En Comfama reconocemos que la menstruación existe y que su gestión es un asunto público, así que, en el marco del Día internacional de la higiene menstrual, que será este 28 de mayo, hacemos un recuento del balance del programa.
En noviembre de 2021 la Caja de Compensación Familiar lanzó el que sería el primer subsidio menstrual de Colombia y el tercero en el mundo, en ese momento con cobertura para 2.700 mujeres y personas menstruantes de 12 años en adelante.
Durante 2022, el programa de Menstruación Consciente de Comfama se amplió en 15.000 subsidios más, para lograr un total 17.700. A la fecha, son más de 15.000 mujeres y personas menstruantes han utilizado el subsidio. A su vez, 660 personas han participado en los talleres que hacen parte del componente pedagógico del programa.
En noviembre de 2021, Comfama, reafirmando su compromiso con la equidad de género y el cuidado de las y los antioqueños, lanzó el primer subsidio menstrual de Colombia, inicialmente para 2.700 mujeres y personas menstruantes. Después de seis meses de impulsar conversaciones, propiciar espacios pedagógicos en varias subregiones de Antioquia y facilitar el acceso a productos de gestión menstrual sostenibles y en sintonía con otra de las causas de la organización, la regeneración; ha ampliado la cobertura del programa y, para este año, tiene por objetivo acompañar a 15.000 personas más.

A la fecha, más de 15.000 mujeres y personas menstruantes han sido acompañadas por Comfama para adquirir productos de gestión menstrual como copas, toallas reutilizables y calzones absorbentes, productos que respetan los ciclos de la Tierra y favorecen la disminución de residuos y, a la vez, permiten transformar y enriquecer la forma en la que se vive la menstruación.
“Tenemos mucho que celebrar con el programa de Menstruación Consciente, en principio, poner la conciencia sobre el cuerpo como ese primer territorio que las mujeres debemos conquistar para lograr esa justicia y equidad es algo que aplaudimos en Comfama. Desde las redenciones del subsidio, hasta nuestras propuestas de comunicación pública y pedagogía, ha sido un éxito. Cada vez podemos hablar de manera más abierta, sin tabúes y sin mitos sobre la menstruación, una de las cosas más bonitas es ver a otras organizaciones hablando del tema con mayor conocimiento, sin tanto temor, hemos puesto este tema en el centro y es algo que nos enorgullece. Por el lado de las redenciones, alcanzamos la meta que nos propusimos durante el año pasado, así que invertimos más recursos en el programa y actualmente lo tenemos presente en la mayoría de los escenarios importantes de Comfama”, expreso Juana Botero, responsable del Staff de la dirección en Comfama.
660 personas han participado en 25 talleres en los que se ha evidenciado la importancia de conversar sobre cuerpos menstruantes, ciclicidad y los tabúes que buscan derribarse al promover espacios informados con un enfoque biopsicosocial, que permiten la transformación holística e integral en la forma de gestionar la menstruación, mientras se posibilita la pedagogía de temas relacionados, como la salud sexual, el bienestar del cuerpo, la mente y la educación emocional.

Estos espacios pedagógicos han contado con la participación del colectivo Princesas Menstruantes, Wam y Comfama; y el apoyo de empresas y organizaciones interesadas en movilizar el tema de la menstruación como Clofam, el Ballet Metropolitano de Medellín, Universidad CES, la Escuela de Ingenieros de Antioquia, Fundación Mi Sangre, Services Sentry, entre otros.
¿Por qué continuar conversando en escenarios públicos sobre la menstruación?
Justo en este momento, 800 millones de personas están menstruando en el mundo. La forma en que lo hacen, cómo su vida transcurre durante los días de sangrado y el acceso o no a elementos de gestión menstrual tiene todo que ver con la dignidad. No en vano es parte de la discusión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Además, tiene estrecha relación con la educación de calidad, la salud y el bienestar, la equidad de género, el agua y saneamiento, la reducción de desigualdades y la regeneración. Menstruar es, además, un asunto político y cultural: se gestiona de forma diferente según el contexto, por esto es de especial importancia continuar la conversación, hacernos preguntas y nombrar los asuntos que impactan a quienes menstrúan y en ese sentido, Comfama, que se concibe como una plataforma para el cuidado y el progreso de los Antioqueños, ha dispuesto sus esfuerzos en generar no solo una conversación pública al respecto, sino también un programa de pedagogía para impulsar la búsqueda de soluciones en otros escenarios y sectores.
Como parte de estas acciones de comunicación pública y activista, en alianza con la Revista Volcánicas, el 20 de mayo, en las inmediaciones del Claustro Comfama se empapelaron carteles tipográficos impresos en tinta roja con la frase “que la única sangre en nuestras manos sea menstrual”, esta acción performática contó además con un conversatorio en la Plazuela San Ignacio y la participación de varias mujeres líderes de diferentes procesos feministas de ciudad. Allí se habló sobre soberanía de los cuerpos de las personas menstruantes, defensa de los derechos humanos y menstruales y cómo superar la pobreza menstrual.