La industria textil es conocida por ser la segunda más contaminante del mundo. Cada año se producen y botan millones de toneladas de ropa. Ayuda a combatir esta problemática reciclando tus prendas y alargando su vida útil.
Reciclar ropa, un hábito sostenible para combatir el consumismo
19 de Febrero 2022
El cielo se ha tornado gris, las nubes han cubierto los sofocantes rayos de sol y pequeñas gotas de agua comienzan a refrescar la ciudad. Después de una larga espera finalmente ha llegado el invierno, atrás quedaron los shorts, tops, camisas sin mangas y gafas de sol.
A pesar de mi corta edad he tenido la oportunidad de visitar distintos países. Vengo de las montañas del Tíbet y en los últimos meses he rodado por varios continentes para llegar a mi destino final: Medellín. Con mucho cuidado me sacan de la caja y me colocan sobre un alto y frío maniquí. Como ya lo suponía, me llevan al escaparate principal para que todos los visitantes puedan deleitarse conmigo.
Una a una pasan varias mujeres cayendo rendidas ante mi reflejo al otro lado del cristal, soñando cómo se verían con este sofisticado abrigo y perdiendo la ilusión al ver mi valor. Siempre se me ha dicho que debo esperar a la persona indicada, pues no cualquiera puede vestir de cashmere.
Después de una larga semana de espera, llega ella sonriendo y señalándome. Me bajan del maniquí y me llevan a los probadores para nuestro encuentro. Con especial detalle echa un vistazo al espejo, mira el precio que sobresale por una de mis mangas y, sin titubear, decide llevarme.
Por un par de meses disfrutamos juntas de hermosos atardeceres, restaurantes elegantes y eventos de etiqueta. Incluso me llevó a visitar otras ciudades. Comencé a inquietarme cuando al paso de varios días ella escogía otras prendas sobre mí. Pensé que se debía a la llegada del verano, pero una vez regresaron las épocas frías, permanecí al fondo del armario, junto a varias prendas pasadas de moda y olvidadas.
Hoy ella ha decidido hacer espacio para acomodar sus nuevas adquisiciones. No para de hablar de su nuevo abrigo de vicuña, quien la acompaña a todos los sitios a los que solía llevarme a mí. Después de meses sin mirarme me encuentra, con un gesto de disgusto me envuelve y me echa a una bolsa negra, de la cual no vuelvo a ver la luz del día.
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Un ciclo de consumismo y contaminación sin fin
A pesar de lo que muchos creen, la obsolescencia programada no es un tema exclusivo de herramientas tecnológicas. Todos los días somos bombardeados con anuncios, pasarelas y comerciales, donde se exhibe lo último en tendencias de moda, invitándonos a comprar, desechar y continuar el ciclo de consumismo que los diseñadores y marcas logran ejercer en la sociedad.
Buscando llegar a un público más amplio, imitar tendencias y ofrecer precios competitivos, muchas empresas textiles se han adaptado a un nuevo modelo de producción llamado “moda rápida” o “fast fashion”, que consiste en crear grandes cantidades de ropa barata y de baja calidad.
Se estima que al año se producen alrededor de 62 millones de toneladas de ropa, posicionando a la industria textil como la responsable del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero y siendo la segunda más contaminante del mundo.
La producción en masa de prendas supone un gran gasto de agua. Por ejemplo, para producir unos pantalones de mezclilla se gastan cerca de 7.000 litros, para unos zapatos deportivos 4,400 litros y para una camisa de algodón 1,400 litros. Cada año la industria textil consume cerca de 93 mil millones de metros cúbicos de agua, siendo responsable del 20% de las aguas residuales del mundo.
Esos tintes, sales, químicos, alcalinos y demás desechos de producción, terminan contaminando los ecosistemas. Es el caso de Bangladesh, uno de los países más contaminados por la industria textil, donde algunos ríos como el Turag y el Buriganga se tiñen de colores frecuentemente por los desperdicios arrojados a sus caudales.
Finalmente, cuando la ropa cumple su ciclo de “vida útil” es desechada. Según la Agencia de Protección Medioambiental, al año se tiran más de 16.000 toneladas de ropa, un 811% más en comparación con 1960. Cerca de 12 millones de prendas son incineradas al año en los vertederos de todo el mundo, práctica que dispara las emisiones de CO2 en la atmósfera.
Ante la producción en masa, obsolescencia programada y crisis medioambiental, resulta necesario encontrar soluciones que pongan freno a ese consumismo y lleve a la industria textil a replantear sus métodos de producción.
¿Qué pasaría entonces si extendemos la vida útil de nuestra ropa?
Revive tu armario
Las pequeñas acciones llevan a grandes cambios. Si las personas mejoramos nuestros hábitos de consumo, las empresas y marcas se verán en la obligación de adaptarse a las exigencias del mercado.
Recicla la ropa: si tienes ropa que ya no usas, puedes donarla o modificarla para darle un estilo completamente diferente. Puedes añadir detalles a las prendas, teñirlas o transformarlas, como un jean en bermudas o short, una camisa en un top, una chaqueta en un chaleco, etc.
Restaura las prendas: es común que tiremos a la basura prendas en buen estado solo porque tienen algún imperfecto que, en muchas ocasiones, es fácil y económico de arreglar. Lleva la ropa a la modistería antes de considerar botarla.
Compra ropa de segunda mano: muchas personas tienen la creencia errónea de que lo usado está en mal estado. Lo cierto es que las tiendas de segunda mano se especializan en comprar ropa con pocos usos, lavarla y desinfectarla para venderla en buen estado a precios muy económicos.
Evita las compras compulsivas: muchas veces compramos ropa que no necesitamos o que sabemos que usaremos en pocas ocasiones. A la hora de comprar piensa en qué tan funcional y práctica es la prenda antes de caer en un gasto innecesario.
Alquila trajes o vestidos: si tienes un evento formal que exige cierto código de vestimenta, una excelente idea es alquilar. Esta modalidad sostenible te permite escoger entre una amplia variedad de opciones a precios asequibles, cambiar de vestimenta cada que tengas un nuevo evento y, sobre todo, no acumular prendas en el armario que probablemente no volverás a usar.
Experiencias Comfama: oportunidades para ti
¿Tener un armario responsable y consiente? Sí, es posible. Cuando se llegue el momento de cambiar de ropa por su deterioro natural, te proponemos que lo hagas por prendas de calidad que puedas usar por mucho tiempo y así le apuntemos al cuidado del ambiente. Por eso te proponemos nuestras oportunidades de ahorro en Rifle y demás aliados de nuestro programa Experiencias Comfama. ¡Visítanos en www.experienciascomfama.com!
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Sábados perpetuos de bodega/Comfama preparó un taller sobre el consumo consciente alrededor de la ropa. Revivámoslo.

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