El primero de mayo conmemoramos los sueños, cumplidos y los que están en progreso, el esfuerzo por desempeñar una labor de la mejor manera, la entrega con la que los equipos de trabajo sacan adelante sus proyectos y la pasión que nos mueve cuando estamos conectados con un trabajo con propósito.
En 1954 el presidente de la Asociación Nacional de Industriales, ANDI, José Gutiérrez Gómez, y el vicepresidente Diego Tobón Arbeláez, después de escuchar la solicitud de la Unión de Trabajadores de Colombia, UTC, en la XI Asamblea General de la ANDI, en Medellín, aprobaron la propuesta de crear Cajas de Compensación Familiar con aportes del 1% del salario de los trabajadores. Con 45 empresas en Antioquia se creó la primera Caja de Compensación llamada Caja de Compensación Familiar de Antioquia, Comfama, primera organización de su naturaleza en el país.
En Antioquia, y con Comfama, nace el subsidio familiar y la compensación, como una remuneración adicional que brindaban voluntariamente las empresas a los trabajadores con personas a cargo. Un año más tarde, en 1955, algunas empresas oficiales de Colombia empiezan a reconocer, en forma directa, el subsidio familiar a sus trabajadores.
A un año de su creación, Comfama ya venía ayudando a resolver problemas humanos como el logro de una mayor unidad familiar, la regularización de uniones libres, el reconocimiento de hijos extramatrimoniales, el aumento de la escolaridad, la mayor responsabilidad del trabajador como jefe de familia y la mayor estabilización de los trabajadores a las empresas.
El beneficio comenzó a ser notorio en muchos sentidos y el gobierno no fue ajeno a esta innovación social que desde una empresa que apenas comenzaba ya proponía cambios en cuestiones laborales que significaban un avance.
En febrero de 1956, el Gobierno Nacional, presidido por el General Gustavo Rojas Pinilla y estimulado por el ejemplo de Comfama, expide el Decreto 0180 donde se instituyen normas y disposiciones para generalizar el establecimiento voluntario del subsidio familiar en todas las empresas del país.
En 1957 el gobierno expide un decreto para reglamentar el cumplimiento del Subsidio como nueva obligación, y el funcionamiento de las cajas de compensación que habrían de recaudarlo y pagarlo. Mediante el decreto 118 se establece que los empleadores destinen el 4 % de la nómina de sus empresas para las cajas de compensación y el 1 % al Sena.
En 1958 el Sistema de Subsidio Familiar se extiende por todas las ciudades del país. Comfama decide entregar el subsidio en dinero a las esposas de los trabajadores, para así garantizar su adecuado uso, además se eleva el subsidio ordinario de ocho pesos a diez pesos mensuales por hijo.
Historias que inspiran y transforman
El origen: el trabajo. El sueño: mejorar las condiciones para los trabajadores. Por eso cada año represento crecimiento y transformación para lograr que este beneficio cobijara al mayor número de colombianos. Hoy en Colombia operan 43 cajas de compensación familiar.

Yadirlé Carvajal vive en su casa propia, su hijo de 22 años terminó sus estudios, fueron de viaje en familia a Santa Marta y se proyecta para construir un apartamento que pueda arrendar para diversificar sus ingresos.
A sus 43 años, Yadirlé está vinculada a la empresa Aseo Seguro y Confiable, de Santa Fe de Antioquia, y sabe que puede seguir trazando metas porque su trabajo es el camino seguro para alcanzarlas.

La compensación hoy va más allá de un beneficio monetario, los trabajadores y sus familias pueden acceder a educación, recreación, viajes, programas de arte y cultura, créditos, subsidios de vivienda, salud, entre otros.
Las Cajas de Compensación Familiar somos una causa que se transforma todos los días, siempre con una meta fija: trabajar de la mano con las empresas para buscar mejores beneficios, posibilidades y oportunidades para los trabajadores.