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Economía regenerativa: ¿cómo empezar a pensarnos en ella?

Reflexiones sobre Economía circular
Economía regenerativa: ¿cómo empezar a pensarnos en ella?

En este inmenso sistema, las empresas juegan un papel fundamental gracias a su potencial de impulsar manifestaciones saludables y de alto impacto de regeneración. Una Economía regenerativa, según John Fullerton, no está fundamentada en índices cuantitativos como el PIB, sino en esta cadena de bienestar:  

"El vigor económico es producto de la vitalidad social y humana, que encuentra su raíz en la salud ecológica y el desarrollo inclusivo de las capacidades y potencialidades humanas". 

Para ello, el economista propone ocho acciones para que las organizaciones dirijan intencionadamente sus procesos hacia la regeneración: 

  1. Relacionarse sanamente con la esfera biológica y social en la cual están integradas, entendiendo que un daño a cualquier parte de la red es un daño hacia todas las partes. 

  2. Ver la riqueza de manera holística, no solamente como dinero en el banco, reconociendo y cuidando sus diferentes formas de capital: social, material, financiero, vivo, intelectual, experiencial, espiritual y cultural.  

  3. Ser innovadoras, adaptativas y responsivas en un mundo en el que el cambio está siempre presente y en aceleración. 

  4. Participar empoderadamente en los escenarios de toma de decisiones, no solo para negociar sus propias necesidades, sino para sumar y proponer nuevas formas de contribuir al bienestar de todos y todas. 

  5. Respetar el lugar y las comunidades con las que interactúa directa o indirectamente, nutriéndose de sus historias y dinámicas locales.  

  6. Aprovechar la abundancia del efecto limítrofe. Un ejemplo: existe una particular abundancia de vida interdependiente en las áreas donde los ríos se unen a los océanos. En esos extremos, las oportunidades para la innovación y la fertilización entre especies son significativas. Para las empresas, sus límites pueden convertirse en zonas de aprendizaje, intercambio y trabajo colaborativo.  

  7. Tener un robusto flujo circulatorio de información, bienes y servicios en todos los niveles de las redes humanas.  

  8. Buscar constantemente el equilibrio y la armonía entre la eficiencia, resiliencia, colaboración, diversidad, imaginación y cuidado.  

En conclusión, estar siempre a la búsqueda de rutas para construir economías vibrantes, duraderas y saludables en las que el cuidado y el compartir conduzcan a la coherencia práctica, científica y ética. ¿Te gustaría saber más de este tema? Te invitamos a nuestra sección sobre Capitalismo consciente, que promueve el bienestar de todos los aliados de interés de las organizaciones, incluyendo la naturaleza.