Cuando sus padres se divorciaron, Mateo Cortez vio cómo su mamá se dedicó a trabajar en la limpieza y mantenimiento de otros hogares para garantizar su estudio, cubrir los gastos del día a día y velar por su abuela, su tía y su prima.
El principal sustento de la familia Cortez Correa fue, por años, el cuidado. Gracias a este oficio, Mateo y su prima fueron a la universidad, hoy llevan el sustento a casa y cumplen propósitos como viajar por el mundo y escalar profesionalmente.
Mateo, administrador de empresas, maestrando en Gestión humana, pero, sobre todo, hijo del cuidado, nos contó su testimonio y lo que aprendió de su mamá:
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Mateo nos hace un llamado a reconocer el cuidado como un oficio digno, vehículo de progreso: "Algunos les dicen a las mujeres que tienen el oficio de mi mamá ‘niñas o señoras que ayudan en la casa’, cuando en realidad no están haciendo un favor o están ayudando: es un trabajo, se llama trabajo remunerado del hogar".
Desde Comfama invitamos a toda la sociedad, en especial a las personas empleadoras, a dignificar el trabajo de cuidado a través de condiciones laborales justas y la garantía de la protección, bienestar y tranquilidad que ofrece la afiliación a EPS, ARL, fondo de pensiones y caja de compensación familiar.
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