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Los niños, niñas y jóvenes tienen algo que decirnos: ¿los escuchamos? #Escúchame

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Los niños, niñas y jóvenes tienen algo que decirnos: ¿los escuchamos? #Escúchame

“Jugábamos fútbol, baloncesto, chucha escondidijo, congelado…”, recuerda Juan José, de once años, cuando le preguntamos cómo era el colegio antes. Ahora vive una realidad distinta pues, en sus palabras, “no socializo con mis compañeros, ya no puedo jugar con ellos”.

La palabra con la que Juan José define sus días presenciales en el colegio, antes de la pandemia, es libertad, uno de los principios transversales al actuar de Comfama. Desde esa libertad que promovemos y nos caracteriza, decidimos escuchar a los niños, niñas y jóvenes, y atender un llamado que todos tienen en común: extrañan ir al colegio.

Las aulas, sillas, colores y papeles no tienen propósito si no hay nadie allí para usarlos como vehículo de aprendizaje. Y aunque basta con escuchar a los protagonistas de estas aventuras para convencerse de la necesidad de retornar a los salones, quisimos conversar con una voz experta para entender lo fundamental de la presencialidad para el proceso de aprendizaje.

Melissa Álvarez Licona es la responsable de primera infancia, básica y media en Comfama. Ella también atendió el llamado de #Escúchame, y está convencida de la importancia de que los niños, niñas y jóvenes vuelvan a la escuela.

#Escúchame: ¿por qué volver?

1. Porque en los colegios prevenimos la desigualdad. “La educación a distancia deja a muchos alumnos atrás”, explica Melissa. “Según el estudio de las Naciones Unidas, hay un riesgo grande en niños con discapacidades o minorías sociales, así como en desplazados y quienes viven en zonas remotas”.

2. Para cuidar la calidad académica y seguir trabajando por su aumento. En palabras de Melissa: “la realidad es que muy pocos colegios estaban preparados para mantener el mismo nivel de acompañamiento. La educación a distancia impacta las dimensiones socio emocionales, académicas y relacionables de los estudiantes”.

3. Porque reinventarse requiere tiempo y planeación. La pandemia llegó de sorpresa, y cambiar metodologías en un periodo corto de tiempo no fue fácil para los colegios. El reto de mantener la propuesta de valor en tan poco tiempo puede generar desescolarización.

4. Porque la escuela es un entorno protector. En ellas, los niños y niñas crean, comparten y descubren juntos, además de poder contar con alimentación, asistencia psicológica y médica.

5. Porque fortalecemos la posibilidad de participación, tener voz y ser escuchados. Las escuelas logran empoderar a los niños y niñas desde sus primeros años, los hacen sujetos autónomos, activos y responsables de su cuidado y del cuidado de los otros. “La escuela tiene inmerso un principio de confianza”, explica Melissa.

Lo que nos dice la ciencia

  • Según el neurólogo infantil Jorge Eslava, el 88 % de los niños en Colombia tiene algún signo de afectación en su salud mental por la cuarentena. Estos datos están registrados en un informe del Instituto Colombiano de Neurociencias.

  • De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial, el cierre de las escuelas por cinco meses podría resultar en una pérdida de aprendizaje entre 0.3 y 0.9 años de escolaridad.

  • El número de casos graves de covid – 19 en niños menores de 15 años representa solo el 0,6% del total de casos en países como Francia.

  • Jonas Ludvigsson, pediatra y profesor de epidemiología clínica en el Instituto Karolinska, de Suecia, concluyó que “rara vez los niños pueden causar brotes de la enfermedad”. Soumya Swaminathan, científica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aseguró que: “por lo que sabemos, ahora parece que los niños son menos capaces de propagar la enfermedad”.

  • El Laboratorio de Economía de Educación de la Universidad Javeriana, en Bogotá, indicó que el 62% de los estudiantes se desplazan al colegio caminando o en bicicleta, en contraste con un 24 % que llega en transporte escolar o particular. Esta población sería la de menor riesgo si las instituciones establecen protocolos claros y seguros a la entrada y salida de los estudiantes.

Aunque aún no hay evidencia suficiente para que la comunidad científica de una conclusión definitiva, muchos expertos de varios países coinciden en que el riesgo de contagio es más bajo en los niños.

¿Los escuchamos?