En este preciso momento, mientras lees este párrafo, 800 millones de mujeres y personas están menstruando en el mundo, respondiendo a un ciclo vital que las une desde la salud, el sostenimiento de la vida y la conexión con la ciclicidad de la naturaleza. Solo imagina esto: ¡más de la mitad de las personas de la Tierra ha menstruado o menstruará en algún momento de su vida!
Es, además, una brújula que tienen los cuerpos con sexo femenino al nacer, que les permite reconocer diferentes etapas de su vida como la reproducción, el deseo, la salud hormonal, entre otros asuntos. Sin embargo, a pesar de que la menstruación es un proceso natural presente en el 52 % de la población mundial, por siglos ha sido un tabú. Se le ha ocultado el nombre y, en muchos casos, ha sido causa de exclusión, vergüenza e incluso empobrecimiento.
Pongámoslo en cifras:
El Banco Mundial, (la asociación internacional que gestiona soluciones a la pobreza para países en desarrollo) calcula que cada día 300 millones de personas están en fase de sangrado menstrual. Imagínate un número de personas casi igual a la población de Estados Unidos que pasa aproximadamente 2.700 días de su vida —más de 7 años —menstruando. Son 2.700 días que implican:
Inversión en productos para recoger la sangre menstrual, como toallas higiénicas, copas y ropa interior absorbente.
Acceso a agua y baños limpios, bien equipados y seguros.
Medidas para aliviar las manifestaciones físicas del ciclo menstrual, que en algunas personas, por ejemplo, se traduce en dolor abdominal y de cabeza, para poder cumplir con las tareas diarias, estudiar y trabajar.
Exposición a la discriminación y/o maltrato a causa de estigmas y tabúes.
Aquí un poco más del contexto:
Con el panorama descrito, en Comfama reconocimos que ¡la menstruación es un asunto público! y, por lo tanto, requiere de estrategias integrales que permitan hablar de manera holística porque menstruar tiene todo que ver con la dignidad, educación de calidad, equidad de género, reducción de las desigualdades, agua y saneamiento, y más. Eso lo dice la Organización de las Naciones Unidas y de hecho es parte de la discusión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Menstruar es, además, un tema político y cultural: se menstrúa distinto según el contexto, por eso es de especial importancia abrir la conversación, hacernos preguntas y nombrar los asuntos que impactan a las personas menstruantes.
Por esta razón, el 16 de octubre de 2021, luego de meses de conversaciones entre mujeres de la organización dispuestas a soñar con un programa que pusiera los cuerpos de las mujeres y personas menstruantes en el centro, y con el objetivo de educar a todos sus públicos sobre la menstruación y la ciclicidad a través de una perspectiva integral, nació el Programa y subsidio de Menstruación consciente.
Este, además de dar acceso a diferentes productos de gestión del sangrado, más amigables con la salud y con el medio ambiente, cuenta con tres componentes: subsidio, formación y comunicación; cumpliendo tres objetivos propuestos:
Abrir y sostener la conversación sobre Menstruación conscienteen esferas públicas y privadas, declarando que la ciclicidad existe y que debe ser abordada con acciones desde diferentes ámbitos.
Educar a las personas sobre la menstruación y el ciclo hormonal y ovulatorio desde una mirada bio-psico-social, que permita entender los cambios que se generan desde la ciclicidad tanto a nivel físico, emocional, sociocultural y trascendente.
Facilitar el acceso a nuestras afiliadas a productos sostenibles y asequibles para la gestión de su sangrado a lo largo del tiempo, como copas menstruales, pantys absorbentes y toallas de tela, mediante un subsidio menstrual.
Aquello que comenzó como un sueño imposible, pues sería el primer subsidio menstrual en América Latina y por supuesto en Colombia:
NUESTROS LOGROS
DATOS RELEVANTES
2021- 2022
DESDE 2021- 2022 - HASTA 2031
HITOS
DATOS RELEVANTES
15.717 subsidios
entregados desde el lanzamiento del programa en octubre de 2021, hasta octubre de 2022.
25 municipios
de Antioquia alcanzados mediante más de 20 talleres y 40 conversatorios sobre educación menstrual en colegios, espacios de discusión pública, organizaciones privadas, empresas, instituciones públicas y universidades.
2.640 personas
sensibilizadas en los procesos formación de la mano de Quidarte y Princesas Menstruantes.
$ 864’147.142 invertidos,
comenzando con $ 250’000.000 en 2021. Hemos triplicado la inversión.
Realizamos el primer Festival de Luna
en Bodega Comfama con la participación alrededor de 1.000 asistentes y más de 10 emprendimientos, con casi 30 millones de pesos en ventas.
Participamos en la Juntanza
por la ley menstrual en Antioquia. Venimos trabajando en la construcción de un instrumento de política pública con el acompañamiento de nuestra consultora Isis Tijaro, avanzando también en conversaciones con congresistas y equipos de los ministerios que vienen diseñando los proyectos de ley actuales.
y, de la mano de Isis Tijaro, nos hemos capacitado como organización para diseñar nuevos programas, acciones y definir nuestra propia metodología.
Impactamos la agenda pública
con más de 100 referencias en portales digitales de todo el mundo y con alrededor de 400 contenidos relacionados alojados en los motores de búsqueda. Tuvimos nuestra propia Revista Comfama sobre el tema, llenamos de vallas la ciudad, fuimos co-editores de la nota estadística del Dane sobre Menstruación en Colombia en el mes de agosto y participamos en su lanzamiento en vivo.
para que se sumaran al programa. Hoy podemos decir, con mucha felicidad, que la Caja Confa de Manizales será la segunda en tener dicho programa.
DATOS RELEVANTES
El 52 % de la población mundial
menstrúa, es decir, pasa aproximadamente 2.700 días de su vida —más de 7 años —menstruando.
300 millones de personas
están en fase de sangrado menstrual cada día según el Banco Mundial, (la asociación internacional que gestiona soluciones a la pobreza para países en desarrollo).
en condiciones de vulnerabilidad se ausenta de su jornada escolar porque no tiene productos para gestionar su sangrado o no cuenta con baños e infraestructura que le permita vivirlo de manera segura y digna.
Solo Escocia y Nueva Zelanda
cuentan con subsidios para que las personas puedan vivir su menstruación dignamente, garantizando que el Estado brinde el acceso de manera gratuita a dichos productos.
Luego de este camino que apenas comienza nos soñamos con un programa que siga avanzando, que podamos reconocer que el ciclo hormonal, menstrual y ovulatorio es un asunto íntimo y público dónde todas las personas y entidades podemos aportar para que pueda vivirse de manera consciente, libre y digna.
Es tiempo de reconciliarnos con nuestra menstruación, de nombrarla, resignificarla y conversarla sin temor para entenderla y vivirla conscientemente. Nuestro ciclo es una de nuestras brújulas para nuestra salud, nuestro reconocimiento del cuerpo y nuestra agenda por los derechos. Hablar de equidad de género sin nuestro ciclo, haría que nuestra agenda estuviera incompleta. Por eso, decimos que #LaMenstruaciónExiste.
¡Conversemos!
Luisa María García
Responsable de Juventud y Género
luisamgarcia@comfama.com.co
Dilia del Carmen Vergara
Enfermera líder del programa Menstruación consciente