Un jueves cualquiera, Isabel Cadavid Ochoa se encontraba repartiendo los domicilios de su emprendimiento Agromandala, el cual está enfocado en agroecología para alimentarse bien. En ese afán de ir y venir por el Valle de Aburrá, le sonó el celular y como pudo contestó. “De todo me esperé, menos que fuera de Comfama y para decirme que: me querían postular para que fuera en representación de Antioquia al Premio Cafam a la Mujer. Mi reacción fue de mucho asombro, alegría y satisfacción. Con solo esa llamada, logré sentir que todo lo que había hecho para regenerar el campo valió la pena”, aseguró la candidata, quien por supuesto aceptó.
Aún los ojos de Isabel se le llenan de lágrimas cuando nos habló del momento en el que se enteró de su postulación, por parte de Comfama, para ser la representante de Antioquia de este importante premio, el cual destaca a mujeres lideres de una comunidad, transformadoras de entornos y constructoras del tejido social del país.
“No es que no me sienta merecedora, sino que, nunca pensé que lo que hacía me fuera a dar reconocimiento para un premio, pues cuando uno hace algo desde el amor, el corazón y la intuición, se le vuelve costumbre. Entonces, mi emprendimiento es algo que vibra en mí, que late y que siempre está, pero que nunca había sabido comunicarlo y en esto me ayudó mucho Comfama”.
Desde que tenía nueve años, Isabel empezó a sentir su conexión con el campo y junto a sus abuelos sembraba huertas en la finca familiar de Fredonia, municipio de origen de la paisa. Hoy, 24 años después de ese panorama, el amor por el agro sigue intacto y, como no, si se ha convertido en una tesa en impactar y generar beneficios en la vida de muchas personas de su territorio.

“Soy de profesión ecóloga y me dedico a la agricultura regenerativa. Hace diez años empecé cambiando el uso de agrotóxicos, en los cultivos de la familia, por un abono orgánico. Pasé de la teoría a la práctica y eso me dejó enamorada, pues tenía un ideal de conservación, pero no pensé que llegaría al emprendimiento y más para cambiar vidas”, aseguró la ecóloga y profundizó en su iniciativa.
“Agromandala nació como un cultivo circular y agroecológico. Es un sistema productivo, diferente y diverso donde cultivamos de 120 a 150 variedades comestibles. Para lograrlo, comencé a labrar una comunidad de trabajo y de gestión en el territorio. En esta priorizamos a las mujeres, pues siempre he querido darle empleo al género femenino que se dedica a labores agrícolas, ya que en ocasiones no tienen algo para comer”.
Los sueños de Isabel no quedan solo ahí, pues ella quiere lograr diversificar las prácticas que conlleva la agricultura, ya que no es secreto que este oficio es relacionado para los hombres. “Pensé que eso lo haría en 5 años, pero he entendido que cambiar esos estereotipos es muy difícil, entonces, sigo trabajando para eso. Sin embargo, no descansaré hasta que las mujeres puedan habitar el campo, pero con dignidad”.
Pionera en crear comunidades
En el año 2020, en plena pandemia, Isabel con una amiga, decidieron crear, por primera vez en Colombia a las CSA, Comunidades que Sustentan la Agricultura.
“Es un programa precioso de personas que estén interesadas en fortalecer sistemas agroecológicos, fincas o familias campesinas, las cuales producen de forma natural. Entonces, se financia la producción y esa familia del campo se compromete, semanalmente, a llevar alimentos de ese cultivo a quién les compre. Así pues, se crea una relación hermosa entre el campo y la ciudad, la cual reestablece todo ese historial de deuda rural y de justicia social que hemos tenido entre el campo y la ciudad. Aquí también le hacemos mucho énfasis en explicar el origen del alimento y la importancia de hacer un proceso de cadena transparente”, aseguró.
La destacable iniciativa inició con dos familias, sin embargo y al cabo de solo 3 años, el proyecto creció y alcanzó 40 familias en la ciudad y seis en el campo. El logro, además, fue llevado a nivel nacional, pues en Colombia ya hay 12 CSA: dos en Cundinamarca y 10 en Antioquia. De estos, tres son operados por Comfama.

No cabe duda de que Isabel quedó dichosa con ser la representante de Antioquia al 34° Premio Cafam a la Mujer. Ella ve todo esto como un gran paso y seguirá abriendo camino, con su voz y la de más mujeres a la reconciliación de las personas con la tierra.