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Especial por las sedes

Comfama La Ceja: entre flores, libros y oportunidades

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  • Una sede icónica del Oriente
  • Línea de tiempo
  • Voces de La Ceja
  • Así se ve un día en la sede

De los 31 años que tiene la sede Comfama La Ceja, Álvaro Agudelo lleva 27 como jardinero. ¡Y qué oficio tan bello! Cuando se entra por las puertas de este lugar lo primero que se siente es que es un verdadero edén: magnolios, hortensias, orquídeas, verbenas, suculentas... La belleza da la bienvenida a esta sede gracias a personas como Álvaro 🌺🌼🌳.

"¿Mi trabajo? Mojar, abonar, podar, desmalezar… Eso es parte del oficio, pero la magia para que estas plantas estén tan lindas es experiencia y amor. Uno tiene que amar lo que hace, hay que hablarles", dice Álvaro junto al magnolio que se alza en medio del claustro de la sede.

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Y dice también algo que resume bien la esencia de este lugar: las personas admiran las plantas, le piden a veces que les enseñe a cuidar las que tienen en casa, pero también le recomiendan cómo creen que puede seguir cuidando los jardines, le hablan de flores que han visto o que tienen en sus espacios y que podrían embellecer la sede, porque les importa que esté linda, que esté bien este lugar que es como su segunda casa.

Y así ha pasado con otros servicios: la Biblioteca, el Centro Integral de Salud, los espacios deportivos y acuáticos, el Preescolar, las clases. Hay un sentido de pertenencia por parte de la comunidad de cejeños y cejeñas que han encontrado en Comfama un lugar para habitar verdaderamente, para venir a tertuliar, hacer ejercicio entre amigos, traer a sus hijos a leer un cuento, encontrar una atención en salud o, simplemente, a disfrutar de una tarde entre sus jardines.

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Conoce todos los espacios y servicios de esta sede

De un hotel a una sede llena de vida, así es la historia de Comfama La Ceja

Lo que inició hace 30 años con las instalaciones de un hotel en este municipio del Oriente hoy en día es un lugar integral para los visitantes. Así ha sido su desarrollo en el tiempo.

  • 1990
  • 2000
  • Década 2010 - actualidad
Década de 1990Década de los 2000Década de 2010 - actualidad
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Década de 1990

Hasta 1992 que se inauguró la sede el espacio funcionaba como un hotel con características muy rurales´🏨🛎. La Ceja tenía en ese momento unos 36.000 habitantes, casi 15.000 menos que en la actualidad. La Biblioteca, por ejemplo, queda donde era el restaurante y por eso conserva las chimeneas, una de sus curiosidades; el CIS, las habitaciones de los huéspedes 📚🏥

La sede se inauguró el mismo día de la sede Aranjuez y en esa ocasión vino el presidente César Gaviria. Empezó allí con un Colegio Comfama y se habilitaron también los servicios de canchas y piscinas. ¡Aunque eran frías! 🥶

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Década de los 2000

La comunidad aún no tenía tan incorporado el uso de la sede en su cotidianidad, entonces se hicieron diferentes estrategias a través de los cursos, las facilidades para el trasporte, el relacionamiento con empresas cercanas, actividades culturales dirigidas a públicos específicos de la zona, acercar los servicios a los barrios y hasta invertir en la calefacción de la piscina para mayor comodidad, además de aumentar la contratación del personal propia del municipio y no de otras zonas. Todo esto sirvió para que fuera más reconocida entre los y las cejeñas 🚌🏊🏿‍♀️.

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Década de 2010 - actualidad

La sede se consolida como un referente para diferentes servicios en el municipio y el Oriente, desde Biblioteca, deporte y recreación, CIS, Preescolar, espacios para cursos, además de resaltar la belleza de sus espacios y jardines.  ¡Y es casa para todo tipo de personas! Los visitantes hacen un uso especial de la sede, apropiándose de varios espacios.  Se reforma el claustro y se crean nuevos espacios de trabajo colaborativo para que se pueda disfrutar de la sede y se quieran quedar durante el día.

Maria Mejía, usuaria de Comfama

Maria Mejia La Ceja

Yo siempre quise vivir en el Oriente, siempre. Me soñaba una tranquilidad que la ciudad no me daba, por eso decidí empezar una nueva vida. Me vine para La Ceja y la primera persona que conocí aquí fue a Marce, que era profesora de natación en Comfama. Así fue como llegué a los cursos, empecé con hidroaeróbicos, luego natación, aqua yoga, yoga tierra, danza yoga, cocina… mejor dicho, en qué no he estado.

Cuando estoy acá en la sede de La Ceja siento mucha seguridad, mucha paz y mucha dicha. Es solo mirar toda esta oferta verde hermosa, estas flores preciosas para que a uno se le alegre el día. En estos días me encontré con un compañero que tengo en un curso de yoga y me dijo:

— Vos te ves tan feliz, caminás siempre sonriente.

— Sí, es que la felicidad y la tranquilidad que siento por dentro se me refleja afuera.

Me encanta que mi cuerpo exprese todo el tiempo esa sensación de plenitud, porque yo sí te digo algo, lo que pasa aquí en la sede de La Ceja es vida, pura vida. Este espacio ayuda a enamorarse de la vida y a renacer.

Marcelina Giraldo, asesora del centro de relacionamiento

Marcelina Giraldo, La Ceja

Mi historia aquí empezó el 9 de diciembre del 92’, hace tiempito ¿no? Yo empecé en oficios generales y ya en el 2001 que se creó el cargo de asesor de servicios, pude pasar a este rol. Esto era muy diferente, yo he sido testigo del cambio de esta sede y eso para mí ha sido un privilegio y una bendición.

Yo amo mucho lo que hago porque me gusta la cercanía, me gusta poder escuchar las historias tan bonitas de las personas y saber que somos transformadores y creadores de esas historias de felicidad, desde el plenario que está en once cursos hasta las familias que hemos visto crecer, porque, no crea, hay niños, por ejemplo, que yo vi estando en el preescolar de aquí y ya son papás que vienen con sus propios hijos. Los he visto crecer y ellos me han visto crecer a mí. ¡Qué cosa tan bonita esa!

Aquí todos cuidamos mucho este lugar, imagínese que hay un espacio aquí que tiene unos árboles que trajo un administrador que tuvo esta sede hace muchos años, él tenía una finca y trajo unas semillitas, las sembró y ya son esos árboles que están ahí, porque así es este lugar, nosotros nutrimos el espacio y lo cuidamos como nuestra casa. Yo siempre digo, este no es mi segundo hogar sino el primero.

Ruby Garzón, responsable de biblioteca La Ceja

Ruby Garzón, responsable de biblioteca La Ceja

Yo he trabajado en muchas sedes de Comfama, siempre en el punto de las bibliotecas. Inicié en Girardota, luego pasé a Aranjuez, Bello Centro, San Ignacio, Itagüí, y ya aquí en la sede de La Ceja voy a cumplir seis años de muchas alegrías y rodeada de libros.

Esta sede es un paraíso con esas zonas verdes, sí. Pero también los libros permiten que las personas entren a ese paraíso, se diviertan y aprendan. Para mí lo más lindo que se presencia en este lugar es esa relación que las personas crean con los libros, como este espacio, por ejemplo, les abre las puertas a los niños a un universo de conocimiento y aprendizaje.

Algo que me encanta y llama mucho mi atención es el amor que las personas sienten por estos espacios y se apropian de ellos. Aquí se han consolidado muchos grupos, especialmente, clubes de lectura, entonces tenemos clubes de prelectura para niños pequeños, hay un club de lectura infantil, otro juvenil, tenemos uno para adultos donde se trabajan los clásicos, pero, algo muy curioso es que tenemos un grupo de tertulia de plenarios que por sí solos decidieron reunirse y encontrarse para conversar sobre los libros, sobre la vida, sobre sus pensamientos, eso es algo muy hermoso. Este espacio posibilita esos encuentros y esas conversaciones y eso hace de esta sede algo tan especial.