similar para preservar la memoria del escritor. Es así como, en conjunto con la Corporación, crean los diseños preliminares del parque cultural alrededor de la Casa Museo.
Año 2006
Según la Ley 1068 de 2006, la Nación exalta la memoria, vida y obra del filósofo antioqueño Fernando González y se declara como bien de interés público y cultural de la Nación la Casa Museo que lleva su nombre en el municipio de Envigado, Antioquia.
Una vez es declarado Patrimonio Cultural, la alcaldía compra el predio contiguo a la Casa Museo, espacio ocupado anteriormente por un vivero. Allí comienza el trabajo y los estudios técnicos de viabilidad para construir sobre el predio el Parque Cultural.
Año 2019
Con la intención de acompañar y respaldar los proyectos culturales del municipio, nace un convenio de asociación entre Comfama y la Alcaldía. La caja de compensación asume la responsabilidad de activar el centro cultural, dotarlo, liderar la programación y convertirlo en uno de los principales escenarios de la región.
El 29 de agosto la Alcaldía de Envigado, la Gobernación de Antioquia y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá entregaron el Parque Cultural y Ambiental Otraparte a la comunidad, abriendo oficialmente sus puertas al público. Para ese entonces la biblioteca contaba con una colección inicial de 6.000 ejemplares y una sección dedicada al maestro Fernando González.
El hogar de Fernando González, un espíritu amado y heredado
El arquitecto Andrés Obregón soñó, imaginó y materializó lo que sería un Parque para enaltecer la memoria de Fernando González. Se embarcó en una aventura que duró años, con el reto de que honrara los espacios patrimoniales que ya existían y que rodean la edificación que, además, ha sido la única con vocación 100 % pública que ha construido.
El edificio que alberga el teatro, la galería y la biblioteca del Parque Cultural y Ambiental Otraparte está pensado para que se incline, para que haga una venia hacia la casa de Fernando González, que acompañe y complemente los árboles que lo rodean y que invite a visitar el Café, que fue la biblioteca del maestro.
Más allá de la admiración que profesa por la obra de Fernando González, la vida de Andrés ha estado conectada con el maestro desde sus raíces. Carlos Obregón, su abuelo, fue el arquitecto que dio vida a la casa de González, hoy Casa Museo Otraparte.
El afecto que Andrés tenía por aquel proyecto lo llevó a trabajar cerca de cuatro años en la concepción del teatro y biblioteca sin recibir una retribución económica, como dice él, “por amor al arte”, mientras que la suma de voluntades institucionales que impulsaron el proyecto comenzaba a dar frutos.
Andrés conversó con nosotros acerca de su vínculo con el Parque Cultural y Ambiental que creó de la mano del arquitecto Marco Aurelio Montes.
¿Cómo llegaste al proyecto del Parque Cultural y Ambiental Otraparte?
“En 2003, cuando regresé de estudiar en Francia, me dediqué a curiosear algunas de las casas que hizo mi abuelo, Carlos Obregón. Entre ellas llegué a la Casa Museo Otraparte.
Allí conocí a Gustavo Restrepo, director de la Corporación. Yo le conté que mi abuelo era el arquitecto de esa casa y él me contó que tenían el sueño de construir un edificio que acogiera todas las actividades culturales de la casa como presentar cine o acoger un escritor para el lanzamiento de un libro.
Ahí inició un proceso de irme acercando al proyecto, de irme acercando a ese sueño”.
¿Cómo se empieza a materializar el Parque Cultural?
“Simón, el hijo de Fernando González, fue el pionero en este sueño. Sergio Restrepo y Gustavo Restrepo, por parte de la Corporación Fernando González - Otraparte fueron quienes promovieron la idea.
Cuando conocí el anteproyecto, le dije a Gustavo que estaría muy interesado de participar si hacían un concurso o si conformaban un grupo de arquitectos para trabajar en esto. Ahí fue que, poco a poco, fuimos consolidando el equipo”.
¿Qué te movió a enfrentarte al reto de construir tu primer edifico público, de valor histórico, cultural y patrimonial?
“Hay muchas cosas que te mueven los afectos. Me crié en la biblioteca de mi tío, el caricaturista Elkin Obregón, donde comúnmente encontraba notas y dibujos en los libros de Fernando González.
Me empecé a interesar por Fernando González a través de las anécdotas que me contaba mi tío. Recuerdo una en particular: cuando estudiaba arquitectura, fue junto a varios compañeros a tocarle la puerta de la casa para conversar con el escritor, quien los llevó a la pequeña biblioteca —lo que hoy es el café Otraparte— y les leyó un poema en italiano. Mi tío cuenta que no entendió ni una palabra, pero la emotividad que les transmitió mientras leía fue algo mágico”.
¿Qué te inspiró para diseñar el Parque Cultural?
“Cuando estábamos en el proceso de la concepción de este proyecto la oportunidad de viajar a Noruega y visité específicamente la Ópera de Oslo, que me impactó mucho. Ese edificio casualmente tiene esa misma sensación de que emerge desde el nivel cero, que es el mar.
El interior de ese teatro diseñado por constructores de barcos, tiene un trabajo en madera increíble. Cuando teníamos el sueño de este proyecto planteábamos ese volumen inclinado, donde en su interior estaba la caja de madera, por un lado, del teatro y por el otro de la biblioteca.
Teníamos el deseo de que la sala tuviera como esa escala de las bibliotecas de un escritor, que es un espacio más contenido donde los libros están alrededor, te sientes como abrazado por los libros.
¿Cuál es la magia del Parque Cultural y Ambiental Otraparte?
“La magia está en la memoria que tiene el lugar, por la interacción entre la gente que lo ha habitado. La magia la han dado los habitantes de la corporación Fernando González - Otraparte y los usuarios de los eventos, los encuentros que se hacen allí”.